𝐂𝐫𝐞𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐭𝐨𝐝𝐚𝐯𝐢𝐚 𝐭𝐞 𝐚𝐦𝐨 (𝐓𝐚𝐦𝐛𝐞𝐫)

Creo que todavía te amo ✿♡Tamber♡✿

Antes que todo no soy muy bueno con el inglés tal vez cambiará ciertas palabras que no pude entender cómo ya mencioné la historia no me pertenece y claro que pedí permiso para poder publicarla.....bueno creo que esto es todo :D

¿Es así como se siente la verdadera traición?

Tara pensó que lo había sentido cuando se vio obligada a crecer sin su padre. Pensó que lo había sentido cuando su hermana la dejo. Pensó que lo había sentido cuando sam finalmente regreso, sólo para decirle que ella era la hija de uno de los primeros asesinos de ghostface allá por el '96, que esa era la razón por la que tara apenas conocía a su padre. Ahora, todos esos momentos parecían no sólo menos dolorosos, sino praticamen insignificantes

Su mente procesó la salpicadura carmesí en la pared y el  cuerpo en el suelo antes de la instancia del asesinato real. Sucedió tan rápido, lo vio como un avión a toda  velocidad, pero al mismo tiempo, podía contar cada detalle de memoria sin perder una gota de sangre. Se había estado escondiendo detrás de amber, con la esperanza de protegerse de quienquiera que haya sido el asesino, pero nada de eso importó cuando vio a su novia estirar el brazo, apuntar con el cañón de una pistola directamente a liv y apretar el gatillo. Instantáneamente , la cabeza de la víctima de cabello rosa voló hacia atrás a una velocidad vertiginosa, la bala se alojó firmemente en un nido de carne humeante de color rojo oscuro  ensangrentado justo entre sus ojos, cayó contra la pared detrás de ella con un ruido sordo.

Amber se giró para dispara otro tiro a otra persona, pero tara dejo caer una muleta para torcer su brazo la bala falló. En el caos, retrocedió hacia algo detrás de ella perdió el equilibrio, viendo a amber salir corriendo a otra habitación, agarrandose el costado, pero no había resultado herida .

Tara escuchó la puerta principal abrirse. Los sonidos de disparos y pasos siguieron. Se subió a la muleta que quedaba y se alejó cojeando del ruido, comprobando cuidadosamente las esquinas  tratando de no abrír demasiadas puertas, buscando desesperadamente un escondite.

Había un armario en el dormitorio principal, si su memoria no le fallaba, y así era. Era lo suficientemente pequeña como para sentarse de costado con la cadera contra las puertas, se alegro por eso; estaba segura que ni su estatura ni sus muletas le habrían cabido para mantenerse erguida. Espero allí durante lo que parecieron horas. En algún momento, cualquier sonido de conmoción se había ido,  todo lo que escuchó fueron las voces de los que aún quedaban con vida esparcidos por la casa. Mantuvo la respiración superficial por la boca, para no hacer demasiado ruido,  fue entonces
cuando su mente empezó a recordar.

Tara había visto a la chica que amaba asesinar a sangre fría a un miembro de su  grupo de amigos. El momento en que liv voló hacia atrás contra la pintura amarilla de las paredes quedo grabado a fuego en su mente para siempre. La sonrisa que había visto en las comisuras de los labios de amber dejó una cicatriz en sus párpados, de modo que cada vez que los cerraba, la veía. Era la misma sonrisa que conocía tan bien, que ella misma había sacado de amber en sus momentos más oscuros. Había sido tan hermoso, lo que más le gustaba mirar, besar, pero ahora estaba empeñado.

Los recuerdos de ella pasaron por la mente de tara, pero se había quedado atrapada en uno en particular; ella y amber habían estado tan emocionadas de ver su personaje favorito sobrevivir a Stab 3 que compartieron su primer beso por accidente. Trató de concentrarse en esos momentos felices, para protegerse del trauma de lo que acababa de verse obligada a presenciar, pero cada uno adicional sólo dolía más. Stab había sido la razón por la que pudo besar a una chica de la que había estado enamorada durante tanto tiempo, y ahora sería la razón por la que moriría por ella.

Después de que sus pensamientos finalmente se desvanecieron parpadeó para quitarse las lágrimas frescas, se aventuró a abrir la puerta del armario. Sabía que probablemente era una estupidez, pero en este momento, la muerte no sonaba tan terrible. Aún así, no había nadie allí, por lo que salió con cuidado del gabinete y luego de la habitación, cojeando, mientras pensaba que su muleta solitaria seria mejor servida como un método de defensa propia. La casa estaba en silencio excepto por la débil tos de alguien que venía de la cocina; era Gale, tirada en el suelo, con una herida se bala en el costado. Tara la vio desde la puerta la saludó para señalar su inocencia. La mujer le devolvió el gesto lo mejor que pudo luego se llevó un debo a los labios. Tara asintió