Stelle.
El día había llegado. Hoy en teoría no vería más, ni a Eric ni a más nadie de este mundo.
No pude dormir en toda la noche pensando en si hacía o no lo correcto. Y lo que me decía mi conciencia era que no. Mi cerebro me decía que sí. Y mi corazón me repetía mil veces no.
Layla nos dijo que tuviéramos claro a dónde queríamos irnos. Yo no lo tenía claro, porque no sabía si quiera, si quería irme.
En la mañana Eric me despertó y a pesar de dormir si acaso dos horas, me levanté y puse mi mejor actitud para no levantar sospechas.
Eric me ayudó a hacer mi maleta y yo más tarde me encargué de hacer una mochila.
Después de desayunar Eric me llevó al parking de la escuela en donde todos los autobuses nos estaban esperando para montarnos e irnos a la excursión. Eric no paraba de mirarme por el espejo retrovisor,y no sabría describir su mirada. ¿Está triste? ¿O tal vez preocupado?
Antes de salir de casa abracé fuertemente a mi perrito querido.¿Estoy dispuesta a dejarle aquí? Sin duda lo extrañaría muchísimo. También observaba por última vez la casa. La casa que prácticamente me vio crecer y en la que tengo un montón de recuerdos. Llevo una foto de Eric y yo de unas vacaciones que hicimos a París guardada en el bolsillo de mi mochila.
Al llegar estaciona el coche y tras bajarnos me acompaña hasta los autobuses en donde hay más gente despidiéndose de los niños.
-Bueno peque, el día más esperado a llegado, supongo-me dice poniéndome su mano en mi mejilla y acariciándome como si fuera su bien más preciado-. Lo pasarás genial, estoy seguro-yo le sonrío y le doy un abrazo fuerte por la cintura. Le aprieto muy, muy fuerte-Hey...-dice en tono dulce y se agacha para poder verme mejor-Sólo serán dos semanas, luego volverás y compartiremos más. Y no te preocupes por el perro ese, lo cuidaré muy bien.
Yo le vuelvo a abrazar. ¿Estoy nostálgica? ¿O qué es esto que siento? Amor... Eso es lo que siento. Quiero a Eric. Le quiero. Se ha comportado como el mejor papá que pudiera haber pedido. Y creo que pensar que perderlo me dolería mucho.
-Mira, allí está Sabrina. Todo saldrá bien ¿Si?-dice dulce y yo le miro para así recordarle siempre a donde quiera que vaya, yo me volteo y miro a Sabrina que hace lo mismo que yo con Hugo. Vuelvo a mirar a Eric-¿Llevas tus pastillas para no marearte?
Yo las saco de mi bolsillo y se las muestro orgullosa.
-No haz tenido un ataque de asma en años, pero, ¿Llevas el inhalador?-otra cosa que sumar a la lista, es la única persona en el universo que alguna vez se preocupó por mí. Nunca lo había pensado tanto comoe Atos dias antes de marcharme.
Yo vuelvo a asentir y tras volverle abrazar, él se despide de mí y tras darme un beso en la mejilla me dice que me suba al autobús y tenga el mejor comienzo de verano del mundo.
Busco un asiento libre y decido sentarme al final, hay un asiento libre a mi lado y dos detrás en donde podría sentarse Layla o Sabrina, la última que llegue, supongo.
Lo observo desde la ventana, que se queda esperando a que el autobús se marche. Hacemos contacto visual y me agita la mano y me lanza varios besos que yo finjo atrapar.
Dios Eric, detente. Haces esto más difícil de lo que yo quisiera. Haces que dude de mi decisión.
Sabrina.
En la mañana tenía un nudo en el estómago. El día había llegado y yo tenía el corazón a millón cada vez que Hugo me hablaba o miraba.
Me repitió mil veces que estaba muy orgulloso de mí por haber pasado todas mis materias. Él sabía más que nadie todo el esfuerzo que le había puesto.
Me llevaba ahora al instituto para dejarme en los autobuses y me hablaba de como había visto fotos del sitio en internet y me dijo que estaba seguro de qué me encantaría. Me advirtió que tuviera cuidado al nadar y al subirme a los caballos. Y que no hiciera nada de lo que no estuviera segura.
Esas palabras retumban en mi cabeza.
Qué no hiciera nada de lo que no me sintiera segura.
Como por ejemplo, el plan.
Pensaba que tenía esta sensación rara en el estómago por qué era algo arriesgado, pero nunca pensé que no me sentía segura con el plan.
Hemos repetido lo que hay que hacer más de mil veces y lo tengo más que claro, pero mientras el plan se repite una y otra vez en mi cabeza, yo menos segura me siento de saberlo.
-Te voy a extrañar mucho pollito-me dice abrazándome lo que hace que mi corazón se encoja y se ponga en mi puño. Me sorprende mi respuesta.
-Y yo a ti.Dicho esto, me acomoda mi chaqueta de jean, que se había convertido en mi favorita, y que por cierto, pertenecía a Hugo de cuando era más joven. Y tras darme un beso en la cabeza, me subo al autobús. Observo a Stelle sentada al final, con la cabeza apoyada en la ventana del bus. Mira distraídamente a todas las chicas que como yo se estaban despidiendo de sus representantes.
-Hola-le digo yo antes de quitarme la mochila y sentarme a su lado. No hay rastros de Layla.
Ella me saluda del mismo modo y me coge la mano con un gesto desesperado.
-Estás temblando-le digo yo. Ella agacha la mirada y yo le cojo su cara que solo mira sus manos. Cuando levanta la vista y veo sus ojos tristes la abrazo.
-No quiero hacerlo-me susurra al oído con una voz rota.Layla.
El día más soñado de mi vida había llegado. Hoy me iría de este infierno. No podía parar de sonreír.
Christian no hizo ninguna pregunta al verme tan contenta. Seguía tratándome de forma cortante igual que el resto de los días tras lo ocurrido con Jane.
Al llegar al parking, el apaga el coche y me acompaña hasta los autobuses. Me ayuda con mi maleta.
-Espero tengas un buen viaje y un buen comienzo de verano. Te lo mereces por ser una de las mejores estudiantes del instituto-creo que en estas semanas no me había dicho tantas palabras como ahora. Se sintió reconfortante oír su voz de nuevo.
Yo le sonrío y me acomodo la mochila.
-Por favor, no hagas ninguna estupidez que amerite que vaya a ese bosque en mitad de la nada a buscarte.
Yo asiento y le prometo que no haré nada. No haré nada, porque no voy a ir a ese estúpido campamento.
Me despido de él con un abrazo y me subo al autobús.
Busco con la mirada a Stelle y a Sabrina que están sentadas al final del autobús, Stelle apoya la cabeza en el hombro de Sabrina y tiene los ojos cerrados.
Detrás de ellas hay dos asientos libres. Así que me dirijo allí.
Al saludarlas, ellas me saludan de forma extraña, pero le echo la culpa a que son las 8 de la mañana. Nadie está de humor a las 8 de la mañana. Nadie, menos yo.
¡Hoy sería libre como un pajarito! Con suerte mañana iría a mi casa a visitar a mamá y a mis hermanas. Me moría de ganas de ver sus caras de nuevo.
Al cabo de unos diez minutos el autobús arranca y todos los representantes que se habían quedado fuera esperando a qué el autobús arrancase se despiden de forma eufórica y mandando besos y agitando la mano. Yo busco a Christian pero no lo veo. Realmente no sé ni para que lo busco. Ni me importa. Hoy sería el último día que vería su cara.
¡Adiós instituto cruel! ¡No lo extrañaré!
×××
Hola!!!! Lili aquí!!! ESTE CAPÍTULO SE LOS SUBO PARA AGRADECERLES POR LOS 100K
Alguna vez les dije lo increíbles que eran???
Gracias y mil veces gracias por todo el cariño que me transmiten a través de la pantalla. Los quiero un montón.
Necesito saber sus opiniones de este capítulo. Lamento dejarlo así en suspenso pero creo que le da más emoción al asunto jajajaja
¿Ya saben que harán en semana Santa?
Nos vemos pronto 🌷
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Pequeñas lecciones.
ChickLitSeis chicas. Una escuela. Cinco chicos. Reglas que seguir. Muchas describen este mundo como un infierno o un paraíso. Y tendrán muchas lecciones por aprender. Nota: Hello :) Antes de que te pongas a leer, vengo a aclarar ciertos aspectos de la histo...