Luna 7

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A medida que el sol comenzaba a elevarse, la villa de los herreros despertaba con el sonido del metal golpeando el yunque y el suave murmullo de los herreros en plena actividad. Tn y Shinjuro llegaron a la entrada, donde el líder de la villa, un anciano de cabello canoso y mirada sabia, los recibió con una sonrisa cálida.

-¡Bienvenidos, cazadores! -exclamó el líder, su voz resonando con la autoridad de quien ha visto muchas lunas pasar-. Me alegra ver que han llegado sanos y salvos.

Mientras el anciano hablaba, Tn y Shinjuro notaron cómo los herreros estaban guardando y empaquetando sus materiales con premura. La atmósfera estaba impregnada de una mezcla de nerviosismo y determinación, y se podía sentir la tensión en el aire.

Shinjuro, con su carácter directo, no perdió tiempo y comenzó el interrogatorio.

-Dime, anciano, ¿se han visto más demonios cerca desde que partí? -su voz grave resonó, y la seriedad de su expresión no dejaba lugar a dudas sobre la importancia de su pregunta.

El anciano se rasguñó la barba mientras pensaba.

-Sí... y no. Extrañamente, han dejado de aparecer desde hace un tiempo -respondió, su tono se tornó sombrío-. Pero eso me da muy mala espina. Los cazadores en la zona parecen haber bajado la guardia, y están embriagándose en el bar como si no hubiera un peligro inminente.

La frustración en su voz era palpable, y Shinjuro asintió, comprendiendo la gravedad de la situación.

De repente, el anciano centró su mirada en Tn, un atisbo de gracia en su expresión.

-Dime, Shinjuro, ¿por qué has traído a un niño a esta misión?

Shinjuro, sin perder su compostura, respondió con firmeza.

-Deberías ser más cuidadoso con tus palabras. Este chico es el cazador que peleó contra una Luna Superior.

La atmósfera cambió al instante. La incredulidad del anciano se transformó en una nueva perspectiva hacia Tn, quien sonrió cálidamente como si nada importara.

-Es un honor conocerte, joven cazador -dijo el anciano, ahora con un respeto renovado en su voz.

Tn, sintiendo el cambio en el ambiente, extendió su mano para estrechar la de él. El anciano se sorprendió al sentir el agarre firme de Tn, tan poderoso como el de una bestia, algo que no correspondía con la juventud que parecía tener.

-Igualmente -respondió Tn, su voz tranquila y serena.

El anciano lo miró con una mezcla de admiración y sorpresa, comprendiendo que la fortaleza de Tn iba más allá de su apariencia. La conexión entre ellos se estableció rápidamente, un entendimiento tácito de que estaban unidos en su lucha contra la oscuridad.

-Bueno, entonces -dijo el anciano, recuperando la compostura-. Si realmente son quienes dicen ser, debemos prepararnos. La seguridad de nuestra villa depende de ustedes.

Mientras el anciano comenzaba a explicar los detalles de la misión, Tn y Shinjuro intercambiaron una mirada, un silencioso acuerdo de que estaban listos para enfrentar cualquier desafío que se les presentara en esta nueva etapa de su viaje. La noche anterior había sido solo el comienzo, y ahora, en la villa de los herreros, se preparaban para una batalla que podría cambiar el destino de todos.

La noche se había instalado sobre la villa de los herreros, y la oscuridad envolvía todo con un manto de silencio inquietante. Las estrellas brillaban en el cielo como pequeños diamantes, pero a pesar de su belleza, había una sensación en el aire que era difícil de ignorar. Tn, sintiendo el peso de la responsabilidad, decidió separarse de Shinjuro para cubrir más área en su vigilancia.

El Pilar de SangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora