O1.

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Jungkook entró por primera vez a aquella sala donde habían varios sillones blancos igual que el suelo, igual que la pared, igual que todo en aquel lugar lo recibieron, había un total de cinco personas en esa sala, cuatro con sueros y sus medicinas, y una enfermera que revisaba el gotero y hablaba con una sonrisa a las dos mujeres y el hombre mayor que estaban junto a ella.

Fue a la parte más apartada de la sala, en un rincón, donde el único que tenía cerca era un muchacho joven, con un gorro de lana colorido que llamó su atención instantáneamente.

El chico del gorro estaba concentrado escribiendo en su cuaderno, jugaba con sus gruesos labios mientras pensaba, su mano, inquieta a veces, iba a su mentón y otras tiraba de su labio, su ceño se fruncía porque no le gustaba cómo iba quedando su trabajo.

Se sentó junto con él, no porque fuera el único lugar libre, sino porque era el único lugar que estaba más lejos de los demás, pero más cerca de él a la vez.

—¿Primera vez? —preguntó aquel desconocido con gorro de colores, alzó la vista de su cuaderno para mirarlo, sus ojos de color avellana lo hipnotizaron un segundo por completo —No te he visto aquí antes.

Jungkook asintió.

—Sí, sí... es mi primera sesión.

—Oh, esa es la peor. —soltó una risa y sonrió de forma sincera, se acomodó con cuidado de que la vía estaba unido a él y no se moviera —Sé que es nuevo y puede darte miedo y tal, pero no es la gran cosa, ya después te acostumbras.

Jungkook sólo asintió y miró sus manos incómodo, jugando con sus pulgares.

—Soy Taehyung, Kim Taehyung. ¿Cómo te llamas?

—Jeon Jungkook. —dijo alzando sus redonditos ojos hacia él —Tu gorro es lindo. —comentó sin saber muy bien por qué.

—Oh gracias, yo lo tejí. —dijo acomodándoselo un poco, notó algo de cabello muy corto y de color azul claro —No es para ofender, pero el tuyo te hace ver como una botella de esas con tapa azul.

Jungkook abrió su boca y frunció el ceño, evidentemente ofendido, la risa de aquel chico no lo dejó ser serio y terminó riendo también.

—Pues sí, soy muy fan de las botellas con tapas azules.

—Oh, ahora todo tiene sentido.

—Señor Jeon, ¿está listo? —una enfermera se acercó a él, con una sonrisa amable, todas las buenas vibras que había obtenido al hablar con aquel extraño de gorro colorido se fueron y asintió totalmente serio.

Vio una mano acercarse a él y continuó hasta ver el rostro de Kim Taehyung, sus gruesos labios en forma de corazón dibujaba una sonrisa que hacía que un pequeño doblés naciera debajo de sus ojitos, que se veían amables y luminosos, un ligero rubor se esparcía por sus mejillas.

—Puedes tomar mi mano, para sentirte mejor. —ofreció y Jungkook dudó hasta que por fin hizo caso.

Apretó la mano de aquel extraño mientras la enfermera hacía lo suyo y una vez que estuvo todo conectado y el gotero en marcha, suspiró con alivio mirando a Taehyung, quien le sonrió ampliamente y sus ojitos desaparecieron en dos finas líneas delgadas.

Una sonrisa bonita que lo terminó contagiando también.

—No fue tan terrible al final, ¿no crees? —preguntó.

—No —negó —, para nada. —dijo sin soltar la pequeña y cómoda mano de Taehyung, notó que era fría y suave, y le pareció tierno y bonito.

Taehyung balanceó sus manos unidas, sonriendo como un tonto, sus mejillas se ruborizaron más.

—¿Molesta? —preguntó Jungkook —Aún... Estoy muy nervioso.

—Ey, tranquilo, el secreto es no pensar en eso y distraerte... Mira el lado bueno, puedes hacer nuevos amigos aquí, por eso son geniales las quimio en grupo. —dijo Taehyung.

Jungkook miró al rededor a todos los presentes que estaban igual que él, algunos más pálidos que otros, algunos más viejos, sabía que los que estaban con mantas y más abrigados eran los que estaban más débiles.

—De los que ves aquí... ¿Cuántos crees que en verdad vivan? —preguntó, sus oscuros ojos se encontraron con los de su compañero —A mí todo esto... Me parece absurdo y horrible, una pérdida de tiempo, si de todas maneras vamos a morir, ¿cuál es la razón de todo esto?

Taehyung ladeó su cabeza, sin dejar de mirarlo y dijo con toda la tranquilidad del mundo:

—La razón la tendrás tú, Jungkook, y si no la tienes ahora, tu razón es buscarla. Hay algo especial para ti, aunque creas que no hay nada, siempre lo hay.

Jungkook iba a refutar, de eso en parte le parecía ridículo.

—No puedo responder a tu pregunta porque la respuesta la tienes tú mismo, Jungkook. —lo interrumpió Kim y sonrió como si conociera los secretos del mundo —Encuentrala y verás que tengo razón.

El chico de gorro de colores le habló toda la sesión de la quimio y lo distrajo tanto de esta que se sorprendió cuando terminó, Taehyung se despidió de él con un beso volador y a Jungkook le pareció algo raro, pero no preguntó.

E incluso horas después de su sesión, más que el gotero, en lo blanco o en la misma quimio, sino que pensó únicamente en el hermoso chico del gorro de colores.

E incluso horas después de su sesión, más que el gotero, en lo blanco o en la misma quimio, sino que pensó únicamente en el hermoso chico del gorro de colores

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adaptación. todos los créditos a bluchi95.

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quimio ☆ kooktaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora