Tener una hija en mi vida había cambiado mi perspectiva; Ahora, todo lo que hacía era por ella. Buscar a Ellie, lo hacía por Julieta.
Dejé a mi hija a cargo de Tommy y María. Les proporcioné lo suficiente para mantener a la pequeña por al menos una semana. Eso estimábamos junto a Joel; la búsqueda de Ellie no sería algo fácil de llevar, conociendo a la muchacha, ya debió haber caminado bastante o quizás, estaba escondida en algún lugar recóndito.
Tomé mi mochila, mi arma y le di un gesto ligero a Joel anunciando que ya estaba lista para salir. Tommy nos ofreció caballos para acelerar la búsqueda, pero ambos negamos. Queríamos ir de a pie.
Salir de Jackson se sintió extraño. Hacía meses que no salía a la intemperie, todo se veía igual. Sólo que más soleado y sin nieve. Ahora se podía ver el pastizal alrededor de la comunidad y los arboles lucían sus hojas verdes. Di un último vistazo hacia atrás, prometiéndome a mi misma que volvería al lado de mi hija.
—Joel, tú conoces a Ellie. ¿Tienes alguna idea de a donde pudo haber ido? —Inquirí. Joel negó. Hasta para él le era imposible predecir los movimientos de Ellie.
Caminamos un buen trazo en silencio. Joel iba delante y yo detrás de él, sin soltar mi pistola, observando a mi alrededor atenta. La visión se hacía más fácil ahora que la nieve no cubría todo. El camino estaba despejado.
Me detuve, sin embargo. Mi pie izquierdo punzó, justo en la zona donde la trampa de osos se había incrustado hace meses atrás. Me quejé, levantando parte del pantalón para ver la cicatriz en mi piel.
—¿Q-qué te sucedió? —Preguntó Joel, agachándose de inmediato para observar la marca de los dientes de la trampa. —¿Una trampa de osos? ______________, pudiste haber perdido el pie. —Dijo alarmado. De inmediato hurgueteó en su mochila, en busca de lo que parecía ser una huincha negra.
—Por un momento había olvidado que caí en este tipo de trampas. —Reí por lo bajo. Joel seguía inspeccionando la zona herida. —Por eso detesto la nieve...
—Tuviste suerte. —Dijo Joel. —Una trampa así...
—Si, pero era pequeña. Por suerte pisé esa y no la que estaba más adelante. Como dices tú, fue pura suerte. —Confirmé. Joel cubrió mi tobillo para afirmar mi pie. Me senté sobra la tierra y sobé mi piel, el caminar había activado el resentimiento en mi hueso.
—Si quieres podemos detenernos y seguir mañana. —Ofreció Joel. Negué.
—Ellie avanzará y no podremos encontrarla. —Dije y me levanté. —Julieta nos espera, Joel. No podemos dilatar la búsqueda.
Comencé a caminar, y pese a que el pie me dolía, no lo demostré. Ahora, Joel caminaba a mi lado.
—¿Cómo sobreviviste a ello? —Me dijo. Sonreí, recordando aquel momento. Casi pierdo el pie, pero el haber conocido a dos adultos que me brindaron la ayuda necesaria era lo que destacaba de aquella situación.
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Pedro Pascal - Joel Miller || One Shots
FanfictionPedro Pascal || Joel Miller here One Shots