Si hubiera tenido aparte del aspecto, diecisiete años otra vez, Milton sabía que su yo del pasado se habría quedado cohibido y avergonzado mirando hacia el suelo, esperando que alguien le rescatará y se enfrentará a Daring Charming por él. Pero, había pasado mucho tiempo desde que se callaba y se mordía la lengua, ya no estaba para soportar a quienes se portaban maleducadamente con él. Sintió una gran satisfacción interna ante la mirada de desprevenido cuando el príncipe rubio vio la mirada que le echó, ya no volvía a temer esas miradas de intimidación e inferioridad que sentía ante las personas que le molestaban.
Así que se levantó educadamente como hacía un hombre y dejó atrás a un niñato que solo quería llamar la atención. Además, Milton tenía clase, por lo que no iba a seguirle su juego. Se despidió y prefirió sentarse en una mesa lejos de ellos, aunque estuviera solo y su adolescente anterior solo deseara estar en la mesa de los más populares de los royals. Ahora, ya había entendido que era mejor estar solo que mal acompañado.
Mientras comenzaba a probar con pocas ganas su ensalada, apareció delante de él Madeline Hatter con una gran sonrisa en su rostro.
"¡Hola! Te hemos visto solo en este día sombreroso y vengo a llevarte a nuestra mesa conmigo y mis amigos. ¡Luego también podemos tomar el té juntos!" Habló su voz alegre, antes de coger su mano y comenzar a querer arrastrarle con ella.
"Maddie, te he dicho que le invitarás a comer con nosotros, no que le obligaras" Dijo Raven Queen a su mejor amiga, cuando se acercó a donde estaban.
Milton se sorprendió un poco al ver delante de él a la causante de todo su malestar en los últimos meses, la culpable de que comenzará a empastillarse para sobrellevar a veces su día a día de director, por quién le amenazaban con enderezar o sería remplazado de su puesto de trabajo... Ahora estaba enfrente de él, saludándole y proponiéndole si quería comer con ella y sus amigos mientras Madeline Hatter soltaba su brazo y dejaba de tirar de él.
"¿Vienes con nosotras y nuestros amigos a comer? Será divertido, lo prometo" Le sugirió más tranquilamente la chica maravillana, mientras hacía un gesto raro con las manos, que le recordaba al emoji de dos dedos que se apuntaban el uno al otro.
Echó por un momento la vista hacia la mesa que le decían de sentarse, y vio a varias chicas y chicos saludándole con la mano, haciendo que Milton también la levantara. Nunca en el instituto, aparte de Giles y sus amigos, le habían invitado a sentarse. Fue bonito, sin embargo, lo rechazó como hacía en el pasado con su hermano porque él no se sentaba en una mesa rodeada de rebels únicamente.
"Gracias, pero estoy bien solo aquí" Agradeció cortésmente al tiempo que Madeline Hatter se le caía un poco su sonrisa al escucharle.
"Bueno, si quieres nuestra propuesta seguirá disponible mañana, ¿verdad Maddie?" Raven Queen dijo, al ver la sensación de desilusión de su amiga cuando escucharon que no quería venir a comer con ellos.
"¡Si!¡Si! Mañana puedes venir si quieres, y pasado, y al otro, y al siguiente día... No tienes que estar solo, si vienes con nosotros" Recuperó su alegría.
"Gracias, pero me gusta la soledad" Respondió Milton, mintiendo bastante.
Maddie quiso preguntar cómo era posible que a alguien le gustará estar solo, pero Raven entendió aquello como una indirecta y que él quería seguir comiendo solo. Por lo que intercepto a la chica bajita para que se fueran ambas a comer en su mesa y le dejaran tranquilo en su agradable soledad personal.
"Venga Mad, volvamos a comer. Nos veremos en clases Milo, que por cierto me pareció impresionante cómo volaste sobre Buckquill" Le elogió antes de marcharse.
Si no fueran rebels pensó Milton, habían sido al igual de amables que Apple White con él y suponía que ninguno de sus amigos serían como Daring Charming. No obstante, no y no se sentaba con rebels. Sin embargo, sí les dedicó una pequeña sonrisa mientras las veía marcharse hacia la mesa que estaba perpendicular a donde estaba sentado. Se sentaron con sus demás amigos rebels, y mientras retomaban el tema de conversación con ellos, Milton sintió nostalgia al darse cuenta de por qué estaba en esta mesa. Era donde se sentaba en sus años de estudiante a la hora de la comida, incluso estaba su M inicial que hizo una vez con un cuchillo aquí para señalarla. Y justamente donde estaba Raven Queen era la mesa donde también en el pasado Giles le invitaba a sentarse con sus mejores amigos: el Sombrerero Loco y la reina Malvada.
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𝙳𝚒𝚎𝚌𝚒𝚜𝚒𝚎𝚝𝚎 𝚊ñ𝚘𝚜
RomanceDesde el Día del Legado, Milton está cada vez más cerca de dejar de ser el director debido al enfado del Consejo Escolar. Está presionado, angustiado... y paga su frustración con los rebels. Quienes no le gustan. Por lo que castiga a una alumna y es...