11.

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Me siento enferma, me miro al espejo y no es mi cuerpo el que está ahí, estoy diferente.

Los números de la balanza bajan rápido y cada vez más, cierro los ojos, no lo soporto.

Odio estas horribles ojeras que adornan mis ojos marrones, ahora, sin brillo.

Cada vez noto más mis huesos, no puedo verme, no puedo soportarlo, una pastilla más, una pastilla menos, otra vez.

Me derrumbo,
Estoy jodida.

Entonces tocan mi puerta, eres tú, por fin, a tiempo.

Me miras y solo sonríes. Sabes que algo no va bien pero tú no ves nada malo en mí, no lo entiendo.

Y yo, que adoro tu sonrisa.

Adoro cuando ríes como niño chico, cuando me siento parte de ella, cuando es por mí, porque me tienes cerca, y no puedes evitarlo y yo tampoco.

Entonces, me propones dar una vuelta, para distraerme un poco y aquí me tienes, sonriendo, como si nada hubiera pasado, sonriendo como antes, a pesar de todo.

Creo que la gente de este parque comienza a sospechar que estoy un poco loca, tal vez si, tal vez sea amor, ojala no y solo sean las malditas hormonas, pero adoro lo bonita que está siendo esta locura, aunque a veces te odie, aunque a veces me odie, pero, piensa, solo podemos odiar a aquellos que de verdad queremos y de eso, no dudes nunca.

Y aquí me tienes, como romántica del siglo XXI muriendo de amor y no de pena, y ya iba siendo hora, joder.

Y que la gente hable, invente, es solo blá blá, nada más, que digan lo que quieran, que solo a mí me abrazas.

Y ya se puede acabar el mundo, que tú y yo seguimos esta guerra.

Llámame loca #NDAWARDS2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora