XIII

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Estaba realmente sin palabras, había sido una noche llena de detalles por parte de la pelinegra. Como habían quedado, le recogió en el apartamento de Lucia, con un gran ramo de gerberas pues de sobra esta sabía que eran sus favoritas. Le llevo a un elegante restaurante, cenaron, charlaron, rieron y no podía dejar de sentirse como una cría de nuevo por los constantes coqueteos y palabras bonitas de su esposa. Le recordaba tanto a la Juliana de 17 que hacía todo por conquistarle y esto le provocaba miles de mariposas revoloteando en su estómago.

Se dirigieron a su casa y se sentaron una frente a la otra en el gran sofá del salón con una copa de vino cada una. Debían de terminar de hablar de su situación, porque, aunque había sido una noche estupenda es un tema que no podían eludir, como si nada hubiese ocurrido.

Juliana puso su mano sobre la mejilla de Valentina, acariciándole con el pulgar suavemente. Mientras la castaña hacia círculos con su índice en el brazo de su esposa.

Se miraban como tratando de memorizar cada fracción de su rostro de nuevo, perdiéndose por completo en el hermoso color de ojos de la otra.

Quiero que vuelvas a casa Val, verbalizo la pelinegra rompiendo el cómodo silencio que tenían.

Se que metí la pata descuidándote todo este tiempo, pero te juro que ahora entiendo y las cosas serán diferentes, yo voy a ser diferente. Enfatizó

No quiero que seas diferente Juls, solo que te esfuerces por entenderme y así yo poder sentir que no estoy sola en este matrimonio. Respondió la castaña tratando de ser lo más sincera posible. Debes estar completamente segura de lo que quieres, porque no puedo volver a esa situación de nuevo, y no pienso resignarme a esa vida más. Pero tampoco quiero obligarte a renunciar a lo que quieres.

Tú eres lo que quiero, sé que por un tiempo perdí mi norte, y lo siento por hacerte dudar de lo que realmente quiero, pero siempre has sido tu Val, sin ti nada más importa y prometo que lo haré. Voy a poner tus necesidades por encima de todo. No quiero perderte, me niego a dejarte ir. Le dijo Juliana y Valentina pudo ver toda la honestidad de sus palabras a través de sus ojos.

Y tú Juls, ¿me perdonaras? Porque sé que lo que hice... continuo Valentina, pero no pudo terminar pues fue cortada por la pelinegra.

No hiciste nada Val... Juliana se detuvo un momento, suspiro y siguió. No te niego que los celos me lo han puesto muy difícil. Y aún me hierve la sangre sólo de pensar en eso, pero quiero dejarlo atrás y preocuparme por lo que es importante. Nosotras... pero también necesito saber qué piensas, porque me dijiste que estabas confundida y quiero que estés completamente segura de lo que quieres tú también. Término de decir y cerró los ojos esperando que la respuesta de Valentina no fuera muy dolorosa.

Valentina la miro con gran pena en su corazón, la culpa era una constante desde hace bastante tiempo y ver a Juliana tan vulnerable la terminaba de matar por dentro. Es cierto que con toda la situación llegó a confundirse, pero no más allá de dudas sobre lo que quería para su vida. Nunca sobre su amor por la pelinegra, tenia muy claro a quien amaba y Velma aunque le hacía sentir muchas cosas no dejaba de ser solo un reflejo de lo que quería en su esposa.

Juls mírame... le dijo Valentina tomándole de la barbilla para que le prestará atención. Nunca he dudado ni un solo segundo de que a quien amo es a ti. Por Velma no he sentido ni la mitad de lo que tú me haces sentir... y sí, me sentí atraída hacia ella y me siento fatal por eso. Pero no ha pasado ni pasará nada. Mi único y verdadero amor has sido tu y lo seguirás siendo incluso si decidieras que ya no me quieres en tu vida. No voy a ser hipócrita, mentirte y decirte que no me pasó por la mente cómo sería mi vida con alguien más, pero al final de todo esto, me he dado cuenta de que no es a Velma a quien necesitaba sino lo que me hacía sentir, pero no fue suficiente y nunca lo será porque quiero todo eso Juls, pero lo quiero de ti.

Val... yo también te amo, con todas mis fuerzas y trataré de darte todo de mí, de ser perfecta para ti. Le respondió la pelinegra antes de inclinarse y besarla con ternura.

No quiero perfección, yo no lo soy y nunca lo seré... sólo te quiero aquí, presente, conmigo, quiero sentirte, quiero a mi Juls, de la que me enamore como loca. Término por decir la castaña y volvió a besarla ahora si con más necesidad.

Horas más tarde se encontraban en su cama, desnudas, piernas entrelazadas, Juliana con una enorme sonrisa en su rostro al ver a su esposa seminconsciente sobre su cuerpo después de darle ese último tercer orgasmo. El brillo de una leve capa de sudor les cubría y a la pelinegra le fascinaba poder llevarla hasta ese estado.

Rodó sobre Valentina, quedando así ella encima de la castaña, escuchando el leve gemido de sorpresa de su esposa.

Oye... estaba tan cómoda. Se quejo Valentina con un puchero y Juliana soltó una risotada

Mmmm en serio, porque me parece que a tu cuerpo no le desagrada para nada tenerme así. Respondió tomando la pierna de Valentina del muslo y acomodándose de tal forma que sus sexos estaban en contacto. Se inclino y la beso mientras comenzaba un leve movimiento con su cadera moliendo sus centros.

Dejo de besarla para ahora juntar sus frentes mientras intensificaba sus movimientos de pelvis. Era intenso, intimo, la sensación de hacer el amor mirándose directamente a los ojos sin importarles absolutamente nada más que amarse sin prisa.

Sus jadeos incrementaban y se perdían en los labios de la otra que estaban a escasos centímetros. No eran necesario las palabras, entre miradas y sensaciones todo era dicho.

Y así entre gemidos intensos y movimientos desesperados llegaron las dos a un orgasmo tan placentero que les llevó a ambas a un sueño profundo y tan lleno de paz como hace tiempo no sentían.

Y así las recibió la mañana, después de una noche intensa de amarse sin prisas ni reservas. Una en brazos de la otra haciendo honor al pacto que una vez decidieron hacer ante la ley, sus familias y amigos. Decidiendo elegirse una y otra vez por sobre todas las cosas, en la buenas y en las malas... perdonándose día con día los errores que conlleva ser simples mortales.




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Comentario de su autora lilu1010

Hola, acá les deje un poco de miel. *hay el amor, suspira como adolescente*

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🍰Gracias por leer y por todo el apoyo 🍑

By lilu1010

Decisiones (Juliantina AU) - AdaptaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora