One shots Tokyo Revengers

Primera vez (Mitsuya)

Mitsuya

Desde hace meses eh querido hacer esto con el no negare que al principio las insinuaciones solo las hacía porque al principio mis amigas siempre hablaban de lo lindo que fue su primera vez, pero siendo sincera no daba ese paso por miedo sentía que después de hacerlo él se iría de mi vida como cualquier pandillero con el que me cruzaba, insinuaciones para hacerlo y después largarse con la primer chica que se cruzaban, esa era mi visión de todos los hombres hasta que lo conocí era diferente; en ese momento no sabía si confiar o no, si dejarme ir y entregarlo todo con él, me hizo sentir diferente como si fuera especial, como si fuera diferente de todas esas chicas, como si... Fuera un diamante en bruto.

Era otoño cuando lo conocí estaba con mi grupo de amigas como siempre me sentía tan fuera de lugar todas hablaban de sus novios de cómo era salir con un pandillero, en esa época mentía por convivir, aunque en esas mentiras siempre había algo de verdad, no se desde cuando empecé a hacerlo tal vez desde que ese chico me hizo sentir la peor persona, la peor mujer. después conocí a Emma en la secundaria me platicó de su hermano y su pandilla mi primer pensamiento fue "genial otra aburrida amistad con pandillas" no era tan optimista en ese entonces sentía que la monotonía de mi vida nunca iba a cambiar que iba ser como siempre hasta esa vez que fui a su casa, el lugar donde lo vi por primera vez, con esa sonrisa tan alegre y sincera que contagiaba a todos en el lugar, sus ojos eran de un color morado grisáceo tan lindos y fríos a la vez no era tan alto pero tenía que al azar un poco la mirada para poder verlo a los ojos, su cabello lila y ese arete tan característico hizo que despertaran nuevamente sentimientos en mí no diré algo tan cursi como "amor a primera vista" sin embargo eso fue lo que sucedió desde ese día supe que si no soltaba ese sentimiento sufriría como todas las veces, pero algo me dijo que esta vez sería diferente que no sería como todas las veces.

Fue la primera vez donde me sentía cómoda, segura de ser yo misma donde nadie me juzgaba por ser quien soy, era la primera vez que me sentía feliz y eso fue gracias a él.

-has estado callada todo el día ¿no estas a gusto?

-no, no es eso, estoy a gusto aquí es solo que...

-no conoces a nadie aun ven te presentaré.

-ya lo hizo Emma está bien no te preocupes por mi ve con tus amigos están esperándote.

Tomó mi mano si agarre era fuerte y suave a la vez tuvo cuidado en no lastimarme, me llevo hasta donde estaba su grupo de amigos vi a Emma abrazada de un chico alto rapado por mitad de la sien acompañado de un tatuaje de dragón, Hina la otra chica que conocí estaba hablando muy sonriente con un chico rubio traía varios golpes en la cara me preocupe por el pero a el parecía no importarle mucho estaba sonriente a lado de esa chica, el resto de chicos estaban hablando entre si perdidos en su mundo, el seguía agarrando mi mano sinceramente no quería que la soltara, su voz era intimidante pero dulce a la vez era como una melodía para mí.

-como vez todos de sientes a gusto por ser quienes son debes sentirte segura de ti misma.

-gracias por tus palabras, las tendré en cuenta.

Me miró fijamente con su otra mano tomó un mechón de cabello pasándolo por dé tras de mi oreja, me sonrió ese simple acto hizo que me perdiera por completo en él, beso mi frente y sus palabras fueron las más sinceras que eh oído, me quebré por dentro quería llorar pero no podía pudo leer la situación solo me abrazo estuvimos así por unos cuantos minutos después me soltó dijo que me llevaría a casa lo cual accedí, el camino fue apacible, la brisa fresca de la noche golpeo toda mi cara me hizo sentir libre desde ese día lo eh seguido y me ha seguido a todas partes, hasta seis meses después de conocernos esa noche de lluvia salimos a rodar por la ciudad el día parecía estar tranquilo y soleado habíamos salido para pasar el día juntos, todo el tiempo eran coqueteos e indirectas hasta esa noche nos habíamos quedado atascados en esa carretera Draken tardaría al menos una hora en llegar hacia nosotros para remolcar la moto, fue la excusa perfecta para darle fin a estos coqueteos e indirectas para dar el siguiente paso.