¿Quién me mandará a mí un mensaje a estas horas? Pensé. Pero cuando miré el reloj eran casi las diez de la mañana, las noches de conversaciones hasta las tantas de la mañana no son buenas pensé riéndome, era impresionante lo que podía llegar a tener en común con alguien que se fijó en mi solo por leer un el mismo libro que yo, estuvimos hablando hasta las cuatro de la mañana, madre mía, la de temas que podías sacar, la de cosas en común que puedes llegar a tener con una persona. Lástima que hoy lleguemos a nuestro destino y seguramente no nos veamos más. Acto seguido miré los mensajes:
Qué desaparecida, ya no me mandas señales de vida.-me escribía Susana- Espero que vaya todo bien, por aquí es aburrido sin ti desde el minuto cero, te echo de menos.
Yo también te echo de menos cariño, en cuanto llegue te pongo al día.-le respondí con una sonrisa dibujada en la cara.-yo también te echo de menos cariño.
Miré el resto de mensajes que me habían llegado, habían mensajes de dos grupos de amigos, que en realidad me daba bastante vagancia leerlos, así que decidí hacerlo más tarde, luego había uno sobre publicidad y finalmente había uno de Lucas deseándome los buenos días, la sonrisa fue instantánea.
Buenos días feo.-le respondí- luego quedamos antes de que este aburrido tren se pare y vamos a la cafetería, esta vez invito yo, sin opción a queja.
Pero-protesto poniendo un emoticono de una cara de darse por vencido-bueno si así puedo verte una vez más por mi perfecto.
Decidí parar la conversación aquí, me levanté de la cama, me di una pequeña ducha rápida, me puse unos pantalones de chándal cortos y una camiseta sencilla de tirantes verde, cogí mis bambas y me dirigí hacia la cafetería ya que supuse que el servicio de desayuno ya habría terminado. Pedí una caña de chocolate y un café y me senté en la mesa más alejada de todo con vistas a la montaña, decidí ponerme los cascos para perderme por las vistas tan preciosas que mostraban aquellos campos, calculé que dentro de poco solo vería ciudad, y me entristecí, pero no había más remedio. Suspiré, en cuanto de repente noto que alguien me toca por la espalda y me asusto reaccionando dando un bote de la silla, me levanté y al girarme ahí estaba él.
- ¿Se puede saber qué te ha pasado por la cabeza para asustarme de esta manera?-dije medio gritando- hay mejores formas de saludar a una persona que conoce y está metida en sus pensamientos.
- Perdón.-dijo ladeando la cabeza- no era mi intención, solo era una broma.-puso cara de arrepentimiento- no lo volveré a hacer.
- Más te vale.-dije con cara autoritaria pero no pude reprimir la risa que salía de mis adentros.
- ¿Te pasa algo?-me preguntó preocupado- te he visto aquí sola y con cara sombría y no sabía que podía ser.
- No tranquilo estoy bien.-mentí- solo que estaba distraída, como siempre.
Me levanté para irme, dejé mi bandeja en su sitio para poder así dirigirme hacía mi camarote o hacia donde fuera que quisiesen guiarme mis pies. Comencé a andar y Lucas me siguió, cuando salí del vagón, el seguía siguiéndome hasta que de repente, me cogió del brazo, me giró hacia él y me besó, no me resistí, fue un beso dulce y lento. Cuando se separó dio media vuelta y se fue. Intenté ir detrás de él, pero era demasiado rápido para mi actual estado de shock. Cuando volví en sí, lo primero que hice es sacar el móvil para preguntarle qué había pasado, y luego me dirigí a la biblioteca, necesitaba leer un rato para despejarme. Rápidamente llegó la hora de comer, me di cuenta cuándo mi madre me llamó para ver donde estaba. Quedé con ella directamente en el comedor, escogimos lo mismo, un poco de ensalada y un trozo de pescado, y de postre un yogurt. Aún seguía esperando una respuesta de Lucas, pero no había vuelto a dar señales de vida.
- ¿Te pasa algo?-preguntó mi madre- te veo distinta, más distraída de lo normal
- No pasa nada.-le dije riéndome de una forma bastante nerviosa.- solo es que estaba pensando en toda esta situación, no es nada.
Sabía que si le contaba a mi madre lo de Lucas, no iba a parar hasta contactar con él, pedirle explicaciones, y ver que poder hacer con toda esta situación, y la verdad, por el bien de todos, esta vez quería evitar esa situación a toda costa, aún me acuerdo de la última vez que lo hizo, pobre Luís, nunca se me olvidará su cara de medio asustado, medio preocupado, por suerte, ahora esta situación me hace gracia, pero en aquel momento era de lo más exasperante.
- Pareces más feliz.- dijo sonriente- no habrá pasado nada con Lucas ¿no?
Esta pregunta me pilló totalmente desprevenida ¿Y si mi madre sabía los planes de Lucas y por eso me insistió a salir a noche, o si Lucas y ella mantenían el contacto? ¿Y qué se supone que tengo que responderle yo ahora a esta mujer?
- No.-dije riéndome- ¿Qué se supone que tiene que pasar? Solo somos amigos.
- No sé.-dijo mi madre, y después de una pequeña pausa prosiguió- Solo que se os ve bien juntos.
- Mama, solo hace dos días que le conozco, ¿Cómo quieres que todo pase tan rápido?-le cuestioné.
- Tienes razón hija.-dijo medio decepcionada- Sabes que lo hago por ti, me encantaría verte feliz, cada vez más y que las cosas fueran progresando.
- No te preocupes, todo va bien.-le aseguré- aún queda mucho por delante, ahora tengo que centrarme en los estudios y en empezar de nuevo, juntas, como siempre.
La conversación acabó ahí, con un par de sonrisas dedicadas, pasamos el resto de la comida observando nuestro entorno, hasta que mi madre vio a Lucas a lo lejos y le saludó eufóricamente y le dijo que se viniera con nosotras a comer. Pero él lo rechazó, mostrando con un pequeño gesto que estaba con su familia. Cosa que si me ponía a pensar, nunca había coincidido con su familia que raro.
Recogí mis cosas cuándo justamente Lucas se disponía a marcharse, a ver si así se dignaba a darme una respuesta sobre aquello. Pero en cuando comencé a seguirle me por el camino, me fallaron las piernas y caí desfalleciéndome y quedándome inconsciente.
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Una vida para recordar
Genç KurguQuizás mi vida no ha sido la mas fácil, me llamo Laura, y esta se podría decir que es mi vida, es un poco desastre y desequilibrada, pero bueno, poco a poco le voy cogiendo el truco.