Capitulo 1

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Empecé desde muy joven a hacer videos y poco a poco se viralizaron en la red. Soy conocida como Tara, una influencer capaz de romper récords con sus videos.

Maquillaje, moda, baile. Todo tipo de videos que me ayudan a destacarme.

― ¿Estás preparada? ―Pregunta mi mejor amiga Julia y asistente. Asiento y la cámara me enfoca mientras tomo aire y cierro los ojos pensando en la locura que voy a hacer.

―Por México―Digo con mi voz agitada.

― ¡Por México! ―Mi equipo grita y dan la orden antes que pueda decir algo estoy saltando a más de 1500 pies.

Grito y sonrió a la cámara mientras que el instructor que está atado a mi espalda me recuerda respirar.

Mi amiga y el resto del equipo se quedan en el avión y nos veremos en tierra en unos minutos.

―Chicos, vamos por el millón de likes, ¡Todo por México!

Hace tres días hubo un gran temblor en México, aunque no hubo pérdidas de vida, gracias a Dios, si muchos quedaron sin casa. Por eso ahora mismo estoy recaudando fondos y poder ayudar a otras personas.

Quien mejor que yo para saber lo que no es tener un hogar.

Crecí en casas de acogida, no recuerdo cuando llegué, pero sí lo mucho que padecí en no tener un hogar. De un lugar a otro saltaba y en el último hogar que estuve fue por el que más tiempo permanecí quien prácticamente me salvó.

La señora Elvira, una gran mujer de unos cincuenta años. Cabello blanco, blanca y delgada. Fue bailarina en su época, una de las mejores decía su marido. La pareja le había dado hogar a muchos niños y jóvenes, después de que no pudieron tener familia, así que se dedicaron a darles un poco de afecto y hogar a los que no tenían. Llegué cuando tenía 14 años, sin rumbo ni horizonte, como todos los que llegaban a ese lugar. Los señores Muñoz nos enseñaron disciplina, responsabilidad y sobre todo nos enseñaron a luchar por nuestros sueños.

Son mi familia.

Empecé a tomar clases con la señora Elvira, siempre soñé con ser bailarina y así ella me guio por ese camino. Era una chica sin gracia, escuálida y sin sentido que se fue convirtiendo en una hermosa bailarina.

Las personas ignoran que el mejor ejercicio es el baile y es el que te da las mejores curvas para tu cuerpo.

Cuando tuve mi primer celular empecé a hacer videos de mis bailes, de alguna manera era para mirarme si lo hacía bien o no. Julia, mi mejor amiga, quien también era huérfana, al igual que yo, subió mi video y de inmediato los likes empezaron a llegar. No entendía nada de esto sobre las redes y poco a poco empecé a hacer más y más videos y en cuestión de unos años ya había empezado a ganar dinero.

Lo primero que hice cuando gane dinero fue reformar la casa de los señores Muñoz y les compre un regalo a todos. Julia y yo tuvimos nuestros primeros patines y empecé a disfrutar mejor mi vida sin tener mucha necesidad. A los 18 años me mudé con mi mejor amiga y ya por nuestra cuenta contaba con más de mil suscriptores. Nuestros videos se empezaron a producir más y más, solo ganaba con YouTube y cuando llegó Tiktok, mis videos se hicieron más virales.

― ¿Estás bien? ―Pregunta mi instructor en mi oreja ―Es el momento―Asiento y empiezo a transmitir en vivo mi gran Hazaña pidiendo una vez más que me sigan y apoyen este video, puesto que todo lo que se gane será donado para la reconstrucción de casas por el temblor de la ciudad de México.

―Lo hiciste muy bien―Me felicita Tomás, mi camarógrafo cuando hemos aterrizado y terminado con la trasmisión.

―Gracias.

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