Cap 8: Misión Kozlov

122 7 1
                                    

Misión Kozlov.

Rubí.

Dirijo mi mirada hacia el segundo piso, dónde el Barman me señaló.

Y ahí estaba...

Armando Santorini.

Agarro el trago y lo levanto como si brindará con el.
Armando con una expresión de sorpresa hace lo mismo.

Me giro de nuevo hacía la barra esperando su siguiente movimiento.

Solo fue cuestión de segundos para que uno de los guardaespaldas viniera por mí para llevarme a la zona VIP.

El guardia nos dejó pasar y subimos las escaleras hacía la sala. Cruzamos un pasillo que desde arriba daba hacía la pista, llegamos a una puerta que dice Queen Vip, al cruzarla el guardaespaldas me guía hasta donde Armando está sentado.

El me mira de arriba abajo llevándose el whisky a sus labios.

Siento el asco y rechazo en mi estómago. Este tipo tiene como treinta años más que yo, más que Gemma...

La rabia me llena, pero mantengo mi mejor cara de póker y finjo que nada estuviera pasando, como si no quisiera deshacerme de él en este mismo instante.

—Ven, siéntate —hace un gesto con la cabeza para que me siente a su lado— Tranquila, no muerdo.

Forzo una sonrisa coqueta me dirijo a su lado. Dónde antes era un lugar lleno de gente, ahora estaba completamente vacío. El apoya su brazo en el respaldo de la silla y me mira con lujuria. Clavo las uñas en las palmas de mis manos mientras trato de concentrarme y no perder los estribos.

El solo pensar en lo que le hizo a Gemma junto a la perra de su hermana me da ganas de vomitar y hacerlo desaparecer de la faz de la tierra.

—Y dime, ¿Cuál es tu nombre, bonita? —Dice ofreciéndome un trago.

Aprieto más mis manos.

—¿Qué tiene de divertido que te lo diga? —le respondo llevando el vaso de whisky a mis labios.

Armando suelta una risa.

—Así que te gusta divertirte.

Con tipos como él es muy fácil. Pero ahora lo último que estaría haciendo es divertirme, pero hace mucho tiempo me propuse a hacer esto, y no tenía intención de detenerme.

—Por supuesto y con la persona indicada me puedo divertir toda la noche —Digo con voz leve mientras lo observo con seducción.

—Lo divertido va a ser gemir tu nombre mientras jugamos —su mano va bajando por mi espalda hasta llegar a mi muslo.

Aprieto la mandíbula instintivamente.

Aleja su mano.

Aleja su mano, Rub.

No iba a hacerlo, esta vez no era por mí, era por Gemma. Porque sé que probablemente ella nunca podrá enfrentarse a los que alguna vez la dañaron. No mientras mi abuelo y mi madre la mantengan en Turquía como una princesa escondida.

Pero ellos, al igual que yo, preferían que ella crezca como una princesa a qué como una vindicta...

Acerco mis labios a los suyos como si lo fuera a besar, pero cuando se acerca a besarme corro mi rostro y lo acerco a su oído.

—Cuando juguemos, solo habrá un nombre que saldrá de tus labios será koroleva —acaricia mi mejilla.

Me quedo totalmente quieta mientras empiezo a sentir la sangre en una de las palmas de mis manos.

La Estrategia de la Reina. #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora