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La adrenalina pura abarcó sus sentidos hasta el punto en que su cuerpo sufría espasmos, quería vomitar y también llorar a causa de la impotencia que sintió por que un adulto le dijo de alguna forma que era un cualquiera, pero lo que más lo dejó pensativo y hecho mierda fue el que lo hizo dudar por un momento de que todo fuera real. Se sintió horrible, sentía que era cierto y que de alguna forma, Ni-ki se vio forzado a decir que lo amaba solo porque no quería lastimarlo al rechazarlo. Quizás se quedó con él porque era lo más parecido a Sunhee, también sintió que fue eso lo que le dijo y estaba harto de que le dijeran que es una segunda opinión.

Porque así se sentía.

Como la segunda opción de todos pero le dolía ser la de Ni-ki.

— ¡Sunoo!

Se detuvo a una cuadra de la casa del japonés pero evitó darse vuelta, no quería que Ni-ki lo viera y le dijera que todo era mentira porque sentía que también le quería mentir, temiendo que se de cuenta de que todos le dicen la verdad...

O tal vez estaba muy mal en ese momento y necesitaba beber algo para olvidarse de todo por un momento.

— Sunoo, amor. Lo siento, no creas nada de lo que te dijo.— lo atrajo en un abrazo, escondiendo su rostro en su cuello— B-bebé, por favor..

— N-no importa..— le asegura— Es tu padre y debiste ser menos áspero con él.

— ¿Y dejar que hable mal se tí? Podrá ser mi padre pero si se comporta así, no me interesa lo que sea porque te voy a defender.

— N-Ni-ki.. Q-quiero ir a casa, p-por favor.— tartamudea al sentir las lágrimas amenazando con salir a flote.

El rubio asintió en silencio, sabiendo que no podía hacer algo al respecto para intentar hacer que cambie de opinión porque entendía lo triste que debía estar pero él tampoco quería volver a la casa al saber que iba a discutir con el mayor sí o sí.

— D-de acuerdo.

En cuanto llegaron, los Kim al parecer no estaban porque todo el lugar estaba solo y con las luces apagadas, entoces Sunoo le dijo que llegarían el día siguiente de seguro.

— B-bueno... Te veo después.— murmuró entre dientes, cerrando la puerta con detenimiento pero fue el brazo de Ni-ki el que evitó que eso pasará.

— Déjame quedarme contigo un rato, ¿Si?

El mayor soltó un suspiro pesado, dándose vuelta para ir arriba después de pedirle que cerrara con llaves, lo cual hizo y le siguió arriba.

— Entonces, ¿No estaras más tiempo ahí?— pregunta, girando su rostro para encontrarse con el suyo.

— No, te pasaré la dirección más tarde.

Se mordió su labio inferior para levantarse e ir al baño, dejando que el chico lo espere en su cama.

Sus padres siempre los molestaban con su dramatismo cuando se ponían a pensar en él y su hermana viviendo con sus parejas.

¿Como sería...?

No, quizás aún no era el momento correcto. Tenía que esperar a salir de la universidad o trabajar para que así vieran que podía ser independiente y vivir con Ni-ki.. Ni-ki..

Confiaría en lo que le decía su corazón, sin importar lo mucho que le llegaron a afectar las palabras anteriores del padre del chico. Confiaba en que Ni-ki no le estaba mintiendo y que en realidad si lo amaba porque de lo contrario..

¡Ah! Era difícil si se pone a pensarlo por el hombre tenía puntos a favor. Ni-ki no lo conocía hace un año, en ese tiempo estaba enamorado de su hermana, capas era hetero y luego llegó él, le formó un drama y de la anoche a la mañana le pidió que fueran novios. ¿Porque lo hizo? ¿Te puedes enamorar de alguien de manera repentina? ¿Será que lo hizo para... Acostarse con él? No, Sunoo, estás siendo ridículo.

𝐇𝐞 『ˢᵘⁿᵏⁱ』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora