¿Te imaginas? dormir tranquilamente esperando que al día siguiente sea como todos los demas días, y al despertar te encuentres en un lugar que no conoces, con gente que no conoces y ahora esa sera tu nuevo hogar, en todo esto hay cosas extrañas a de...
Un pequeño niño pelinegro de ojos ambar se encontraba observando a su padre, un hombre alto de pelo negro y ojos color vino que se encontraba sirviendo un baso de agua a su hijo, era un ambiente algo pesado, un padre lamentandose por que hara y un inocente niño de cinco años.
-Deust, volteate y cierra los ojos- hablo el padre dando una orden, el cual el niño pequeño solo siguio aquella orden.
El hombre no tardo en sacar dos pastillas de su bolsillo para despues hecharlas en el agua y miro a su hijo unos segundos, saco otras dos e hizo el mismo proceso, para el era fundamental que su hijo callera profundamente dormido, era lo mejor para el, segun su retorsida mente, una vez las pastillas se decisienron claro el agua habia cambiado, era menos transparente, mas su hijo seguramente no lo notaria, o eso esperaba.
-Listo, ya puedes voltear - dijo el mayor tomando aquel vaso, la tension del ambiente habia subido- Bueno pequeño a la cama que ya es tarde.
El niño asintio y fue junto a su padre al cuarto del menor, donde este se sento mientras su padre tomaba la silla de madera de su escritorio del mismo material y la ponia al lado de la cama para darle el vaso.
-Completito, no puedes dejar nada.
El niño asintio empezando a tomar el agua mientras el adulto lo miraba, esperando que el agua bajara el efecto y no terminara dañando seriamente a su hijo, el menor no tardo mucho en acabar el agua y entregarle el vaso a su padre, unos segundos despues un fuerte sueño se apodero de el, no pudo ni bien terminar de darle las buenas noches a su padre pues se habia quedado dormido para despues dormir.
El mayor solo se levanto y fue a la cocina dejando el vaso, miro toda la casa una ultima vez, este era su adios.
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Tres personas entrarian a la casa por la fuerza, un hombre alto de una altura aproximada de dos metros treinta, con pecas y un parche rojo que contenia el os y el martillo cubriendo su ojo derecho siendo el izquierdo de color ambar, tiendo este pelirojo con pelo ondulado, otro era un hombre de un metro noventa, pequeñas pecas en forma de estrellas, brillantes ojos celestes, pelo corto bien peinado de un tono rubio oscuro, y un tercero, un hombre de baja estatura, un metro cincuenta y siete para ser exactos, pelo bien peinado de color azul oscuro, aunque esto solo se notava a si le daba la luz directa, ojos de un tono parecido al de su cabello siendo este mas claro a comparacion del cabello.
Lo primero que vienron al entrar fue una carta que decia "Aliados...", el pelirojo la tomo y la leyo en voz alta...
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-Ja... hasta muerto nos culpa de su idiotes - dijo segundos despues de leerla
-Es Reich, raro seria que no lo hiciera el narcisista de mierda
-Ya ya abuelitos, a lo que vinimos- dijo el de ojos celestes- anden, vamos a ver lo del niño ese, de algo va a servir
El pelirojo suspiro empezo a subir, no era su primera vez en ese casa, mas ni el ni nadie sabia que ese niño existia, al subir encontraron varias puertas, hay estaba la puerta decorada, banderas del pais, y dibujos por todos lados, mas no significaba que se viera mal, los hombres de ojos azules entraron al lugar y se hacercaron al aleman dormido, no sabia que pasaba pues estaba en un profundo sueño.
-Y si ¿nos evitamos problemas? -dijo el hombre de ropa elegante sacando un arma de bolsillo, recargando y apuntando.
-UK, no, es un niño.
-No es un niño cualquiera, es el hijo de Nazi, deberia de estar muerto como el.
El manor iba a responder mas el sonido de una puerta rompiendose lo interrumpio, ambos fueron aver y encontraron al sovietico mirando a la habitacion de al frente, que al parecer hacertaron al pensar que era la de Reich, el ingles al ver la habitacion casi vacia entendio lo que pasaba, en cambio el americano no entendiapor que los otros dos miraban con tanta seriedad la habitacion.
-¿Porqué miran tanto la habitacion? Dijo, no hay nada-pregunto confuso USA.
-Exacto, nada, habria que registrar toda la casa para encontrar el cuerpo de Reich -respondio el ruso, un tono de voz neutro, no daba ninguna expresión.
Los tres empezaron a entrar en la habitacion y el mayor de los tres abrio el closet encontrandolo casi vacio, solo estaban sus uniformes.
-O si hay un cuerpo realmente -el ruso buscaria por los cajones, no habia nada, la habitación estaba vacia.
-Entonces, hay posibilidades de que realmente no habra ningun cuerpo y no este muerto, o tal vez algo le hicieron a su cuerpo- dijo quedandose parado un momento y mirando el suelo- pero su hijo no estaria hay dormido tan tranquilamente si asi fuera la cosa...
-Felicidades, lograste entender algo que todos entendieron hace diez minutos, sorprende, llegando a Normandia te haremos una fiesta para celebrar - dijo de forma sarcastica el ingles a lo que el americano solo lo miraria enojado.
-¿Quieren dejar de pelear? Lo mejor seria irnos por si acaso y que se inicie una investigación, eso sera tu trabajo USA - respondio URSS que los miro cansado, las constantes peleas de sus compañeros lo mantenian cansado.
Ambos aceptaron irse, quedarse mas tiempo de lo necesario seria peligroso, asi que solo pasaron por el niño aun dormido, al cual URSS cargo, asi yendose, les esperaba un viaje de varias horas por tren para poder volver a Normandia...
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