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CAPITULO TREINTA
Y SIETE








CAPITULO TREINTA Y SIETE

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1974. Pandora.










-Ya no quiero mas. No me sale.

Un golpe en su cabeza fue lo único que recibió Shafira a cambio. Rodó sus ojos con molestia.

-Mo'at.

-Eres débil -reprimo la mayor- como una niña tonta.

-Pero no lo soy!

-Demuéstralo.

Shafira gruñó, sentándose otra vez a tratar de terminar ese maldito saco. Amaba que Mo'at la entrenara a escondidas pero el tejido de cuero era sumamente difícil.

La menor bostezó, llamando la atención de la Tsahik. -Te aburren mis lecciones querida?

-No... Tengo sueño nada más.

-Es tu decisión que esto sea a escondidas.

Shafira no responde, concentrandose una vez mas en poder terminar al menos la mitad del saco de cuero para poder irse a dormir.

-No entiendo como tejer me ayudará a ser Tsahik. Si lo que tengo que hacer es interpretar los mensajes de Eywa.

La respuesta de Mo'at es silenciosa, haciendo a Fira confundirse aún más. -O hay algo que no me estas contando?

-Déjate de preguntas y teje! Cuando sea el momento aprenderás todo...

Ella rueda sus ojos, retomando la misma posición de antes para poder estar mas cómoda. Aprovechaba las veces en que Mo'at no la veía para cerrar sus ojos y descansaba al menos 6 segundos.

-Ma'Neteyam, pero que haces despierto?

Los ojos de Shafira se abrieron con alivio, le causaba paz saber que el estaba aquí. Volteó su cuerpo para encontrarlo mirándola con una sonrisa. -Abuela, vine a buscar a Fira para llevarla a la cama.

-Pero es temprano todavía...

-Abuela, pasaron dos horas. Queda una hora para que termine el eclipse, déjala dormir un poco si? -El acarició un poco el hombro de la mujer, tranquilizándola mientras Fira se levantaba de su lugar- mañana pueden seguir.

Mo'at observo de reojo a la pareja de su nieto, a aquella niña que se había convertido en otra nieta para ella. El carácter de la Tsahik era potente y exigente, pero nunca faltaba su muestras de amor. Así que la mayor tomó a Shafira dejando un beso en sus grandes trenzas que ella misma había hecho antes de dejarla ir con su nieto; observando a ambos con una amplia sonrisa mientras volvía a entrar todos aquellos elementos de tejido.

BIGGER THAN THE WHOLE SKY• Neteyam Sully Donde viven las historias. Descúbrelo ahora