parte 21

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Acompañante a Takashima hasta su departamento. calculaste más o menos siete cuadras desde el hospital hasta el departamento, a la vez calculabas las cuadras que te llevarían hacia tu casa, eran seis cuadras. aquel joven vivía más cerca que Akira.
cuando llegaron a la entrada del departamento, quisiste despedirte pero algo te lo impedía.
- ¿ quieres pasar?- preguntó el joven con la nariz vendada. con un mal presentimiento, aceptaste.
al entrar departamento con las paredes pintadas de blanco y el techo azul marino, viste las hermosas pinturas que adornan la sala de estar (en la imagen representa una de las pinturas que viste en la sala), en el medio de la habitación, se encontraba una mesita de té con tres velas rojas,  rodeada por tres sillones negros, lo cuáles estaban adornados por las llamativas almohadas rojas.
- vives bien como para estar solo- dijiste,  mientras dirigías la mirada a distintos lugares del salón.
Shima: rió leve- Muchas gracias- se paró detrás tuyo.
-a las pinturas... ¿las hiciste tú?- preguntaste encandilada por la belleza del lugar
-si, estudié diseño gráfico antes de venir a esta escuela- ambas manos del muchacho se posaron levemente sobre tus delgadas y delicadas caderas, haciendo que te estremezca.
-¿que haces?- volteaste a verlo.
- nada, solo me deleito con tu belleza tan natural y sin ninguna pizca de maquillaje- sonríe picaronamente-¿hay algún inconveniente por ello?- se acerca a tí, tus labios rozaban con los de él.
-sí- soltaste con sierto enojo ante la acción del castaño. Este te tomó nuevamente por la cintura, tus manos automáticamente se posaron en el pecho del joven.
-gracias-dijo y te besó, tratabas de separarte de él como pudieses, pero no funcionaba. El chico te soltó debido a una patada en su entrepierna de tu parte, seguido de una cachetada en su mejilla izquierda.
- ¿que te pasa? ¿no éramos amigos?- estabas enfurecida. Takashima frunció el ceño por el dolor que le causaba los dos golpes.
- tienes razón, fui desconsiderado. Eh seguido mis instintos reproductivos masculinos y he dejado de lado la caballerosidad ante una dama... me merezco estos golpes-  se inclinó delante tuyo, tomando tu mano izquierda y besó con delicadeza tus nudillos.
-mejor me voy - sugeriste.
- si es lo que quieres... esta bien- te abrió la puerta, te acompaño hasta la salida/entrada del edificio y sin tantas vueltas te fuiste de allí. por suerte eran las 6:30 de la tarde y no habría peligro alguno. Sacaste de tu mochila los auriculares de Hello Kitty, los conectaste a tu celular, los colocaste en tus orejas y durante todo el camino escuchaste la música que tanto te gustaba.
En el camino,cruzaste la avenida para comprar en un kiosco una golosina. Allí se encontraba trabajando uno de los amigos de tu padre, lo saludaste, compraste lo que querías y te fuiste. Te encantaba saborear los Kit-Kat, es la golosina que a ti y a Reita les encantaba. Recordaste uno de tus aniversarios de pareja junto a él: te había comprado una enorme caja llena de Kit-Kats, tu alegría fue inmensa, aun que tu regalo era mediocre al lado del suyo. Le habías regalado un cuadro con una foto tuya con él besándose. aquella foto la poseían los dos, cada mañana al despertar contemplabas la hermosa imagen...
-¿por qué tuvo que cambiar?- te preguntaste en un susurro que solo tu escuchaste o mejor dicho, que solo tu habías entendido.
Llegaste a tu casa, dejaste tus cosas y te fuiste a bañar.

MI REITA (Reita y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora