La roca

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Esta historia comienza en la espera del nuevo año. Era un mes de mucho frío, nadie esperaba un clima como aquel, ya que esa región es muy calurosa y soleada. Pero era todo lo contrario a lo que estábamos acostumbrados. Los días parecían noches y las noches se volvían largas. En una de esas noches estaba allí junto a lo que se puede decir que era una roca, uno de los monumentos más apartados de la ciudad, cuando de repente mi mente empieza a recordar a todos los que faltaban en mi familia, a mis amigos, mis mascotas y personas conocidas que ya no hacían parte de este mundo, y como si nada unas lágrimas corren por mis mejillas, mojando mi rostro hasta caer hacia ella, la misma roca donde me encontraba pensando en semejante cosa. Las lágrimas no dejaban de caer y mi mente no dejaba de pensar en cómo sería si ellos estuvieran aquí conmigo, de momento pensé ¿cómo se sentirían, estarían también llorando o al menos una sonrisa dibujaría su cara?esa pregunta fue lo que calmó mi llanto. Desde ese instante tomé ese lugar como un confidente, un gran conocedor del dolor y la pérdida de seres queridos, un lugar donde podría ir a confesarme y liberar mi dolor, sacarlo de mi cuerpo, esa roca ya era un hogar, no, mejor dicho un refugio cuyo refugio esa noche se volvió algo muy preciado para mi. De regreso hacia la casa voy caminando lentamente apartado de la sociedad de el mundo que me rodea. Las personas pasando a mi alrededor y yo como si nadie existiera, esos pensamientos se habían quedado plasmados en mi conciencia.
En la mañana del día siguiente ya ese sentimiento de soledad había caducado su dolor en mi, me sentía otra persona una persona llena de fuerza. Decido realizar un paseo hacia cuyo lugar donde todo comenzó, la roca, a unos pasos de ella veo que ya no era el único. Estaba allí sentado en la misma roca, derramado las mismas lágrimas de dolor, tristeza y soledad, o no, podrían ser de cualquier otra cosa como iba a saber por qué lloraba. Me fui acercando lentamente para no detener las lágrimas y dejar que su dolor saliera justo como yo saqué el mío. Ya bien cerca movió de el, el movió su cabeza y fijo su mirada en mi, sus lágrimas seguían cayendo, brillaban con la luz de la luna, parecían estrellas fugaces. Yo con timidez pregunté "¿ porque lloras ?" Y el me respondió "lloro por la vida de las personas, por los recuerdos que e pasado con aquellos que ya no yacen en este mundo, esa es la razón de mis lágrimas" le miro fijamente y le digo "esas personas que ya no están con nosotros, ven todas nuestras acciones y siempre nos acompañan, ya no estés más triste mírame a mi, yo sentí lo mismo que estás sintiendo tú en estos momentos y después qué salió ese dolor ya soy otra persona, más fuerte y feliz. Esa es la realidad de la vida todos vamos a morir algún día pero nuestros pasos y nuestras decisiones van a perdurar por lo largo de nuestras familias, esa es la vida, sin la muerte la vida no tiene sentido. El me miro con entusiasmo, al parecer ya había entendido como es este juego. De un solo salto callo justo al frente de mi, me dio un abrazo y me agradeció mis palabras. En ese instante mire hacia la roca, la primera sospechosa causante de dolores y receptora de lágrimas y sentí como si me estuviera sonriendo. El me volvió a agradecer y se fue caminando hacia la oscuridad dejándome junto a ella, la roca que sentía la depresión humana. Esa noche aprendí que los dolores de pérdida son temporales que ese dolor termina convirtiéndose en fuerza y en esperanza.

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⏰ Última actualización: Mar 24, 2023 ⏰

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El dolor un sentimiento difícilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora