El comienzo de una hermosa pesadilla

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Bajo por las escaleras una vez mas como todos los días, el ascensor de mi hotel donde estoy hospedado nunca funciona así que prefiero bajar por estas escaleras en muy mal estado, al sostenerme de sus barandas siento la madera podrida y me da un poco de asco así que mejor bajo mas lentamente pero sin volver a sentir esa asquerosa madera que al parecer esta llena de larvas, es mejor bajar 15 pisos por las escaleras que intentar hacerlo en ese ascensor que muchas veces se atora y te deja encerrado en el, no podria estar encerrado en esas cuatro paredes metálicas que huelen a licor y su estado oxidado da la impresión de asustar, no me ánimo a dejar a la suerte si bajara a tiempo o quedare atorado, tengo que llegar a trabajar a las 7:00 am y son las 6:30 am.

Baje todas las escaleras, un poco cansado pero a tiempo para llegar al trabajo, cuando me encuentro con mi ex vecino Josh Carter, es la peor persona de todo el edificio, su mirada con simpatía, pareciera que planea algo pero es imposible mirarlo de frente por su intimidante tamaño y su piel tan oscura como sus ojos.

Mirandolo a los ojos lo saludo, y el de forma burlosa me dice -Ojala tuvieras mas dinero para poder estar en un buen piso y no en la basura del piso 15- esto hace que me hierba la sangre, acaso esta diciendo que el es mejor que yo?. Recuerdo que no era nadie antes de sacar la lotería, su trabajo era ser repartidor de periódicos y verlo ahora, con sus aires de grandeza como si fuera algún tipo importante, pero se lo que es, es un tipo suertudo que nunca podrá ser nadie ya que su dinero se lo gasta en golfas.

Pasa a mi costado con su pequeña burlona haciendo una mueca y diciendo algo muy bajo, me imagine por un segundo pateándole las rodillas para que caiga y poder romper su grueso cuello, aunque no valdría la pena, así golpearlo con el hombro cuando pasa a mi lado, el no dice ni hace nada, sigue caminando con su risa burlona, este sujeto me da irá, y aquí estoy en las puertas del hotel, con mi camisa muy mal planchada de color celeste agua con una pequeña mancha de café en la manga izquierda, mi pantalón negro un poco sucio y mis zapatos marrón oscuro, con este cabello largo y mis ojos verdes no parezco muy amigable y así me siento bien, desconfió mucho de las personas.

Todos me miran mientras camino por las calles mas ricas de la ciudad, mi estatura es de unos 1,69 o al menos eso media hace un año, no me importa mucho mi apariencia, aunque al parecer a las personas a mi alrededor si les importa, malditos entrometidos pienso una y otra vez, mirándome con sus ojos llenos de lastima por mi y desprecio, ojala todos ellos algún día mueran por verme de esta manera tan poco agradable.

Aquí estoy, entrando a mi trabajo, el edificio de los 100 pisos de cristal, el mas grande de esta ciudad, todos lucen bien vestidos muy elegantes, yo solo me sentía familiarizado con mis compañeros de trabajo pero ellos fueron ascendidos a cargos mas importantes, y yo con mi miserable sueldo matándome 10 horas diaras, soy el que mas produce en esta compañía pero nadie lo valora nunca, apenas entro el guardia me protesta por mi forma de ir vestido, parece muy alterado y sinceramente me da un poco de miedo enfrentarlo así que solo le levanto el pulgar de mi mano derecha mientras que con la izquierda marco mi hora de llegada, es hora de ir a mi pequeña oficina en el sub suelo del edificio donde me llevan documentos que llenar, voy rápido y sin levantar la mirada, no me gusta que me vean como a un insecto pero al menos puedo contener mi ira si no les veo las caras llenas de cirugías y desprecio por mi persona, cuando tropiezo con una mujer y a esta se le caen sus papeles, yo solo sigo mirando hacia abajo y sigo mi camino hasta que ella me dice en un tono muy alto -Tu! Acaso no planeas ayudarme!? Creo que merezco un poco de tu caballerosidad! Ya que por tu tonto cabello largo no puedes ver por donde caminas!. Al escuchar eso me altero un poco y me preparó para una devolución de palabras, cuando levantó la mirada para la devolución la veo, lleva unos anteojos blanco a través del cual se puede ver sus grandes ojos verdes, una melena dorada larga y deslumbrante, el conjunto de ropa de las secretarias del piso 9 del edificio, una camisa blanca mangas largas con su pollera de color negra bien ajustada a su cuerpo, moldeando su perfecto y sexi cuerpo a mi parecer, su piel era tan blanca y se veía tan suave que hasta dan ganas de abrazarla, cuando me doy cuenta la estoy mirando como un estúpido peevertido casi abriendo la boca..

Al borde de la locuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora