Capitulo 61 Volumen 7

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Adivinen quien consigo internet, sii!!!,  ME,  su traductor favorito o por lo menos el que leen XD, subiré unos cuantos caps, Gracias a los que leen esta obra, estoy pensando subir otra, saludos...

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Layali observó a Zesshi quedarse dormido después de que terminaron su charla, la mujer nunca respondió adecuadamente a las preguntas de la joven, y Layali fue lo suficientemente inteligente como para notar el descuido. 'Para alguien mucho mayor que yo, ella es realmente terrible mintiendo. Tal vez eso sea algo bueno. Layali pensó, la costura de sus heridas tenía sentido, las vendas tenían sentido, pero la marca de quemadura en su muslo que tenía una mancha de metal contra ella, se quedó en su lugar como una astilla hasta que ella misma la arrancó. Eso no tuvo ningún sentido.

Layali miró alrededor de su pequeño campamento, la espada de Brain estaba en su lugar, 'Usó eso para matar al monstruo, nunca está sin él'. Se dijo a sí misma, pero luego hizo una doble toma. No está en su sitio. Lo mantiene cerca, está a varios pies de distancia, siempre lo sostiene con más fuerza de lo que mi dueño sostuvo a mi madre...' No se le ocurrió sentir disgusto por su analogía, simplemente 'era' y también 'era' cuando se trataba de Brain y su apego a esa espada.

Se acercó a la vaina y tomó la empuñadura en la mano. 'De ninguna manera.' Ella pensó, y lo dibujó.

La espada casi había desaparecido, solo quedaba un fragmento roto que la hacía más parecida a un cuchillo con una empuñadura larga que a la espada que alguna vez había sido. ¿Dónde está el resto? Se preguntó y comenzó a deambular por el campamento, aunque no volvió a acercarse "demasiado" al agua, vio lo que buscaba. La oscuridad no era un impedimento significativo para su visión a tan corta distancia.

Allí, en la orilla, estaba el remanente destrozado y roto de una hoja que había sido tocada por el calor como la fragua de un herrero.

Era poco mejor que lodo fundido ahora, doblado y arruinado. Echó una larga mirada a la hoja, luego a la herida en su muslo, luego a la hoja de nuevo y de vuelta a su muslo. 'Entregó su espada, debe haberla calentado de alguna manera, por eso... no me marcó... pero sin su espada...' Los ojos de Layali se llenaron de lágrimas de amargura y felicidad por igual.

Después de haber caminado tan lejos, solo podía adivinar la distancia que él había recorrido antes, la mitad del mundo, por lo que sabía, y ahora miró la hoja arruinada arrojada como basura, la empuñadura sola y un trozo de cosas rotas y descansando ahora en su mano como mudo testimonio de lo que se tiró. Devolvió el fragmento a su lugar, envainando de nuevo el patético resto de la espada para que aún pareciera estar entera. Luego regresó a su lugar en el pequeño campamento y se acostó para contemplar el manto de estrellas en el cielo hasta que el sol volvió a salir.

Era de mañana cuando los demás se levantaron, pero Layali no se había vuelto a dormir. Tenía los ojos abiertos cuando el sol empezó a brillar de nuevo, y cuando los demás empezaron a salir. "Tenemos que ponernos en movimiento". Brain dijo tan pronto como se levantó. Se dedicó a desmantelar el campamento con práctica eficiencia y, para sorpresa de Layali, Zesshi siguió el mismo proceso que Brain, pero sin pedir instrucciones. Debe haberle enseñado mientras yo estaba inconsciente. Se dio cuenta, y al ver lo rápido que funcionaban, trató de hacer lo mismo, solo para descubrir que ambos dejaban de funcionar tan pronto como se movía.

"No. Te romperás los puntos. Zesshi señaló, "esa cosa tenía muchos dientes". Señaló la hoguera donde, gracias a la luz del día, vio los dientes grises que se confundían con las cenizas. Cosas feas, feas y aserradas, eran como pequeños cuchillos, y no pudo evitar recordar la forma en que se clavaron en su cuerpo en una docena de lugares tan recientemente.

La mano de Layali tocó un punto blanco vendado y se estremeció involuntariamente. "Mu-Muy bien, trataré de no retrasarte demasiado, si me quedo atrás..." Empezó a tartamudear, pero Zesshi lo detuvo.

"No, te llevaré e iremos a un trote rápido. Brain dijo que hay un pueblo no muy lejos de aquí, y antes de que te des cuenta estaremos cruzando la frontera. Dijo Zesshi y después de que metieron sus bienes en su bolsa, el medio elfo mayor se acercó y se arrodilló frente a Layali con los brazos abiertos.

"No te dejaré caer". Zesshi prometió con un guiño y una pequeña sonrisa alentadora, y la joven cojeó al alcance del abrazo.

Layali sintió el calor de unos brazos a su alrededor y recordó la ferocidad con la que el mediano más alto desgarró los tentáculos del monstruo del río. 'Fuerza abrumadora...' pensó, y envolvió sus brazos alrededor del cuello de Zesshi.

"Está bien, vamos, tendré que parar para comprar hierbas frescas y... otras cosas, y luego seguiremos". Brain dijo, y con eso, despegaron a un trote constante y constante.

Layali se estremeció un poco al principio cuando el "trote" de Zesshi se volvió bastante más rápido de lo que normalmente significaba la palabra y su extremidad herida rebotó, pero cesó cuando envolvió las piernas alrededor de la cintura de Zesshi para estabilizarse, y cuando dejó de estremecerse, el ritmo se aceleró.

Layali miró hacia abajo y observó con incredulidad cómo la tierra se convertía en un borrón marrón bajo sus pies, y por curiosidad giró la cabeza para tratar de ver a Brain, quien marcaba el ritmo frente a ambos. 'Realmente es fuerte...' pensó la joven, y la amplitud de lo que pudo haber hecho frente a lo que eligió hacer, golpeó fuerte. Contrastar Brain contra Cerebrate fue un estudio de los opuestos en su mente, y cuanto más pensaba en ello, más se daba cuenta: 'No quiero dejar Brain...'

La perspectiva de quedarse en un lugar seguro después de que él se enfrentó con éxito y mató a su antiguo torturador, tenía menos atractivo que antes. Y mientras ese hilo de pensamiento continuaba, tuvo que preguntarse... '¿Dónde podría dejarme que esté a salvo...? ¿Un orfanato? A nadie le importan una mierda los niños sin padres. Mentalmente se burló de la idea, después de haber escuchado los chismes sobre los adultos que morían y cómo sus propiedades se dividían sin tener en cuenta a los herederos siempre que era posible.

'¿Sería tan malo simplemente... vagar con él? Puedo mantener el campamento para nosotros, tal vez no ayudarlo a pescar... durante mucho tiempo, pero de otra manera. Pronto podré volver a caminar correctamente, puedo trabajar cuando viajamos. No necesito mucho... solo algo de comida y tal vez un saco de dormir. Si él me enseña lo que necesito saber, no veo por qué debería tener que irme. Lo sugeriré de nuevo cuando nos detengamos a descansar de nuevo. Layali comenzó a catalogar en privado las ventajas de quedarse con él, poniendo en juego todo su ingenio y talento para el inevitable momento de confrontación cuando tendría que decirle: "No quiero ir".

Todavía estaba en eso, aunque se estaba quedando sin ideas, cuando los muros bajos de madera de un pueblo fronterizo aparecieron frente a ellos.

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Overlord: El que se quedó PRT. 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora