Accidentalmente seduje al hermano menor del protagonista masculino

30

Al Duque le pareció interesante porque era una mirada que nunca había visto en el niño.

—Es justo ya que eres de mi sangre.

Los labios del Duque de Halos se levantaron suavemente.

Aunque el Duque no tomara a Lexion como su sucesor de inmediato, creía que después de que pasara algún tiempo, eventualmente le pasaría el manto a Lexion.

Después de todo, el hijo mayor, Killian, ya no era miembro de Halos.

Sin embargo, pensó que si Lexion mostraba su espíritu en algún momento, lo convertiría inmediatamente en su sucesor.

Así que fue especialmente satisfactorio ver la ferviente determinación del joven.

El rostro del duque Halos se iluminó, pero el del muchacho seguía sombrío.

De niño, sólo quería salir de la sombra de su hermano mayor.

Con el paso del tiempo, la ambición del muchacho se inflamó.

Mientras su hermano mayor —que se interponía en su camino— desapareciera, no había nada que detuviera al chico.

Ha llegado el momento de que consiga el sueño que había deseado obtener desde joven.

Donde pidió su deseo en la primera nevada a la edad de nueve años.

El deseo del niño de proteger a su persona ahora podía hacerse realidad al llegar a la edad adulta.

Lexion tenía a alguien a quien quería proteger.

Ahora era parecido a esa persona y en el futuro sería más bajo que él. La persona que siempre le protegió.

La única persona que le tendió la mano cuando nadie se la tendía.

La persona más preciada para Lexion.

«Elena.»

Estaba decidido a hacerse más fuerte por ella y a protegerla.

Así que estudió, practicó y aprendió más que nadie.

El chico, que había estado viviendo en una competencia feroz, se dio cuenta con el paso del tiempo.

Por fin sintió que le había llegado la esquiva oportunidad.

—Si demuestras tu valía, te nombraré mi sucesor.

Insinuó el duque de Halos, que miraba con interés los ojos decididos del muchacho.

Prueba de valía como sucesor.

El duque de Halos no esperaba que su hijo entendiera todo aquello.

Sin embargo, si lo entendía correctamente y ponía en práctica su voluntad, él también iba a cumplir incondicionalmente sus palabras.

Después de un rato, los labios fuertemente cerrados del muchacho se abrieron.

—De acuerdo.

Había una sensación de madurez en los ojos del chico.

***

Hacia el final del invierno, Jane y Lexion volvieron a sus respectivos destinos.

Elena, que se había quedado sola en la mansión, estaba más ocupada que nunca.

Escuchaba atentamente a los profesores y se dedicaba a practicar su magia, por lo que no notaba el paso del tiempo.

Pasó el invierno, pasó la primavera y llegó el caluroso verano.

Dos semanas más tarde, después de su cumpleaños, Elena ya se consideraba adulta.