One Shots-Team Vacío Legal.

04.- Missa-Shadoune.

Dios x humano.
Dedicado a DafneVictoriaDelaLuz
Espero que sea como lo que pediste de no ser así, me puedes decir :D!

La magnificencia de un dios era algo que para Missa era sublime, había formado parte del templo durante muchos años. Era un llamado «sacerdotisa», eran pocos los hombres que podían serlo, la mayoría eran mujeres, porque según la palabra de la diosa Mayichi, las mujeres tenían esa conexión con el mundo, la tierra y la magia. Era extraño que un hombre fuera capaz de desarrollar esa magia que estaba en él. Pero Missa desde muy joven había demostrado su poder, por lo que fue enviado por sus padres a los templos donde estuvo bajo el ala de las sacerdotisas, quienes le enseñaron, guiaron y apoyaron...o al menos hasta que al cumplir los 18 años la santa Aroia recibió el mensaje del dios Shadoune dónde lo exigía cómo su «sacerdotisa».

Missa no se podía negar al pedido de un dios, por lo que fue enviado al solitario templo del dios. Aroia se había salido de sus casillas y había balbuceado que desde hace más de 100 años que el dios no pedía ninguna sacerdotisa, y por la falta de información que tenían sobre lo que le gustaría al dios las sacerdotisas le recomendaron rezar mucho al dios para poder establecer una comunicación y poder saber sus gustos y no hacer nada que lo ofendiera.

Missa estuvo muy nervioso las primeras dos semanas. ¡Él! Cómo la conexión entre el mundo terrenal y algo tan majestuoso y poderoso como un dios.

Las primeras charlas fueron superficiales, cosas que Missa se sorprendía que el dios contestará...poco a poco las charlas escalaron de cosas banales y normales a cosas profundas y casi debates, dónde Missa terminaba sonriendo de tener a alguien con quién hablar de esos temas.

Y entonces una tarde, mientras iba al ala de oración...vio aquella sombra. Al regresar su mirada, buscando aquello que vio, no había nadie y Missa se convenció de que era su cabeza que no había dormido bien.

Rezo durante cuarenta y cinco minutos, pero supo que el dios no estaba para escucharlo, Shadoune siempre contestaba a los 10 minutos máximo...45 minutos era demasiado, se quedó quieto muy tenso cuando sintió una respiración en su nuca.

Aquello ya no podía ser su falta de sueño. Estaba sintiendo algo, en su cuello.

—¿No dirás nada? —escucho a la voz preguntar. Missa jadeo, porque reconocería esa voz en cualquier lugar.

—Di-dios Shadoune...—dijo, sin querer moverse, no quería ofender a la deidad y morir.

—Es bueno saber que me reconoces...—dijo el dios. —Mírame. —dijo.

Missa asintió, mientras giraba para observar al dios.

Justo como las imágenes lo representaban. De piel oscura, ojos blancos y una aureola roja en la cabeza.

—Woah...—dijo, algo sorprendido de verlo.

[***]

El dios sonrió al verlo, para Shadoune el menor era adorable.

En un principio lo había exigido cómo «sacerdotisa» porque Mayichi había dicho que hacía mucho tiempo que no había hombres con el poder de la magia divina, así que había sido curiosidad...pero, al conocerlo poco a poco mediante las horas de oración...el chico le había encantado, se había vuelto parte de su rutina hablar con él, escucharlo reír y verlo estudiar cuando no hablaba con él, pero quería más...mucho más. Así que lo había empezado a observar a cada momento, y ¡Vamos! Era un dios, aquel era su templo, él debía de poder estar ahí si quería, y quería estar ahí.

—Mi señor... ¿Puedo ayudarle en algo? —la manera tan dócil en qué Missa pregunto, removió algo dentro del dios.

Pero, era obvio que Missa no estaría para el de esa manera.