Una musa diferente

Las amigas de violeta

    -oye!, la acabo de comprar!

Expreso violeta hacia su amiga Lucy quien acababa de derramar una malteada de chocolate sobre la blanca y recién comprada blusa de violeta, quien estaba eufórica por lo sucedido.

    -¿y ahora que hago? tengo una cita de trabajo más tarde...

Recito frente a sus amigas quienes cambiaron su expresión de una alegre a una preocupada en una fracción de segundo. Enseguida comenzaron a pensar en una solución para aquel problema que se presento de forma precipitada, a demás de ponerlas en un aprieto.

    -Vayamos a mi casa, tengo un par de blusas que combinan con tu atuendo, podrían servirte, además esta cerca de aquí.

Sugirió Rita quien se había percatado de la cara de preocupación de sus amigas, por no decir la de Violeta quien estaba más alarmada que las demás. De esa forma las cinco amigas Lucy, Ania, Fer, Rita y Violeta se encaminaron rápidamente en dirección a casa de Rita, quien se apresuro a mostrarles el camino.

Una vez que llegaron se dirigieron al cuarto de Rita para inspeccionar el armario y revisar si hay alguna blusa que pudiera servirla a Violeta para cambiarse antes de irse a su cita de trabajo, puesto que ella era una compositora debía ir presentable al estudio, en especial porque iba trabajar en compañía y con ayuda de su artista favorito Marco Antonio, por el cual había desarrollado sentimientos más profundos que solo simpatía y admiración.

Para la suerte de todas dentro del armario casi al fondo se encontraba una blusa de un tono azul bastante claro que combinaba perfectamente con sus jeans oscuros y sus botas. Al mismo tiempo todas suspiraron del alivio y rápidamente Violeta procedió a cambiarse para no llegar tarde a su compromiso.

    -Ya estoy lista, muchas gracias por la blusa Rita te prometo que te la devolveré, pero ahora tengo que correr no quisiera llegar tarde a mi primera reunión de trabajo, les platico luego como me fue, chao!

    - Adiós y suerte!

Gritaron sus amigas al mismo tiempo que Violeta cerraba la puerta para salir del edificio, para su suerte había un taxi estacionado casi al frente de ola entrada del edificio y no parecía ocupado por alguien, entonces se subió a toda prisa y le indico al chofer la dirección del estudio; mientras el chofer conducía ella aprovecho los 20min de camino para retocar su maquillaje y rociar sobre su ropa un poco de su perfume, todo esto sobre la mirada del chofer quien de vez en cuando la miraba por el espejo del conductor.

Cuando llegaron al edificio del estudio Violeta se dispuso a pagarle al chofer y entrar rápidamente al edificio puesto que su reunión era en el penúltimo piso de este, justo en ese momento alguien había bajado del ascensor por lo que corrió hacia el antes de que cerrara la puerta,por suerte pudo entrar en el antes de eso; al poco tiempo llego al penúltimo piso donde la esperaba una secretaria con unos 40 años de edad pero con una apariencia impecable.

    -Buenas tardes señorita, le puedo ayudar en algo?

    -Si! vengo porque tengo una reunión de trabajo con el señor Marco Antonio, soy la nueva compositora que va a trabajar en su nuevo álbum, me llamo Violeta Díaz.

    - Ah claro... la están esperando en la sala 3, siga a delante es del lado derecho.

   -Muchas gracias.

Siguiendo las instrucciones, Violeta llego a tiempo a su reunión y decidida toco la puerta para después oír un "pase" desde el interior de la sala y seguir su camino a través de la puerta, que al abrirla se encontró con la figura de aquella persona que le iluminaba los ojos y causaba sus suspiros, era su ídolo Marco quien la recibió con una cálida y amigable sonrisa que hizo saltar a su corazón de alegría y emoción.

    -"sin duda esta será una gran noche"