--Era una tarde de invierno. Marcos y Agustín estaban acomodando las cajas en su pequeño y acogedor ático, se habían mudado hace más de 3 días y aún no habían conocido toda la casa.
Agustín Guardis era un Platense, pelinegro y de ojos azules, a la vista de su comprometido Marcos, él tenía los rulos más lindos que había visto. En cambio, su pareja, Marcos Ginocchio, era un Salteño de ojos verdes, castaño y alto.
Ambos habían planeado mudarse juntos hace tiempo, no era noticia que pronto se casarían, su amor era tan profundo y verdadero que sus amigos envidiaban eso._Mar, acordate que hoy vamos a ver los anillos -Dijo el ojiazul
_Dale amor, a la tarde vamos!
--Dicho y hecho, ambos fueron a una hermosa y colorida joyería. Habían encargado sus anillos un mes antes, eran brillosos y perfectos para cualquier vista. Todo iba según lo planificado, sin embargo, no todo es color de rosa.
_Chicos, debido a fallas en la compañía, sus anillos estarán el mes próximo, mil disculpas -Dijo el vendedor apenado
--Todo estaba callado y gris, su boda era pronto y no podían dejar lo más importante para último momento. Como no era lo esperado, salieron tristes.
_¿Y ahora que hacemos Agus? -Preguntó el Salteño, sin mostrar ningún gesto
_Voy a llamar a Coty, creo que podría ayudarnos
--Gracias a esto, minutos más tarde llegó su amiga, que ante la noticia que le dieron, miró asustada. Se puso pálida y la sorpresa la dejó sin palabras. Igualmente, no iba a quedarse de brazos cruzados, la boda de sus mejores amigos estaba en riesgo.
--Días más tardes, llego el día del casamiento, Coty había conseguido salvar la ceremonia, por lo cual, la pareja estaba sumamente agradecida.
_Marcos Ginocchio y Agustín Guardis, están oficialmente casados -El oficiante pronunció estas palabras y sin decir más los recién casados se dieron un hermoso y fascinante beso.
_Te amo -Dijo el Platense
_Yo más, no sabes cuanto -Contestó aquel ojiverde enamorado
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Holaa!, les dejo esta muy mini historia de ellos dos<3, espero les guste, byee