IN NOX, SUM VERITAS ━━ draco malfoy

nineteen. thantophobia

 

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( n. ) miedo a perder
alguien a quien se ama

   

HOY ERA EL DÍA EN EL QUE EL ICARO ADOLESCENTE PODIA SENTIRSE COMENZAR A SUMERGIRSE. Después de tanto tiempo suspendido en el aire y descendiendo a un ritmo angustiosamente lento, su espalda tocó por fin el agua. Sus alas de cera se derritieron por completo y el agua empezó a rodearle y a tirar de él, aprisionándole y agobiándole. No le parecía justo encontrarse por fin en una situación bastante feliz y estable para que luego le taparan los ojos y le arrancaran la alfombra de debajo de los pies. Sólo que no podía permitirse el lujo de sorprenderse por la razón de que él mismo se lo había buscado.
   
Sabía que esa felicidad duraría poco, pero sólo quería ver cuánto tiempo era capaz de hacerla durar antes de que todo llegara a un desafortunado final, cuando se apagara bajo sus pies y quedara aplastada en el suelo, para nunca volver a ser vista. Y en realidad, nunca lo fue. Ni una sola persona sabía lo que pasaba entre los dos. Excepto las estrellas. Las estrellas lo sabían todo. Cada mirada, cada confesión, cada beso, cada caricia. Nada les pasaba desapercibido. Y pensaron en contárselo a todo el mundo.

Draco sacó la nota y la leyó por quinta vez aquel día; el garabato negro de medianoche bailaba sobre el pergamino de una forma que sólo podía demostrar que era la letra de Louis.
   
Aquella nota nunca se había separado de él. Siempre la llevaba en el bolsillo, guardada como marcapáginas o bajo la almohada antes de irse a dormir para que le diera buena suerte. La nota no parecía real. Parecía un sueño, un invento. No sabía cómo una nota podía tenerle tan trastornado, pero ahí estaba, torcido, nunca del todo erguido.
    
Te amo.
    
Louis le había dicho esas palabras y a veces le daban ganas de pellizcarse, sólo para asegurarse de que seguía estando en la verdadera realidad en la que estaba y no en una falsa que había construido en su cabeza. Aunque si estuvieran dentro de la realidad deseada que Draco siempre estaba tan cerca de construir, no se esconderían tanto en la biblioteca o en la torre. Estarían caminando por los pasillos, incomodando a todo el mundo con las cargas de afecto público que se darían el uno al otro y haciendo que McGonagall los separara y amenazara con castigarlos por "indecencia pública." Saborearía el beso que Louis le daría antes de dirigirse a su siguiente clase y se quedaría en medio del pasillo como un idiota antes de que alguien chocara con él y le devolviera a la realidad.
   
Sin embargo, esta era la realidad número uno. La verdadera. La que estaba envuelta por la oscuridad y toda esperanza perdida y nada bueno vendría hacia él al final, por mucho que intentara retorcer el destino y retorcerlo hasta dejarlo seco. Así que Draco hizo lo que pudo para que durara, para que la luz al final del túnel brillara un poco más antes de que se apagara por completo al enviarlo de vuelta a aquella habitación con la oscuridad subiendo por el suelo y filtrándose en la madera, trepando por las paredes y tragándoselo entero.