El Juego de la Mafia | DongHae

🥀 Capítulo 6:Niña

El muelle estaba absurdamente en silencio y oscuro, era obvio que fue todo preparado para lo que iba a ocurrir.

En el primer muelle se notaban dos figuras que solo la luna alumbraba.

El hombre soltó todo el aire al sentir el puño de aquella "niña" y antes de que pueda tomar aire o siquiera moverse sintió como un codo golpeaba su columna, haciendo que por la fuerza, caiga al suelo.

El coronel aun sorprendido, con un intento desesperado por no ser reducido por una niñita le tomo del borcego y tiro de él dejándola con la piernas separadas y haciendo de que haga un pequeño grito. Él tomo esa oportunidad para levantarse y recuperar el aire.

-¡Mierda!- gritó y miró al hombre, mientras juntaba las piernas e intentaba aliviar el tirón que le había provocado. -¡eso duele idiota! -se intentó levantar.

-Mira, lo último que quiero es golpear a una mujer- se enderezó -y menos si es una niñ...

Antes de que pudiera terminar la oración tuvo que callarse y esquivar una patada, que si no lo hubiera hecho le golpearía la cara sin dificultad.

-Wow, calma chiquita-. Por un momento se olvidó de la misión y comenzó a divertirse mientras que esquivaba los filosos golpes que intentaba dar la joven. -creo que odias que te digan chiquita ¿no chiquita?- recalcó lo último.

Cuando la joven volvió a intentar una patada alta, Donghae tomó su pierna y en un abrir y cerrar de ojos la arrinconó contra uno de los tantos contenedores quedando agitados por su pelea y a solo unos centímetros de distancia. La luna fue tapada por unas nubes gruesas.

La gorra de la joven se subió un poco dejando ver apenas sus ojos. Donghae quedó hipnotizado por los ojos de aquella chica pensando en que ya los había visto antes, sin darse cuenta empezó a bajar la pierna de la "niña" y se pegó más a ella. Una de sus manos fue hacia la pequeña cintura y la otra a su cara. Lentamente bajo el pañuelo de ella. Su mirada bajó a los labios y ella inevitablemente hizo lo mismo. Sus respiraciones agitadas se empezaron a cruzar, mezclándose. Donghae se deshizo de los pocos centímetros que quedaban entre ellos y sus labios se tocaron ligeramente provocando que algo en el despierte. Al parecer ella también sintió lo mismo ya que sintió su cuerpo estremecerse debajo de él. Ya con sus labios rozaban más seguido, con los ojos queriendo cerrarse, los dos sentían como algo los atraía más y pedía a golpes y gritos que unan sus labios.

El pecho de los dos subían y bajaban a la misma velocidad y tiempo, pero ya no era por el pequeño enfrentamiento, sino por la situación en la que estaban. La joven puso instintivamente sus manos en el pecho de él, y sintió lo trabajado que estaba, la tensión y calor del lugar aumentaba más a cada segundo que pasaba.

"A la mierda... No aguanto más", pensó Donghae mientras tragaba grueso.

Cerró sus ojos y sus labios se juntaron por unos segundos. Cuando iba a abrir la boca para besarla de verdad sintió como ella se hizo para atrás, él abrió los ojos y se encontró con la, apenas iluminada, sonrisa de ella. Él abrió grande los ojos al entender porque se reía. Justo cuando iba a reaccionar sintió como la rodilla de la joven golpeaba fuertemente su entrepierna.

Sus ojos se abrieron nuevamente, pero esta vez no por la sorpresa, sino por el dolor. Se encorbó por el fuerte ardor y la joven le dio un leve empujoncito haciendo que se caiga al suelo por segunda vez en la noche.

La joven se volvió a poner bien la gorra y el pañuelo, empezó a alejarse lentamente de él. Intentó agarrarla pero no pudo y el inmenso dolor no lo dejó moverse más allá de lo que se extendía su brazo.

La joven se giró por última vez y le dijo.

-¡Gracias por facilitarme que te distraiga!...- empezó a correr fuera de ese muelle. -Viejo idiota- fue lo último que logró escuchar entre risas mientras se iba.

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-Señor ya está todo listo- avisó Yunho.

-Ok ¿ya le avisaron a la mocosa?- preguntó Heechul totalmente molesto y Yunho asintió -mierda tendría que estar con Siwon ahora- dijo apretando sus dientes -vamos yendo, que nos alcance en la entrada- ordenó mientras se subía a la combi del lado del acompañante.

Los otros tres presentes se miraron entre ellos y acataron la orden. L se subió del lado del conductor y arrancó el vehículo mientras que Yunho y Changmin terminaban de subir los grandes y pesados maletines en la parte trasera, al terminar sin más se pusieron en marcha en dirección a la entrada.

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-¡Hae! ¿Estás bien?- se acercaba corriendo como podía a Donghae que estaba tirado en el suelo aún a dolorido.

-Sí, estoy bien- observó como el menor cojeaba -¿qué te paso a ti?

-Me atacaron- dijo con total calma y serenidad que lo caracterizaba -no solo a mí, si no a los demás, no logro comunicarme con ninguno, ni siquiera la tortuga contesta- ayudó al mayor a reincorporarse -iba a ver como estaba pero justo te encontré.

Donghae lo miró y rápido empezó a correr hacia el almacén en donde habían dejado a Yesung.

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-¿En dónde están?- preguntó Moon por el auricular -los estoy esperando en la entrada y estoy al descubierto, ¡apúrense!

Aburrida se sacó el pañuelo y comenzó a mirar el lugar buscando de donde vendría la combi.

Detuvo su vista hacia donde se supone que esta el muelle donde se encuentro con Donghae y no pudo evitar recordar lo que había pasado. Un escalofrío recorrió su cuerpo poniendo su piel de gallina, nunca se había sentido de esa forma teniendo a un hombre tan cerca, había estado con hombres de esa forma pero esta era la primera vez que le pasaba eso. Llevó su mano a sus labios que hace unos quince minutos atrás estaban rozando los de Donghae y no pudo evitar sonreír por todo lo que había pasado.

Una bala, producto de un disparo, aterrizó a cinco centímetros de su pie derecho sacándola de sus pensamientos. Dirigió su mirada hacia los techos de los almacenes y contenedores que estaban cerca y en uno vio la sombra de un tipo que hacía un círculo con la mano indicando que estaba neutralizado, ella le devolvió el gesto.

Unas luces llaman su atención, se gira para encontrarse con la combi, se acercó corriendo, le abrieron la puerta y mientras que estaba en movimiento ella se subió para encontrarse con todo el equipo dentro.

No pudo evitar pensar, "No hay duda, es el infiltrado"