CAPÍTULO 11: TRATO

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Y continuamos. Let's a go!

Cuatro horas habían pasado desde que Luigi se fue de la casa y aún no había vuelto, por lo que Mario fue a buscarlo. Le buscó por la villa de los Toads y por los alrededores del castillo de la princesa, pero no hubo suerte. Entonces recordó que cuando eran pequeños Luigi siempre se escondía en los matorrales del parque cada vez que se avergonzaba de sí mismo o cuando quería estar solo, por lo que Mario fue al bosque que había detrás del reino a seguir buscando a su hermanito. Le costó un poco, pero consiguió dar con Luigi, pues su sollozo rompió el silencio del bosque.

M: “Hey, ahí estás.”

L: “¡Déjame!” Exclamó dándole la espalda a Mario.

M: “Venga bro, volvamos a casa. Debes de tener hambre y…”

L: “¿¡Para qué!? ¿¡Para que me vuelvas a meter drogas en la comida!?”

M: Suspiró. “Mira, entiendo que estés enfadado conmigo y tienes todo el derecho de enfadarte, pero te juro que nunca te lo hice con ninguna mala intención. Te prometo que no llegué tan lejos, ni siquiera te llegué a desvirgar.”

L: Su inocente curiosidad hizo que se voltease a Mario. “¿Qué es desvirgar?”

M: Se sonrojó por la vergüenza que le daba tener que contarle sobre la virginidad. “Es cuando… cuando dos personas hacen el amor por primera vez.”

L: Lo miró algo confundido. “¿Y cómo es que dos hombres pueden hacer el amor entre ellos?... Oh, lo siento, mi curiosidad pudo otra vez conmigo, je, je.” Rio algo avergonzado. “Pero aun así, ¿cómo sé que lo que dices es cierto?”

M: “Porque yo tampoco estoy desvirgado.”

L: “Pero… ¿y la princesa?”

M: “Entre ella y yo no hay nada.” Se sentó al lado de Luigi. “¿Cómo te sientes ahora?”

L: “Un poco mejor. Pero sigo enfadado.”

M: “Es comprensible. ¿Hay algo que pueda hacer para qué no sigas enfadado conmigo?”

L: “Bueno… quiero hacerte lo mismo que me has hecho tú, pero sin estar dormido.”

M: Ahora su cara estaba toda colorada. “¿Q-quieres… meterte mi pene en tu boca?”

L: “¡Venganza bro!” Él no sabía que más que un castigo se trataba de un regalo.

M: “*¡Por Dios, tan inocente!* Ok bro, es un trato justo.” Dijo siguiéndole la corriente. “*No puedo creerlo. Me va a hacer una mamada.*” Su cara reflejaba lujuria  felicidad.

Luigi, a pesar de su decisión, notaba que Mario no estaba molesto ni tampoco puso ninguna contra por su petición, lo que junto a la expresión de Mario sentía que algo no cuadraba. Pero su mente inocente seguía sin entender.


Bueno, qué os ha parecido?

Valió la pena la espera?

Hacedmelo saber en los comentarios, yo os leo a todos.

Nos vemos 💕

Leche (Mario x Luigi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora