"Cranes of misfortune"

"Las mariposas de la muerte melancólica"

Recuerdo los momentos de pasto o algo similar en mi jardín de huesos...

Donde apenas mi craneo se formaba bien, donde mi ropa era pequeña o mi mente; Con mis pensamientos grandes a tal curiosidad sin pensar en el fracaso.

Mi padre alguien con una sombría sonrisa pero graciosa, estaba sembrando unas plantas llamadas "Quarilks" , al parecer estás al pasar el tiempo almacenan los malos momentos y te hacen recordarlos.
Yo al acercarme quería tocarlas con tanta emoción, con mi mano huesuda ,olvidandome de mi hueso de pescado mordido.

Mi padre acercándose con su sonrisa peculiar, dijo:

-Padre:Basta niño, comportate y ve a jugar con la tierra de almas.

-Hijo: ¡Papá, yo quiero tocar eso, porfaaaaa!

-Padre: Mhh , lo voy a pensar...

-Hijo: Si no me dejas, te voy a acusar con mamá.

Solo fue otro sueño, había despertado,todo se puso negro de nuevo...

-Padre: Hijo, ya llevas ahí 1200 horas viendo esa planta y estas empezando a asustarme.(Me ve ansiosamente).

-Hijo: (Muestra molestia) pa, ya ni mi mascota quiere ya jugar.

-Padre: Mira la verdad esto es mejor que lo sepas cuando crezcas, te prometo cuando tengas la edad adecuada te lo diré.

-Hijo: ¿Me lo juras?

-Padre: Te lo prometo por la rosa gris de mi corazón.

-Hijo: Va

Al pasar el tiempo, el cielo ardía igual que mi sonrisa.
Cuando de pronto una mariposa azul como el cielo más claro que había visto con tanta pureza; estaba en el "Quarilks" y la atrape con un frasco de "sincela", era una tipo trampa hecha de magia para que el animal no tuviera forma de escapar pero tampoco sentirse estresado o pudiera morir.

Esa vez tenía el animal más puro de mi vida en las manos más negras; mi padre solo se detuvo a darme un abrazo aunque el no podía ver que habia atrapado porque en la "sincela" solo el que atrape el animal lo puede ver y hasta que sueltes la trampa, los otros podrán ver tu caza.

Mi padre término de sembrar las otras cosas del jardín al final del día, estaba cansado y quería dormir un poco o comer.
Igualmente el me miro y dijo:

-Padre: Bueno eso es todo, vámonos.

-Hijo: Papá, ¿no me puedo quedar un rato más?

-Padre: Tu mamá nos está esperando para cenar, seguro es algo rico.

-Hijo: Bueno...

Me tomo de la mano; Vi por última vez el jardín, abrió la puerta de la casa, me miro de nuevo con su sonrisa y luego cerro la puerta.

Al final solo era un borroso recuerdo del largo viaje qué vendría...