Capitulo 3

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Lo primero que vio Vegetta cuando abrió los ojos fue a rubius en el piso, mientras se calmaba el pitido que escuchaba, entre ello, logró identificar el llanto de un bebé en el fondo.

Había nubes de polvo en todas partes que entraban a sus fosas nasales hasta sus pulmones, lo hacían toser mientras se levantaba adolorido, y se empezó a arrastrar hacia rubius, le saco unos escombros de arriba y lo sacudió para que despertarse, con esperanza de que esté con vida.

— Rubius, levántate, tenemos que irnos. — Al ver que no se despertaba lo sacudió con más fuerza. — Rubius... Rubius, levanta. — Se empezó a desesperar, se le quebró la voz y se le lagrimearon los ojos, iba a ser su culpa que su amigo muriese.--- Por favor... – soltó ya como suspiro.

En ese momento, el oso tose y se intenta levantar con ayuda del mago que suspiró no solo de alivio, sino de alegría.

— ¿Qué coño pasó Vege?. —

Cuando el pelinegro iba a contestarle, se escuchó otra vez el llanto del bebé, y los dos miraron a esa dirección, y aunque le doliese, el peli blanco fue el que se levantó y se acerco mas rápido, como si un instinto se tratase.

Era exactamente lo que pensaban, un bebé que tendría unos máximos dos meses, era un poco pálido, con cabellera negra como la noche y enrulado, escondidos entre los mechones sobresalen dos pequeñas orejas negras, iguales a las de rubius. El mago reaccionó sorprendido y a la vez enojado, el contrario lo engañó, vio su cara y parecía sorprendido, pero él ya no le creía nada.

— ¿Qué hiciste Doblas?, ¿Por qué es un maldito oso? Se supone que solo lo creamos para ayudarnos, no para tus malditos... CAPRICHOS. Cada vez hablaba más fuerte y reventó gritando la última palabra, estaba enojado y frustrado, le mintió, fue egoísta una vez más. Se le acercaba mientras lo apuntaba y tocaba con su dedo en el pecho, acusándolo.

— Vegetta para... – Le decía mientras daba pasos para atrás por los empujes del contrario, él le continuó pidiendo que pare de gritar, aunque no lo escuchó y le siguió reclamando — VEGETTA PARA, ASUSTAR AL BEBÉ.--- Le gritó ya harto, solo quería sacar al niño de ese lugar y ponerlo seguro, algo le decía que lo hiciera, después le podría reclamar lo que él quiera.

El mago paró y se dio vuelta, miró de donde se encontraba la criatura, se acercó y lo observó un buen rato, se dio cuenta que no estaba lastimado, ni un solo rasguño, el solo estaba... 

asustado.

Suspiró y cargó al híbrido menor a pesar de que le doliese todo dejando a Rubius atrás,

— Shhh, ya está bien, no pasa nada, te voy a cuidar — susurraba mientras lo mecía en sus brazos intentando calmar y apoyaba su frente contra la del bebé. En el momento que le dio su dedo para que la pequeña mano la pudiese agarrar, se empezó a calmar casi mágicamente. Le entraron ganas de llorar, se sentía culpable.

[...]

Ninguno de los dos dijo nada en todo el camino, Vegetta caminaba y Rubius solo lo seguía desde una mediana distancia, no lejos, pero tampoco cerca. El niño estaba durmiendo tapado con lo que era el buzo del peli blanco, sabían que próximamente despertaría y volvería a llorar.

- ¿Qué hacemos con él?-

- No lo sé-

 Siguió el silencio.

- No lo podemos dejar-

- Ya sé- Se empezó a molestar.

- No sabemos que es capaz de hacer

 Ya no recibió respuesta.

- Nos lo vamos a tener que quedar- Fue interrumpido con un grito

- BASTA, NO ME DEJAS PENSAR EN CÓMO SOLUCIONAR TU MALDITO PROBLEMA, YA CALLATE- Paró de golpe y se giró.

 Y se empezaron a escuchar lloros del menor.

- Lo despertaste-

- Ya cállate- Lo intentó calmar, o se intentó calmar así mismo, quien sabe.

[...]

 Llegaron a su pueblo y caminaron hasta llegar a casa de Alexby, seguramente él tampoco sabría qué hacer en esta ocasión, pero no vendría mal una ayuda. Lo único que hizo fue abrir la puerta, sorprenderse y dejarlos pasar, sin decir una palabra.

Cuando ya estaban sentados decidió hablar porque ninguno de los otros dos se atrevía

- Y... ¿Qué pasó?-

-  Lo encontramos en el bosque / Su madre murió-

y ahí se quedaron mirando los dos enojados, hablaron arriba del otro y no sabían que excusa poner.

- Su madre murió / Lo encontramos en el bosque-  Y ahí van de nuevo.

 Suspira el mago.

- Lo encontramos en el bosque solo, a unos cuantos metros de su madre fallecida, era un oso, por lo visto híbridos, se ve que la quisieron cazar- 

 No les creyó nada a ninguno de los dos, mas porque esa criatura era una perfecta combinación de los dos, no era tan idiota, pero lo dejo pasar, preferiría no meterse.

- Entonces ¿Qué van a hacer con el?-

- Me lo voy a quedar, por eso necesitare ayuda- Prefirió hablar rápido antes que el oso idiota hable.

- Vamos a ver que puedo hacer, pero no se nada sobre bebés, menos híbridos-

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EAAAAAAA sigo con vidaaaaaaaa 

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⏰ Última actualización: Oct 10, 2023 ⏰

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El Experimento - 𝐀𝐮 𝐊𝐚𝐫𝐦𝐚𝐥𝐚𝐧𝐝 & 𝐓𝐨𝐫𝐭𝐢𝐥𝐥𝐚𝐥𝐚𝐧𝐝Donde viven las historias. Descúbrelo ahora