Capítulo 19

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Cuando llegamos a nuestro cuarto ya no pudimos aguantar la risa ni un segundo más. No les miento cuando confieso que fue cerrar la puerta y reírnos como unos locos.

-¡Dios, Dios! - no pude controlar mi euforia - ¿¡Has visto su cara!?

-Joder, para no verla, lo mejor ha sido la del padre Darren - Isaac se sentó en su cama y estalló de risa otra vez - Aidan estas fatal, en serio.

Me senté a su lado y también me tumbé imitándole

-Eh, eh eh - me reí - Los dos estamos fatal. Pero reconócelo él se merecía eso.

-Obvio si - contestó - Le hubiese echado el frasco entero para que se deshidratase.

Yo estallé de risa mientras me levantaba de la cama

-Y luego dices que yo estoy mal - contesté, me acerqué a mi mochila y saqué un cigarro - ¿Vienes?

-¿A donde? - preguntó mientras yo señalaba moviendo ligeramente la cabeza hacia el baño.

-Me da un poco de miedo que puedan oler el humo, ya sabes.

-¿De un cigarro?

-Hmmm... No es exactamente un cigarro - dije mientras Isaac ponía los ojos en blanco - ¿Vienes? - él asintió y se levantó. Ambos fuimos al baño. Cerré la puerta y puse una toalla entre el pequeño hueco abajo de esta. Encendí el cigarro sorpresa y le di una calada para que tirase poco a poco. En cuanto estuvo prendido se lo pasé a Isaac.

-Bueno después de un examen siempre viene bien una relajación extra - dijo y me volvió a pasar el porro.

-La verdad si, me tiene hasta las narices este curso, como se nota que es el último - contesté. Y tanto, el año que viene vamos a la universidad, tienen que aprovechar el tiempo que les queda para amargarnos la existencia.

-¿A qué universidad irás? - preguntó

-Pfff aún no lo sé - volví a echar una calada. El humo entró por mi garganta y en seguida me la irritó - ¿Tu ya lo sabes?

-No realmente - respondió mientras le pasaba el porro - Mis padres están mirando universidades aquí y en Italia, prefieren que vaya a una privada y que estudie física y matemáticas como te han comentado.

-Espera... ¿Quizás te vas a Italia?

-Allí está mi abuela, Francesca, mis tíos y mi hermana mayor, Amaia, con su marido. Italia es una buena opción porque tengo a toda la familia de mi madre allí y vamos prácticamente todos los años. No estaría sólo y la conozco bien.

-Yo me quedaré en Dublin seguramente - respondí - La verdad, es tu vida pero no me gustaría que te fueses.

-¿Y eso? - preguntó - Podemos seguir en contacto y...

-Venga ya, Isaac - le respondí - Claro que seguiría en contacto contigo es sólo que, bueno, estaría genial ir a la misma universidad o eso había pensado.

-Vente conmigo a Italia - respondió sonriendo - Es hermosísima - dió una calada - Mi padre siendo irlandés de pura cepa amaba tanto Italia que se casó con una italiana, mi madre.

-Y aquí estas tú - respondí riendo

-Si, efectivamente, mis 4 hermanos y yo - dijo riendo también.

-Oye... ¿Y alguno de ellos o alguien de tu familia sabe que te gustan los chicos?

-No, sólo tú y bueno pues los chicos con los que he estado - respondió - Si se hubiesen enterado en mi familia o en mi otro colegio hubiese recibido cosas peores que insultos.

La solitaria tumba de Graceland Donde viven las historias. Descúbrelo ahora