La Nueva Na'vi | Neteyam Sully

CAPITULO 82: "¿QUÉ QUIERES QUE HAGA?"

Neteyam veía de reojo a la joven quien observaba el lugar como si fuera la primera vez que estuviera ahí, no pudo evitar sonreír al ver su rostro admirar la naturaleza de la isla, era bellísima. Luego de unos segundos por su mente paso la situación que vivió con su clan por lo que trato de encontrar las palabras apropiadas para hablar sobre ello.

-Así que...¿No quieres ser líder de tu clan?- pregunto con cautela, esto hizo que la joven lo volteara a ver rápidamente

-Yo...amm...-suspiro antes de bajar la mirada mientras continuaba caminando junto al joven- Es complicado

-¿Por qué?

-Es un gran cargo, además...solo me ven como líder por ser la hija de - dijo para volver a mirarlo- no por las cosas que he hecho, ellos no me conocen. Un clan no le daría su liderazgo a alguien que no conocen de nada, ellos solo quieren casarme para que otro tome el cargo y así se sientan seguros es por eso que insisten tanto con lo de Nakoa

-Yo creo que serias una gran líder, pero no me agrada la idea de que tú y Nakoa....

-A mi tampoco- lo interrumpió- Además...soy muy joven aun, no quiero tener que cargar con un pueblo que recién estoy conociendo, ellos no me conocen y yo no los conozco

-Lo entiendo- dijo posando una de sus manos en su mejilla- No sientas que tienes la obligación de hacer lo que ellos te pidan, tu no les debes nada- hablo con una leve sonrisa en su rostro haciendo que la chica lo observara atenta, Neteyam la miro a los ojos por unos segundos antes de volver a hablar- Tus padres no hubieran querido eso, estoy seguro que hubieran preferido tu felicidad antes que un tonto puesto en el clan. Ellos estarían orgullosos de todos lo que has conseguido- dijo para tomar su rostro con sus dos manos, la joven lo miraba con una pequeña sonrisa mientras dos gotas recorrían su cara, rápidamente el chico las limpio con su dedo pulgar- ¡Estas viva! Sobreviviste a muchas cosas que ellos no tienen idea y no quiero que te sientas mal por las opiniones de Na'vis que no te conocen como nosotros, como yo te conozco Aleia- La joven no aguanto mas y se abalanzo sobre el en un gran abrazo- Yo estaré aquí siempre, aunque todos te den la espalda- dijo mientras acariciaba el pelo de la chica

-¿Lo prometes?- pregunto con su cara escondida en su pecho

-Lo prometo- fue lo que dijo antes de separarse unos centímetros para verse a los ojos- Te amo- rápidamente la beso tiernamente, sus labios danzaban a un ritmo lento pero coordinado, encajaban tan bien como si sus bocas hubieran sido construidas para que los dos se complementaran al momento de besarse. El movimiento de sus labios empezaba a aumentar cada vez más, las manos de Neteyam comenzaban a bajar, con las yemas de sus dedos acariciaba toda la espalda de la chica causándole escalofríos. Se detuvieron en sus caderas las cuales apretó con fuerza para atraerla a él, al mismo tiempo cambio la intensidad de su beso, este era feroz y podía sentir como el estaba deseoso de tenerla una vez más- Al suelo, ahora- ordeno, Aleia no hizo mas que obedecer, le encantaba cuando él tomaba las riendas en este tipo de situaciones, además era los únicos momentos en los que él podía ordenarle hacer cosas sin que ella se niegue a hacerlo, la tenía a sus pies.

-¿Qué quieres que haga?- pregunto ella desde el suelo mientras miraba al chico aun de pie quien tenia una sonrisa picara y sus ojos llenos de deseo

-Tu sabes lo que debes hacer- dijo para luego indicar con su mirar hacia su zona intima, la chica miro a la misma dirección encontrándose con su taparrabos muy levantado. Subió su mirada hacia el joven y entendió lo que tenía que hacer, se arrodillo frente a el y con cuidado empezó a bajar la prenda causando que a el chico se le escapen algunos quejidos. Cuando lo libero completamente de la tela se encontró con su gran miembro erecto frente sus ojos, subió la mirada buscando alguna señal por parte de Neteyam, este solo la miraba atento- Lámelo- ordeno, ella volvió la vista a su genital, pensó por un momento en lo que haría pues era la primera vez que hace algo así. Con una de sus manos acaricia levemente el aparato causándole un pequeño gemido al chico, ahora con la ayuda de sus dos manos comenzó a hacer movimientos de arriba hacia abajo lo que provoco que Neteyam tirara su cabeza hacia atrás con los ojos cerrados mientras fuertes suspiros salían de su boca. Sin previo aviso introdujo una parte del miembro en su boca, esto hizo que el joven liberara un gemido los cuales iban aumentando cada vez mas junto a los movimientos que hacia la chica con su boca. Lamia y succionaba su pene hasta donde podía mientras que sus manos masajeaban el restante de este que no alcanzaba en su boca- Eso, lo haces muy bien- dijo entre sus gemidos, Aleia continuo con lo que estaba haciendo, de vez en cuando miraba hacia arriba para ver la cara del joven, este sino tiraba la cabeza hacia atrás la veía atento a sus movimientos o blanqueaba los ojos- Mas rápido- ordeno, la joven comenzó a apresurarse, sin embargo esto no le basto a Neteyam quien empezó a mover su pelvis haciendo que su miembro empiece a entrar cada vez mas en la boca de Aleia, el chico con sus manos tomo el cabello de la chica para que no estorbaran en lo que estaban haciendo. Entraba y salía de su boca con gran velocidad, empezó a empujar cada vez mas tratando de que todo su genital entrara en ella, la chica posiciono sus manos en los muslos del chico tratando de controlar un poco su movimiento sin lograr nada, el seguía moviéndose provocándole algunas arcadas a Aleia mientras que el gemía sin parar. No fue hasta que dio dos pasos hacia atrás sacando todo su miembro de su boca que hizo que la joven pudiera respirar- Ven arriba- dijo el tratando de controlar su respiración, la joven quien se encontraba aun en el suelo tratando de respirar lo miro preguntándose qué es lo que tramaba- ahora- ordeno con esa voz grave y seductora que hacia que Aleia no pueda negarse a nada, rápidamente se puso de pie quedando frente a el quien no espero mas tiempo para poder besarla desenfrenadamente. Velozmente las manos del chico desaparecieron las prendas de ropa que protegían el cuerpo de Aleia, con un ágil movimiento tomo a la chica y la recostó en el suelo colocándose sobre ella- Abre tus piernas- la joven no dudo ni un segundo en seguir su orden, de un momento a otro la penetro fuertemente provocando que un gran quejido de placer y dolor saliera de los labios de la chica, Neteyam empezó a moverse con gran magnitud, sus movimientos eran violentos y hacían perder el control de los ruidos que ambos emitían. Así estuvieron por un gran tiempo hasta que sintieron como una electricidad recorrió todo su cuerpo, el joven dio una ultima embestida antes de sentirse liberado provocando que ambos gritaran al unísono.

-¡Oh gran madre!- exclamo ella- Nunca habías hecho algo así- dijo ella provocando que el joven riera pícaramente

-¿No te gusto?- pregunto antes de darle un pequeño beso en los labios

-Me encanto, pero porque tardaste tanto en mostrarme estas habilidades- el joven no pudo evitar reír

-Tal vez porque me trataba de comportar contigo, ya sabes ser algo dulce- respondió el mientras se recostaba junto a su cuerpo

-Bueno, creo que me esta gustando este Neteyam que se comporta violentamente- confeso la chica haciendo que el chico se mordiera los labios tratando de ocultar la gran sonrisa de orgullo que traía en su rostro

-Tú también tienes una gran habilidad con la boca- dijo haciéndole recordar lo que había hecho minutos atrás, esto provoco que Aleia se sonrojara rápidamente

-Ay ya cállate- Neteyam rio al ver la actitud que tomo la chica, movió un de sus brazos tras el cuerpo de Aleia para atraerla hacia él, la chica posiciono su cabeza en su pecho mientras que el la abrazaba- es la primera vez que hago algo como eso

-Y a mí es la primera vez que me hacen algo como eso y no estuvo para nada mal, yo creo que deberíamos hacerlo mas seguido- comento gracioso haciendo que la chica se levantara un poco para verlo

-¡Casi me rompes la garganta! ¡Bruto! - exclamo para luego golpear levemente su pecho haciendo que el chico riera

-Perdón...perdón- dijo entre risas- ven aquí- acerco nuevamente a la chica a su cuerpo, luego de unos minutos mirando al cielo en total silencio cayeron rendidos en un largo sueño.