Ataque 攻撃

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Era un día común de septiembre en el que la vida de muchos quedaría marcada para siempre, fue exactamente un viernes a las 3 de la tarde en punto que una bomba explotó en el centro comercial más popular de San Fransokyo. Un nuevo grupo terrorista había planeado todo de forma tan minuciosa con el fin de llamar la atención de los más relevantes héroes de ese momento: BH6.

2:15 pm

Camilo Madrigal, era reconocido por muchas cosas, la primera de todas era su habilidad actoral considerada por muchos una capacidad camaleonica para interpretar varios tipos de personajes, la segunda era su carismática y divertida personalidad, la tercera y no menos importante, su amabilidad, solidaridad y lo altruista de su actitud, el colombiano era reconocido por sus fanáticos y no tan fanáticos como una celebridad humilde, de buen corazón, así que cuando se supo que estaba en una relación con Miguel Rivera, un cantante con una popularidad que subió como espuma, la gente saltó de alegría.

Era algo así como el amor que parecía tan perfecto que podías asegurar que era falso, pero en ellos no era así, el que era tan dulce que creías imposible que hubiera nacido en un medio tan hostil como el que es el mundo artístico, el tipo de relación que todos desearían tener, en el que las personas no sabían si deseaban ser Camilo o si deseaban ser Miguel. Dentro de la relación, ambos se sentian tan afortunados de amarse; se conocieron a los 16 en medio de la filmación del primer vídeo musical del mexicano, y para cuando ambos se volvieron mayores de edad no tardaron ni un segundo en casarse, sabían que eran con quien querían pasar el resto de sus vidas, así que ahora se preparaban para su tercer aniversario de bodas.

El de cabello rizado había ido exclusivamente a recoger un regalo especial para su esposo, un pequeño dije personalizado que tenía forma de la cosa que los unió desde el inicio, una mariposa, tal como la historia de su abuela Alma y su abuelo Pedro, el día en que ambos se conocieron pudieron ver varias mariposas amarillas, eso solo pudo significar un buen augurio para el chico Madrigal. Siempre fue fiel creyente de que la historia de sus abuelos, en otras circunstancias, pudo haber sido la historia de amor más hermosa que hubiera conocido jamás, tristemente el desplazamiento forzado que atacaba su adorada Colombia terminó volviéndola una situación trágica y devastadora que no le permitió conocer a su abuelo; Pero, Miguel y él estaban en una situación diferente, iniciando con un principio parecido, así que sentía que no había nada que les impidiera a él o a su esposo vivir esa adorada historia de amor.

2:30

— parce, ya le dije que tengo todo listo — dijo Camilo en una llamada con su adorada prima, Mirabel — en un ratico más estará listo el dije que le prepare a Miguel y podré regresar a la casa.

— ¿y la cena? — preguntó — Camilo, ya le dije que puede pedirme ayuda si lo necesita.

— Mirabel, tranquilicese — dijo con ternura por el apoyo de su prima — no quiero parecer canson, ya me ayudó lo suficiente.

— yo lo se, parce. Pero... — suspiró — hace tiempo no pasamos tiempo juntos, usted ha estado tan ocupado con el trabajo que lo extraño.  Quería ayudarlo un poco para pasar tiempo juntos.

Camilo no pudo evitar sonreír con cariño al escuchar esa respuesta a través del celular, él adoraba a su prima, y su prima lo adoraba a él, eran como uña y mugre, demasiado cercanos desde pequeños, tanto que Mirabel fue capaz de seguir a su compañero de travesuras hasta San Fransokyo cuando empezó en eso de la actuación.

— ¿sabe qué, parce? — preguntó sin esperar respuesta — usted tiene mucha razón, ¿qué tal si pasado mañana usted y yo salimos de rumba?

Ghost ゴーストDonde viven las historias. Descúbrelo ahora