Hay noches más oscuras que otras, y no se trata necesariamente del color del cielo, se trata de que algunas veces en el insomnio todo me parece tan oscuro que siento como poco a poco muero.
No es tan agradable sentirse en una tristeza tan profunda, pero hay noches tan oscuras que parecen que todas las cosas malas pasan por mi cabeza de tal manera que parece que nunca acaban, sino al contrario parece que abundan.
Recuerdo tantas noches en las que no sabía como escapar de ese agujero, parecía que no había forma de salir, me sentí tan miserable en varios desvelos, es que no sabría explicar tanta tristeza que había en mí.
Tanto deseé morir para terminar con esa sensación que tanto me ahogaba, es que sentía que todo me hundía y entre más quería una solución, parece que nada nunca terminaba.
Perdí las veces que pedí a Dios para ya no sentirme así, me sentía el ser más triste del mundo o al menos el más triste cuando llegaba cada noche, tantas veces me preguntaba el porqué aún seguía yo aquí.
Tantas noches se han apoderado de mis momentos más bajos, yo sólo siendo víctima, por así decir, es que no encuentro nombre a la miseria de esos momentos indeseados, solamente sé que me dolía el simple hecho de existir.
Una noche no tan oscura me preguntaba porqué me sentía de esa manera, parece que todos fueran felices y simplemente en las noches más oscuras el mundo entero me lanzara toda su tristeza.
Muchas veces deseé cerrar los ojos y ya no despertar más, solamente que quería que todo terminara, solamente ya no quería sufrir más.