🥀 Capítulo 8: Tensión

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-Pasa... Acomódate... Ya sabes dónde esta todo- señaló el interior y quedó todo en un silencio incómodo.

-Gracias, en cuanto amanezca voy con el portero para la copia- respondió la joven mientras se sacaba el bolso y lo tiraba al sofá.

-Está bien no es necesario que te apures- su voz sonó desesperada y se quiso golpear por eso.

-Emmm... Bueno está bien, si me lo dice así- no pudo evitar reír -perdón no pude evitar decirlo- siguió riendo.

Donghae se quedó observándola, embobado se podría decir, mientras sonreía. Negó con la cabeza y camino hacia su habitación.

La joven pensó que se había pasado y se quedó en silencio viendo como se iba. Ella se sentó en el sofá pensando en que estaba cagando toda la misión.

A los cinco minutos volvió con ropa mas liviana y una camiseta en la mano junto con un short, el mas chico que pudo encontrar.

-Póntelos, así estás más comoda- se los dejó suavemente sobre el posa brazos del sofá.

-Gracias- tomó la ropa -voy a cambiarme.

Donghae tragó saliva al ver a la joven levantarse dejándole ver un poco mas de lo que debe. Salio de su trance cuando la joven salio de su vista.

-¿Quieres café?- pregunto atontado desde la sala.

-¿A las 5 de la mañana?- escuchó a la joven entre risas. -si usted quiere yo también.

Donghae no pudo evitar fruncir el ceño al escuchar lo último.

"¿Usted? Ella dijo ¿usted?", Pensó, negó con la cabeza y se fue a la cocina.

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-Donghae, gracias por la ropa pero el short me quedaba muy grande y se me caía, a pesar de tener la soguita esa- se giró al escucharla -así que se lo dejé doblado en el sofa.

-Oh, esta bien ya pensé que te iba a quedar grande pero tampoco tanto- le respondió mirando la pequeña cinturita antes de voltearse a terminar de servir el café.

-¿Qué hizo anoche?- dudando preguntó la joven -¿acaso tuvo que arreglar un problema o tuvo una misión?- se arriesgó con lo último.

El hombre se giró hacia la pequeña mesa que había y le dejo la taza a ella y se sentó. Ella imitó su acto y también se sentó.

-Una misión- tomó un sorbo de café -¿por qué pensaste en una misión?- preguntó curioso.

-Hyukjae, él me dijo que hay veces que tienen misiones que terminan muy tarde- el otro asintió al escucharla -¿así que hoy tocó una?- volvió a asentir -¿y como les fue?- sonrió en su mente porque ya sabía la respuesta.

-Horrible- contestó sincero y empezó a jugar con una miguita que había en la mesa -nos confiamos mucho y se nos escapó una oportunidad.

Él sabía que sus misiones son ultra confidenciales pero, ¿qué mal podría hacer una chica como ella? Aparte no estaba diciendo nada de información valiosa, solo lo que todos en el cuartel sabían.

-Ya veo... Por eso esa cara cuando subia- dijo la joven y se removió en la silla.

-Exacto... ¿Y tú? ¿Que hiciste?- preguntó algo picarón y la joven sonrió.

-Nada del otro mundo, solo...- "fui a darles una paliza a ustedes". -fui a dar una vuelta en la ciudad.- "por el muelle si quiere saber mas" dio una pequeña sonrisa al recordar todo.

-¿Te divertiste?- tomó otro sorbo.

-Sí, gracias por preguntar- volvió a sonreír -creo que es mejor que vaya a descansar, debe estar cansado- se levantó y se dirigió a la sala.

-Moon ¿cuántos años tienes?- preguntó.

La joven se dio vuelta para verlo y estaba a recostado por el marco de la puerta con los brazos cruzados, viéndola.

Moon quedó un poco hipnotizada al ver los músculos de sus brazos y alguna que otra vena que saltaba.

-22- contestó con toda sinceridad.

-Entonces no me trates de "Usted" si tenemos tres años de diferencia- su voz ronca y seductora resonó en la habitación.

A Donghae se le encendió algo al verla con su remera puesta. Se lamió el labio, bajo los brazos y se dirigió hacia ella, de repente una gran tensión llenó el ambiente.

Quedaron a dos pasos de distancia y la joven empezó a ponerse nerviosa.

Moon quedó totalmente paralizada, solo se limitó a asentir. No sabía que pasaba pero los ojos del hombre que tenía enfrente no eran los mismos que los que la invitaron a pasar. Sus ojos se desviaron a los labios de él, humedecidos.

-Pensé que no te gustaba que te trate de manera informal- dijo con su mirada fija en sus labios.

-Por lo general, lo odio si no somos cercanos pero...- pasó saliva -no me molesta de ti.- sus ojos se dirigió a los labios de ella también.

Cuando el término de hablar el ambiente se lleno de tensión, no de la mala, sino de tensión sexual y eso ambos lo sintieron.

La mirada de ambos cambió en unos segundos y se acercaron hasta que quedó un centímetro de distancia.

Donghae provocó algo en Moon, algo que ella nunca había sentido, y Moon provocó algo en Donghae, algo que desde los 16 no sentía.

-Moon...- lamió su labio inferior -¿puedo?- preguntó, su voz ronca a medida que acercaban más sus rostros.

-Sí- le respondió con la voz ahogada.

Donghae tomó la pequeña cintura de la joven y unío sus labios con los de ella.

Moon subió sus manos al cuello de Donghae, llevó una mano y la enredó con el cabello de él, atrayéndolo más hacia ella. Ambos abrieron más la boca para permitir el paso de sus lenguas, haciendo más intenso el beso.

Se separaron unos segundos a tomar aire y continuaron besándose, en ocasiones Donghae mordía el labio de la joven, haciendo que de pequeños gritos ahogados. Con sus respiraciones agitadas y los besos, que lo hacía cada vez mas adictivo, Donghae comenzó a pasar la mano por debajo de su remera que tenía puesta ella en busca de contacto de su piel. Una corriente eléctrica recorrió todo su cuerpo y seguramente el de ella también porque siento como se estremecía ante su tacto. La atrajo más hacia su cuerpo para sentir su pequeña y delgada cintura contra él.

En medio de los besos Donghae se separó lentamente pero dejó sus frentes unidas.

-Moon- su pecho subía y bajaba rápidamente -tenemos que parar acá- tomo un poco de aire -si no, no me voy a poder controlar- lamió su labio inferior.

Luego de unos centésimas de segundos que se sintieron como una eternidad, Donghae sosteniendo firmemente la cintura de Moon y ella con las manos en sus hombros aún con las frentes unidas y respiración agitada, la joven respondió.

-Entonces no te controles.

Lo atrajo más hacia ella y unieron sus labios.

El Juego de la Mafia | DongHaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora