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Dazai mordió sus labios intentando contener el dolor que había sido incapaz de superar todo ese tiempo.- Me pregunto a dónde habrás ido después de que te fuiste para nosotros, Odasaku. - susurró, mientras contemplaba el mar pensando en su gran amigo.
Mientras el castaño se encontraba lleno de nostalgia, deseando haber muerto en aquella ocasión cuando llegó tarde para salvar a Odasaku, La Agencia se encontraba celebrando su victoria en un yate increíble acompañados de la Port Mafia.
Era un día helado en la ciudad de Yokohama. Diciembre es una pésima fecha para hacer celebraciones; la nieve, el viento, el frío y demás ocasionaba que las cosas nunca salieran como se planearon, lo cual, representaba perdidas bastante grandes para las empresas organizadoras. A pesar de todo pronóstico estaban ahí, todos felices llenos de alegría, sin embargo Dazai solo podía pensar en lo mucho que le hacía falta su amigo.
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Hace 4 años...Era una noche llena de niebla, niebla que se transformaba en distintos colores dado lo brillante de la ciudad, la segunda ciudad mas grande de todo Japón. De hecho, si lo pensaba bien, de todos los lugares "entretenidos" o "lindos" en los que le gustaría estar, aquel bar cuyo letrero ni siquiera funcionaba bien por la humedad no se asemejaba para nada; pero había algo... O mas bien... Alguien.
*** Narra Dazai ***
Miro a los alrededores y solo alcanzo a ver oscuridad, suciedad, agua... No sé muy bien si es de algún desagüe o simplemente es por la humedad concentrada. Hay ratas, muchas ratas corriendo de un alcantarillado a otro ¿Habrán encontrado algo interesante? Algo que valga la pena... Algo por lo que valga la pena moverse ¿eh...?
La puerta del bar esta cerrada, no sé realmente si es porque fuera es un lugar peligroso, porque no tiene los papeles en regla, o simplemente al dueño le gusta vernos solo a los tres, digo... Nadie sabría que está abierto si siempre tiene la puerta cerrada... ¿O sí? ¿Habría alguien que se detuviera a tocar la puerta de aquel lugar a esas horas de la noche? Claro, a parte de nosotros tres... Mafiosos.
- ¡Hey! - Toco la entrada. Me abre el dueño y suena una campanita "tlin". Entro cuidadosamente limpiándome los zapatos en la alfombra dejando la puerta entrecerrada para que mis compañeros puedan pasar cuando lleguen. No tener que levantarme a abrirles. Que pereza... y además para poder conseguir mas clientes para el local.
Sensei, el gato de la taberna, se me acerca. Ha pasado mucho tiempo desde que le puse su nombre, este gato realmente es extraño. Hmmm... Siempre está presente en cada acontecimiento importante. Siempre está en el bar. Es realmente raro. ¿Quizá es una persona que puede convertirse en gato por algún poder...? ¿Podría ser? Me río de mi mismo, este mundo está tan loco que cualquier disparate que se me pueda ocurrir podría hacerse realidad.
- ¿No, Sensei? - Me agacho y lo acaricio suavemente mientras me siento a esperar- Él parece estar a gusto con mi compañía. ¿Realmente lo estará? Por lo menos sé que al ser un gato no lo matarán o desaparecerá simplemente por estar cerca. Eso creo.
Escucho la campana sonar. No necesito ver. Ya era hora que llegara.
- ¡Hey! ¡Odasaku! - Una sonrisa ilumina mi rostro. Volteo a verlo. No era Odasaku.
Así que... La gente suele venir aquí si dejo la puerta entreabierta.
La he regado, llamé Odasaku a la mujer que acaba de entrar. Esta empapada, parece que después de que entré comenzó a llover. Lleva una bata blanca y un anillo de compromiso... Anillo de compromiso ¿eh? Pero se ve muy joven... Imagino tendrá 16 años, es pequeña aún, aunque yo solamente tengo 18, que soberbio eres Dazai.
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Incluso cuando ya no estés (Dazai x Tú) (Dazai x T/N)
Novela JuvenilDazai suele acumular las cartas de amor y declaraciones de sus diferentes admiradoras y ex parejas, las tiene dentro de un baúl en casa. En ese baúl guarda las fotos con Odasaku y Ango y también un USB con un cifrado imposible que encontró luego de...