¿Alguna vez has escrito algo que sabes que jamás podrás decirle a esa persona?
Son solo cartas que escribí para calmar mi alma creativa. Siéntete libre de leer estos pensamientos, tal vez y puedan inspirarte en futuros proyectos.
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El hilo rojo del destino, dicen los mitos que este está ligado a dos personas, las une para siempre y representa el amor verdadero.
Cuando creía en este cuento miraba mi meñique e imaginaba que lo enredada con ese hilo, luego entre risas lo tiraba pensando que mi alma gemela se había caído. Un juego de niños, que si fue real espero no haberte lastimado.
Al crecer he observado que la gente elige seguir en la fantasía o ver la realidad. Yo no sé si me quedé o salí, tal vez quede junto a los que están en medio de ambas, pues aún pensaba en ese hilo, pero no del mismo modo.
Ahora este estaba roto para mí, muy exagerado, lo sé, sin embargo, era imposible escapar de la soledad. Dicen que ese hilo es irrompible, pero sentía que el mío se había quebrado, tal vez mi alma gemela ya no existe.
Aun así, cuando te vi, por un momento pensé nuevamente en ello, ¿y si tú eres mi destino?, puede que esté llevando esto muy rápido, pero como anteriormente he dicho, tengo la premonición de que te conocí para algo, aun si no es amor, no puedo evitar pensar en ti.
Y otra vez vi el hilo, o una esperanza, quien sabe. Quizás el día que nuestros ojos se encuentren tú seas el que se pregunte estas cosas... y pienses en este dilema.
Si resulta ser cierto, entonces debería disculparme por todas esas caídas. El universo actúa de formas muy extrañas y sigo sin entender qué hace para unirme a ti.
Como quisiera que me dieras una señal, una pequeñita, aunque sea, de que sabes sobre mi existencia. Suena de locos, pero mi vida siempre ha sido una locura, así que ¿por qué no?
Te visitaré nuevamente en sueños, mi voz podrá ser débil, pero seguiré intentando, así que espera, porque si el destino está conspirando, entonces no me rendiré hasta lograrlo.
