Hermosas Hadas Enamoradas

A cambio de un beso (1/2)

Tinker Bell se dirigía al trabajo después de tomar su taza de polvo de hada, presionando la tapa sobre ella para que no se derramara. Luego hubo una gran ráfaga de viento y un destello de color púrpura, y de repente, su copa de polvo de hadas desapareció.

"Oye", dijo una voz suave, bonita e irritantemente familiar.

Tinker Bell miró hacia arriba. Encima de ella estaba Vidia con una sonrisa en los labios, lanzando la taza de polvo de hadas de Tinker Bell en el aire y atrapándola en su mano. Menos mal que la tapa estaba puesta.

Tinker Bell niveló al hada que volaba rápidamente con una mirada impasible. "Eso es mío", dijo ella.

"¿Lo es?" preguntó Vidia, girando la taza del hada de los caldereros en su mano. Arqueó una ceja delgada y oscura y chasqueó la lengua. "No veo tu nombre en él".

Tinker Bell resopló, cruzándose de brazos. "¿Por qué siempre eres así?" ella preguntó.

"¿Cómo qué?" Vidia preguntó: "¿Irresistible?" Ella volteó su cola de caballo con una floritura.

A decir verdad, Vidia era increíblemente hermosa (lo que Tinker Bell nunca le diría a la cara), pero eso no la hacía menos molesta.

Ella agitó sus largas pestañas.

...Bueno, la hizo un poco menos molesta.

"Solo dame mi polvo de hadas", dijo Tinker Bell con un suspiro, extendiendo su mano expectante.

Vidia miró pensativamente desde la palma de su mano hasta la taza que tenía en sus manos. Se pasó un dedo por el labio inferior que llamó la atención de Tinker Bell, tarareando. Luego, le sonrió a la otra hada.

"No."

Tinker Bell se quedó boquiabierta. "¡Vidia, necesito eso!" dijo, levantando la voz.

Vidia se tocó la barbilla, la curva de su cadera sobresaliendo hacia la izquierda, atrayendo la mirada de Tinker Bell hacia su muslo (¡mantente enfocada, Tink!).

"Supongo que si realmente lo necesitas", comenzó Vidia, con la travesura bailando en sus ojos, "puedo deshacerme de él a cambio de algo".

Tinker Bell podía decir que 'algo' era algo específico. Ella puso sus manos en sus caderas. "¿Cómo qué?" preguntó ella, frunciendo el ceño. Si no tuviera que ir a trabajar, habría argumentado que no debería tener que negociar por su polvo de hadas. Pero ceder a lo que Vidia quería era más fácil y rápido.

Vidia tarareó pensando en el espectáculo, muy probablemente solo para molestar a Tinker Bell un poco más. Funcionó, por supuesto, porque Tinker Bell odiaba esperar. Vidia pareció satisfecha cuando Tinker Bell comenzó a golpear el suelo con el pie.

"¿Qué tal un beso?"

Tinker Bell parpadeó, el corazón dio un vuelco. "¿Un qué?"

Casi se perdió el destello de vacilación en la expresión de Vidia. Sin embargo, Vidia sonrió y respondió con confianza: "Un beso. Sabes lo que es un beso, ¿no?

Tinker Bell no estaba segura de qué hacer por un momento. (Definitivamente no estaba pensando en un sueño que definitivamente no había tenido hace una semana que fue así).

"¿Qué? ¿Quieres aburrirte o algo así? preguntó Vidia, aterrizando con gracia en el suelo frente a Tinker Bell. "Eres hermosa como eres", bromeó, pero salió más genuino de lo que probablemente pretendía.

Los nervios de Tinker Bell se retorcían alrededor de su corazón.

"Cariño, estoy esperando—"

Tinker Bell rápidamente puso sus labios en la boca de Vidia, con los ojos cerrados.

era suave

Vidia frunció los labios correctamente y los presionó con más firmeza contra los de Tinker Bell. Su pecho se iluminó y su columna hormigueó agradablemente. Se quedaron así por mucho más tiempo de lo que Tinker Bell pensó que lo harían (no es que ella se quejara).

Después de que se separaron, hubo un zumbido en los labios de Tinker Bell y Vidia parecía aturdida.

Tinker Bell sonrió y agarró su taza de polvo de hadas del agarre flojo de Vidia. "Gracias", dijo, arrastrando su dedo índice desde el labio superior de Vidia hasta la parte inferior de su barbilla.

Luego se fue volando al trabajo (su columna vertebral definitivamente ya no zumbaba, el lindo rosado en la nariz de Vidia definitivamente no estaba en su mente, y definitivamente no esperaba que Vidia se diera prisa y ya le pidiera una cita).