Si la ves.

659 43 5
                                    

POV CALLE.

-¿Podrías hacerme un favor?-pregunté.

Mi amiga Laura me vio sobre la carta en sus manos, ella aún no decidía qué pedir en el restaurante y yo ya tenía mi bebida en mis manos.

-¿Tiene que ver con Poché?
-¿Como sabes?
-Quizá porque desde el camino ha sido nuestro tema de conversación.-dijo obvia.

Reí levemente y le di un sorbo a mi bebida. En el camino de mi departamento hacia el restaurante habíamos hablado sobre lo sucedido con Poché. Desde que cortamos ella se quedó en Miami y yo me había mudado a L.A.

Ella me había pedido que no me vaya, Miami es enorme para las dos. Pero todo lo teníamos en común ella y yo. Y sabía que si ella me pedía ir a verla yo iba. Porque a pesar de saber que había fallado en tantas cosas yo seguiría corriendo hacia ella y debía sanar también para no ser dependiente de su afecto.

Nuestra relación se volvió un tormento, primero para mi, luego para ella y por último para ambas. Éramos como el gato y el ratón, vivíamos jodiendonos y después jugábamos con el perdón para intentar nivelar las cosas pero ya ni siquiera podíamos soportarnos.

-Solo quiero saber como está, si la ves... solo... pregúntale sobre su trabajo, si ella es feliz en el...
-Seré cuidadosa en mi investigación.-guiñó el ojo.-¿Tan mal sería que tú le hablaras?
-Por nuestro bien prometí no volverle a hablar ¿recuerdas?

Lau me apretó mi mano levemente de manera comprensiva.

Todo este tiempo he querido saber de ella pero en LA estaba tan ocupada y cuando hablaba con mis amigos podía contarles miles de cosas. Ellos siempre respetaron que no quería hablar de Poché en un buen tiempo.

Habíamos compartido tantas cosas juntas, lo teníamos todo. Rentábamos una casa para los dos, soñamos con comprar una en un par de años más. Mi trabajo era muy demándate muchas veces pero siempre buscaba algún tiempo para ella, yo tenía la fortuna de que la compañía de mis padres tengan oficinas en varias ciudades, no siempre debía ir a la oficina al menos que algún cliente sea exigente y pida hablar conmigo. Mis padres empezaron un negocio de puertas y ventanas, más a la venta para otras compañías, así que la distribuidora ha sido un negocio familiar de los cuales siempre estuve interesada.

El trabajo de ella como fotógrafa a veces le dejaba mucho tiempo libre y supe que algo iba mal cuando en su tiempo libre ya no estaba en la casa.

Le di un sorbo a mi bebida, y recordé las veces que vinimos a este restaurante con ella, siempre fue mi favorito. Quizá la nostalgia me tenía de tal manera y en mi mente formulaba las preguntas porque en el fondo si quería saber de ella.

-¿Y ella volvió a pintar?-pregunté con cierta nostalgia e interés.

Mi amiga me dio una sonrisa. El mesero nos entregó nuestra comida y cuando se retiró Laura asintió con la cabeza con su sonrisa cálida.

-De hecho supe que incluso volvió a vender una que otra ilustración.

flash back*

Intentaba concentrarme en un gran pedido de esta semana, la ansiedad de que Poché aún no llegara me hacía no poder concentrarme, no me contestaba ni llamadas ni mensajes y eso me preocupa. Eran quizá más allá de las 10 de la noche y estaba a punto de llamar a nuestros amigos si estaban con ella cuando cruzo por la puerta.

Se veía echa un desastre pero no venía pasada de copas, me miró sorprendida y de una manera extraña.

-Pensé que te quedarías en tu oficina.-dijo sin acercarse a mi.

Si la ves Where stories live. Discover now