Segunda Opción

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¿Qué fue lo que pasó?

Solo recordaba que estaba ahí por la guerra que estaba en todo este tiempo, el horrible y agobiante trabajo en el que estaba y lo peor de todo es que no podía tener una idea propia, se sentía fatal cada día y no sabía cómo describir su amargura pero algo en el cambio por completo y eso era el hecho de que unos nuevos reclutas estarían con ellos, no le tomo importancia pensando que ellos no durarían ni dos días.

Eran la seis de la mañana, desde hace rato estaba entrenando, su rutina solo era escalar, disparar y sigilo. El cabo de ojos rosados solo podía suspirar cansado, el sudor adornaba su pelaje y al tener solo una camisa sin mangas blanca le quedaba pegado algo que le parecía molesto pero no sé lo pensaba quitar aunque fuera muy molesto.

— ¡Ya llegaron los nuevos reclutas!

Fue lo que escuchó, podía distinguir que se trataba del sargento Caricias así que se fue para saber de quienes se trataban.

Que mala decisión fue ver a los nuevos pues ninguno tenía sus espectatibas aunque claro que uno de ellos no era tan malo pues parecía tener buen físico para ser un buen soldado, un oso de pelaje amarillo un poco más claro que el suyo y de ojos rosados más intensos, suponía que ese era el tal Coco que los ayudaría en la guerra pero nada le parecía muy bueno hasta que... Apareció el.

Un oso tan lindo de pelaje azul y suave como la seda y unas partes blancas, su nariz adorable y sus ojos, esos ojos azules como los de una cascada cristalina que transmitía armonía aunque el único defecto que tenía solo eran sus arrugas y su expresión sería que hacen que sus arrugas se noten pero Pompón... Oh Dios, era la primera vez que podría decir que vió a un ángel, se sentía tan diferente cuando lo vió, se sentía con cierta alegría y nervios.

— Bienvenidos, espero muchas espectatibas de ustedes.

Se decía en las bocinas pero Pompón no le tomaba importancia, solo quería saber más sobre el oso azúl que no podía dejar de ver, suspiraba a cada rato con tan solo ver sus ojos azules se sentía en otro mundo.

Pero se había fijado en algo, el oso lindo de ojos azules (como lo había apodado) no dejaba ver a ese tal Coco algo que pensó que posiblemente solo lo veía como un rival, si, solo un rival...

¿O tal vez no?