Compañeros de Cuarto

CAPITULO 6

Oigo pasos detrás de mí, pero no me detengo. Entro en la habitación y cierro la puerta de una patada. Solo que esta no se cierra, simplemente golpea algo y luego se abre.

—¿Estás bien? —pregunta Jin, y lo fulmino con la mirada mientras dejo caer la manta.

—¿Te parece que estoy bien?—Siseo, y sus ojos se abren un poco cuando ve la tienda de campaña en la parte delantera de mis pantalones. Es enorme—. Cierra la puta puerta antes de que alguien más eche un vistazo.

Jin entra y cierra, pasando el seguro.

Y luego nos miramos el uno al otro en la habitación con poca luz.

—Eso parece doloroso, Jungkook —dice finalmente Jin, y yo gimo.

—Tus dedos son exasperantes. No deberías haberme tocado de esa manera, allá abajo —digo mientras me acomodo y me doy la vuelta.

Una cosa es acostarme encima de este tipo y acurrucarnos ocasionalmente, pero es otra cosa distinta hacer algo más.

Sin embargo, actualmente estoy olvidando la razón por la que eso es tan importante.

Jin se aclara la garganta y luego hace un gesto hacia el baño.

—Tal vez deberías encargarte de eso.

Bufo.

—Tú deberías ser el que se encargue de esto, imbécil. Tú lo causaste.

Me mira y luego se mueve sobre sus pies, sus dedos marcando un ritmo sobre sus muslos.

Y entonces, él se está acercando a mí, haciendo tropezar hacia atrás y la parte trasera de mis piernas golpean con el borde de la cama.

—¿Qué estás haciendo?—pregunto, pero él no dice una palabra, solo me acaricia.

Esa mano suya está ahuecando mi erección, y casi hace que me desmaye.

Y luego aprieta, y yo no puedo respirar.

—Siempre asumo la responsabilidad de los problemas que ocasiono—dice, y sus pulgares se enganchan en la cintura de mi sudadera. Tira hacia afuera y hacia abajo hasta que mi polla se balancea tensa entre nosotros.

—Oh, mierda —siseo mientras envuelve esos dedos largos y suaves alrededor de mi gruesa longitud.

Verlo, su mano envolviendo mi polla mojada, es algo obsceno. Nunca antes un tipo me había tocado allí. Nunca. Y por alguna razón, no puedo apartar los ojos de esa visión.

Lentamente mueve su mano, y tengo que agarrar algo antes de caerme. Saltan chispas a través de mi abdomen y mis pezones se endurecen dolorosamente. Mis manos luchan por encontrar algo a lo que sujetarme para no caerme, me engancho del hombro de Jin, agarrándolo como si mi vida dependiera de ello.

Él comienza a trabajarme como todo un experto, su mano se desliza hacia arriba y hacia abajo, follándome con el puño.

Una vez. Dos veces. Tres veces.

No puedo apartar los ojos. Solo lo veo mover la muñeca hacia arriba y hacia abajo.

¿Cómo es esto se siente tan bueno? Esto no debería ser así. Es un chico... Jin...

Sus ojos se encuentran con los míos, y luego, sin previo aviso, mis caderas se sacuden, mis pelotas se contraen y me corro, disparando mi carga sobre él.

Es una cantidad obscena de semen. Continúo durante años y cubre su mano y la parte inferior de su camisa. Hay tanto que gotea en el suelo y puedo oír como salpica entre nosotros.

Y cuando finalmente termina, siento el calor de todo mi cuerpo.

—Eso fue... rápido —dice Jin, todavía agarrando mi polla mientras se ablanda.