¿Malo?

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Pov Jisung.

Miré a mi alrededor entusiasmado por ver más del inframundo, Minho hoy iba a llevarme a conocer mas allá de la espesa nube negra que supuestamente ningún otro dios podía ver. Lo que aún me tenía con dudas... ¿Por qué yo si podría verlo?

-Jisung, cuidado- Minho tomó mi mano que, sin darme cuenta, se estaba sumergiendo en el lago de almas que me agarraban, el Dios del inframundo acarició mi mano limpiándola de cualquier fluído.

-Gracias- Murmuré sonrojado por la ternura con la que me trataba.

-Estamos por llegar, por favor, sostente de mis brazos- Pidió, yo acaté la orden algo confundido cuando un fuerte sacudón nos arrasó. 

-¿Qu-?- Me pegué al cuerpo de Minho asustado.

-Es una especie de "campo" que no permite la entrada de cualquier persona, ni la huida de alguien- Explicó, yo asentí comprendiendo.

-¿Bangchan... Puede entrar a estos lugares?- Pregunté, Minho negó con la cabeza haciendo que me sorprenda mucho -¿Incluso él no puede con su poder?- Minho rió con sarcasmo.

-Bagnchan... Es un hipócrita sobrevalorado bebé, hay un par de cosas que deberías saber de tu pa... De Bangchan- Habló haciendo que lo mire confundido.

-¿Como qué?- Pregunté curioso.

-Bueno... Para empezar Bangchan no es tan perfecto como todo el mundo da a ver... Es un pésimo esposo y pésimo padre... Y su poder podrá ser poderoso... Pero si no está en el cielo no le sirve de nada- Habló Minho cuidando mi caminar, pues el suelo estaba algo roto e inestable.

-¿En serio?- Hablé sorprendido por la información- Mi padre... Siempre quiso que yo fuera como él-.

-Pues espero que no- Rió haciéndome sonreír- Serías una horrible persona si fueses como Bangchan- Contestó como si nada.

-Minho... ¿Por qué te fijaste en mi?- Pregunté en medio de una pequeña isla rodeada de un mar de almas.

-Jisung...- Me miró a los ojos sintiendo que me perforaba con ellos- Quiero que sepas que no estoy contigo por ninguna otra razón que no sea quererte solo a ti- Murmuró dejando un suave beso sobre mis labios.

Sonreí tímido y seguimos camino.

-¿Cómo funciona todo aquí...?- Pregunté curioso mirando para todos lados, Minho me tenía de la mano y me guiaba por lo que yo podía curiosear libremente.

-A la entrada del inframundo es donde vienen a parar las almas, es Hyunjin el encargado de guiarlas, cuando le pagan al barquero pueden llegar a su descanso eterno- Dijo mostrando las almas descansado en el largo río.

-¿Tú... No matas a nadie?- Pregunté algo incómodo al hacer ese tipo de preguntas.

-No- Sonrió mirándome con ternura- Chanyeol... El Dios de la guerra se encarga de traerme varias almas sin necesidad de eso... Además nunca he asesinado a nadie, la gente que muere se decide por tres hermanos algo loquitos que cortan tus cabellos- Habló tomando uno de los mechones de pelo que caía sobre mi rostro para dejarlo tras mi oreja.

-¿Entonces qué es lo que haces aquí?- Pregunté confundido.

-Solo me encargo de resguardar todo... Eso es lo que todo mundo piensa obviamente, pero sé que Bangchan me mandó aquí para cuidar del tártaro-.

-¿Donde se encuentra tu padre?- Cuestioné preocupado.

-En el inframundo, más abajo- Mostró un acantilado sin fondo totalmente oscuro que parecía no llevar hacia ningún lado- Ahí es donde se encuentra el tártaros.

Mi Pequeño Dios (MinSung)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora