2da regla- Conoce las razones, te otorgarán ventajas más tarde
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Ataques iban y regresaban, esto parecía más una coreografía, los pasos llegaban a un momento donde se repetían, Narinder solo acertaba apenas a casi golpear al cordero.
Se sentía motivado, desearía que está fuera su oportunidad perfecta para matarlo, pero alguien que carga con poderes inimaginables solo daba por esquivarlo y de paso hacer que tropezara sobre sí.
Era como jugar a las traes, el lanudo ni sentía una pizca de cansancio, en cambio el gato, ni hablemos mejor, sabía que ya se estaba agotando pero conociendo la actitud tan modestamente orgullosa de el, seguiría peleando hasta que nosé, talvez se desmaye.
Entrenar con otro mortal a su nivel talvez dejaría ganando al felino, esto no era cuestión de demostrar quién era el más fuerte pero Narinder se lo tomaba muy en serio.
Su mirada llena de furia con una sonrisa lo demostraba.
Cómo si ya supiera cuál era el siguiente movimiento del gato, dio por tomarlo de su cadera gracias a un tentáculo de la corona.
El entrenamiento había dado fin, se quedó observándolo mientras el pelinegro solo quedaba entre cerca del piso y el techo a la vez.
Le llamó la atención lo distinto que podría verse para muchos después de haberlo suplantado, tan pequeño e indefenso.
No había notado que ya habían pasado varios minutos desde que lo había comenzado a ver, y Narinder ya comenzaba a sentirse incómodo, aún tenía las dagas en mano, con gusto las enterraria en el tentáculo.
El cordero ensamblo su espada sobre el piso de madera del templo, no tenía intenciones de seguir.
Bajo a Narinder para que luego tomara aire, ya estaba dando aviso que debía pagar deuda a si mismo por presionarse a seguir entrenado solo para presumir le al cordero de lo ágil que era.
Bueno ni tanto, solo le daba ventaja ese collar de plumas, en ningún momento de sus días se lo quitaba, nisiquiera cuando dormía.
Le era muy útil y ya estaba pensando en por nada del mundo olvidarlo cuando saliera a cruzada, lanzó las 2 dagas hacia cualquier lado del templo provocando un estruendo de metales chocando.
Sus orejas se movían de un lado a otro, escuchaba una melodía sonora, volvió para ver al cordero quien se acercaba a un cofre, estaba sacando el vellocino amarillo, o mejor dicho, el vellocino de oro.
<<¿Adónde piensa ir?>>
Solo fue algo que se pregunto mentalmente el felino mientras lo observaba de reojo.El coronado solo se volteo a verlo y dio 2 golpes al piso con su mano para luego señalar con la otra hacia la ventana donde se veía el portal para salir del culto.
Narinder lo entendió al instante, pero también se sintió algo tonto al haber olvidado que el cordero le podía leer la mente en cualquier momento, era abuso a su privacidad.
Estaba seguro de que para el nisiquiera se sentía un mínimo de fatigado cómo el ahora mismo, aún odiaba tener que acudir a sus necesidades biológicas pero le estaba dando sed.
Almenos era buena excusa para irse, aunque está idea se le fue tomada antes por el cordero quien abría las puertas del templo para permitirle salir.
El cordero solo cabeceó un poco para que Narinder ahora también lo siguiera, sin antes volver a cerrar, este notó que llevaba sus 2 manos cerradas en el camino.
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N[] €ontadø (Cult Of The Lamb)
FanfictionPuedes dejarme y escapar como en el pasado, nisiquiera de esa manera te culparia porque tu eres la primera persona que permití que me golpeara. De mi espíritu humillado haces tu lecho y Imperio, infame a quien estoy ligado, como el forzado a la cade...