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Con el correr de los meses se encontraba cada vez más emocionado por ver el crecimiento de su vientre. Si bien planeaba casarse antes de que el cachorro naciera, fue él mismo quien le pidió a Hoseok posponer la ceremonia para después ya que llegó un punto en el que no deseaba salir del nido dentro de la habitación de su Alfa, aunque bien podría decirse que era de ambos ahora.
Cada día que pasaba era encantador, aunque su amado debiera atender los asuntos del reino, siempre procuraba regresar antes de que el sol se oculte para estar con él e incluso solía tomarse días o semanas libres.
Ya cerca de la fecha estimada en que debía nacer su pequeño, las relaciones sexuales con su Alfa se volvieron imposibles dado que no podía siquiera llegar al baño sin ayuda de este, aun así los besos, mimos y caricias no faltaban. Honestamente se sentía un tanto incompetente por no poder realizar labores simples pero comprendía que era solo cuestión de tiempo para recuperarse.
Finalmente el día tan esperado llegó, o mejor dicho una noche de tormenta en la que su cuerpo comenzó a dar los primeros indicios de querer dar a luz. No esperaba que doliera de ese modo, por lo general sus heridas sanaban más rápido de lo normal y por eso mismo creyó que tendría un parto menos doloroso. Estaba tendido sobre unas mantas, tan solo llevaba puesta una bata de seda roja la cual claro estaba completamente abierta y levantada, sin embargo no podía dejar de llorar por mucho que Hoseok intentara tranquilizarlo.
A medida que las horas pasaban, su preocupación crecía. Tenía contracciones pero no lo suficientemente fuertes como para ayudar a que su cachorro naciera y ahora comenzaba a dudar de si lo que ocurrió durante su gestación no estaba influyendo de manera negativa.
-Hobi... las rosas azules que te dieron mis padres... llévalas al balneario, llena el agua con ellas, quizá... eso ayude. Por favor... -Suplicó entre lágrimas siendo consciente de lo que aquellas rosas del mundo de los dioses representaba, pero poco importaba si eso podía aliviar su malestar, fue por esa misma razón que sus padres se las entregaron en primer lugar.
Pasados algunos minutos se encontraba sumergido en el agua, aferrado a los bordes de la tina y dándole la espalda a su Alfa que se encontraba acariciando su abdomen con movimientos circulares y diciéndole que centrara su atención en los espasmos de su cuerpo. No es que no lo escuchara, tan solo no podía llevarlo a cabo siquiera con la energía de cientos de almas que esas rosas emanaban. Su lobo, su instinto animal le indicaba que algo no estaba bien, por lo que intentó centrar su mente, fue entonces que sintió un punzada de dolor mucho más aguda que el resto, rompiendo parte del mármol con sus garras al percibir que finalmente su cachorro había nacido. Sus piernas de cedieron y tan solo mantuvo con la fuerza de sus brazos, su mirada estaba nublada como si fuera a perder la consciencia pero su Omega evitó que eso sucediera, le dio la fuerza que necesitaba para voltear y notar a su pequeño Baekhyun en los brazos de Hoseok que lo observaba con la mirada petrificada mientras que de sus ojos deslizaban las lágrimas.
-Seohyun... nuestro cachorro no... resis...-No logró completar esa frase dado que el grito de su prometido fue incluso más desgarrador que el que recordaba de meses atrás cuando había sufrido la pérdida de sus otros dos cachorros que aun se estaban gestando. Quería acercarse a su Omega, necesitaba abrazarlo sin embargo no podía soltar el pequeño cuerpo del cachorro sin vida, su propio instinto animal se negaba a dejarlo y por lo visto fue igual con Seohyun. Vio a la persona que amaba transformarse, perder el control de su lobo y salir corriendo por los pasillos del palacio que pronto fueron inundados por gritos y el aroma a sangre. Esa noche fue testigo de cómo los sirvientes e incluso oficiales fueron cazados cual presas indefensas, llevados uno a uno mientras agonizaban hasta el balneario donde él se encontraba aun con su hijo en los brazos. Las miradas de esas personas le suplicaban salvación a él, piedad, pero no podía ayudarlos, no podía ni tenía la fuerza de voluntad para detener a Seohyun, o quizá... no quería hacerlo.
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Moonchild [Seesaw]
Fanfiction[Secuela 2 de Moonchild] [Omegaverse+18] Esta historia narra los inicios de Hoseok como Rey de la dinastía Jeon, las dificultades que se le presentan ante la desconfianza de la corte pero principalmente el cómo llegará un hermoso Omega a poner ord...