Mi nombre es Hitohito Tadano, dentro de lo usual soy un chico normal, altura promedio, apariencia promedio, incluso mis estadísticas en deportes y calificaciones son el promedio en la escuela, cualquiera podría decir, con razón, que no hay nada destacable en mi, y la verdad es que no lo hay, o bueno, no lo había...
Hitohito se detuvo en un semáforo, estaba de camino a la escuela, miró alrededor, vio a los otros chicos, la calle llena de ellos, todos con el mismo rumbo, y aún así, aunque estaba mezclado entre ellos, sumido en la masa de personas, se sentía completamente alejado de ellos, se sentía completamente ajeno, y al mirarlos solo podía pensar una cosa.
"¿Qué ocultaran ellos?"
Hitohito nunca había sido una persona con muchos secretos, claro que le gustaba guardar algunas cosas para si mismo, tener cierta privacidad, pero cuando se tenía una vida tan "normal" lo usual era no tener muchas cosas que ocultar, él siempre lo vio así, pero desde hace tiempo esa percepción suya había cambiado, porqué ahora él ocultaba un secreto. Llegó a su salón, incluso para eso era promedio, no llegaba ni demasiado tarde ni muy temprano, al menos siempre había sido así, aunque un buen observador podría notar que desde hace tiempo perdía cierto tiempo en los pasillo antes de llegar a su aula, intentaba matar tiempo por una razón.
Hitohito: ¡Ah, Buen día, Komi-san!
Saludo con la misma sonrisa de siempre al encontrar a su compañera también acomodando sus cosas en su asiento, un poco raro, cuando llegaba ella siempre ya se había acomodado, no importaba tal vez solo se despertó algo tarde.
Komi: Buen día, Tadano-kun
Aún le parecía sorprendente lo linda que podía hacer su letra todo el tiempo, especialmente tan rápido, aunque suponía que era cuestión de práctica. Él no quería importunar pero de inmediato notó la extraña expresión en su amiga, era raro, muchos no habrían visto esos pequeños rasgos en sus expresión pero él, él la entendía cada vez mejor.
Tadano: ¿Sucede algo, Komi-san? pareces algo, inquieta.
Ella vacilo un momento antes de escribir
Komi: No es nada, solo tuve problemas para dormir, gracias por preguntar.
Tadano: Oh... bueno, espero que no estés demasiado cansada...
Ella solo negó con la cabeza antes de retirarse, probablemente iba al baño, Hitohito solo espero a que saliera del salón para dejar ver la preocupación en su rostro, le dolía genuinamente el ver a su amiga con problemas, porqué el sabía que se trataba de mas que una mala noche, pero no podía preguntar, no tenía el valor de hacerlo, y sabía que eso lastimaba mas a Shouko ya que ella, de entre todos, esperaba que él pudiera ayudarla, ese hecho le pesaba demasiado, pero no podía, no podía decirle....
Najimi: ¡Hitomon! ¿Qué pasa, maestro, por qué tan serio?
Reacciono algo asustado, no había sentido aproximarse a Najimi, lo abrazaba por el cuello con la confianza usual entre ellos.
Tadano: Ah, ¿Qué?
Najimi: No te hagas el loco, ¿Qué pasa con esa cara de momia que tenías hace un momento?
Tadano: Eh... no, no es nada, solo no pude dormir, me desvele leyendo el nuevo número del chico motoserrucho.
Najimi: ¡Oh! ¿Ya lo leíste? estuvo genial ¿no? No puedo creer que el nuevo enemigo sea "la caída" había apostado a que sería la muerte.
Tadano: Sí, fue toda una sorpresa.
Najimi siguió hablando de aquella historia, hablaba sin saber que lo dicho por su amigo era solo una excusa que había preparado con antelación, una justificación que había preparado sabiendo que podía verse algo inquieto por momentos.
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Komi-san No puede comunicarse: Nuestro secreto
FanfictionLa historia del mayor secreto en la vida de un chico. Una historia de Hitohito Tadano