Un día el maestro le dijo a sus aprendíces:
-Atended un momento, quería pediros una cosa... Soy viejo y es vuestro deber ayudarme a sobrevivir de la mejor manera posible. No tengo dinero y lo necesito.
-Pero maestro- dijo entonces uno de los aprendíces- con lo poco generosos que son aquí... ¿cómo conseguiremos reunir dinero?
-Sí, ya se que la forma más natural de conseguir el dinero es pidiéndolo, pero hay otra forma... ¡cogiéndolo! En realidad es algo que nos correspondería tener, ¿no es así? Una especie de paga por nuestros servicios... Lo que pasa es que yo soy mayor y no puedo hacerlo, pero vosotros sois jóvenes y no os costará tanto. No es muy dificil, solo tenéis que escojer a algún hombre rico y apropiaros de su bolsa en algún lugar donde nadie os vea. Eso sí, sin hacerle daño...
Al principio todos se quedaron un tanto sorprendídos de que su maestro les pidiera robar, pero al cabo de un rato, la mayoría de los aprendíces estuvieron de acuerdo con la petición:
-Claro, maestro, por ti haremos todo lo que haga falta. Iremos a por el dinero.
Sin embargo, uno de ellos estaba en silencio. El maestro, al darse cuenta, preguntó:
-Todos tus compañeros son muy valientes y han decido ayudarme con el plan. Pero tú sin embargo, tú no dices nada. ¿Por qué?
- Lo siento, maestro. Si no dije nada es porque no me parece bien el plan.
-¿No te parece bien?
-Sí, maestro. Tu mismo dijiste que escogiéramos un lugar en donde nadie nos viera robar... Pero no existe ese lugar. En cualquier lugar en donde yo esté mi yo me verá robar. Preferiría mendigar que permitir que mi yo vea que hago algo con lo que no estoy de acuerdo.
El maestro sonrió, y dijo muy contento:
-¡Qué alegría! me enorgullece comprobar que al menos uno de mis aprendíces lo ha entendido todo...
Entonces, el resto agachó la cabeza al darse cuenta de que su maestro les había puesto a prueba y se sintieron muy arrepentidos de haber caído en la trampa. Desde entonces, cada vez que escuchaban en su cabeza un pensamiento impropio, recordaban eso que su compañero dijo: "Mi yo me vé".
FIN.

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El desafío
RandomUn día un maestro les puso un desafío a sus aprendíces, ya que el ya se estaba haciendo mayor les pidió que fueran al pueblo a robar a las personas con más dinero, todos asintieron, todos menos uno...