No puedo dejar de pensar en ello, tampoco de negarlo porque es absurdo.
«No tienen ninguna relación», me digo.
No la hay.
¿Pero por qué su voz suena tan igual?
Esta noche tal vez lo descubra, diantres, la sola idea hace que se me acelere el corazón si llegase a ser cierto.
¿Qué haré entonces?
―¿En qué tanto piensas? ―Cand pregunta mientras nos dirigimos a la cafetería.
Lo cierto es que me quedé con Abraham hasta la mañana. Después de mi descubrimiento no le he mencionado nada, y de algún modo esperé que dijera algo; pero al parecer no se dio cuenta de que me desperté cuando tenía esa conversación. De todos modos, no era amable y por el tono semejaba a una discusión.
¿Con quién?
Él siempre se ha mostrado tan ingenuo y tímido como yo, por lo que me hace agitar la idea de otra chica. Lo cierto es que he tenido esos pensamientos en mi cabeza desde que salí de su casa para la academia. Y la verdad es que me quedé con las ganas de preguntarle; sin embargo, todo estaba siendo tan especial que lo alejé de mi cabeza en ese momento, además que pude invitarle a la boda y dijo que irá conmigo.
Supongo que esa emoción me hizo olvidar lo demás, aunque es curioso porque ahora siento el peso de no haber sido más intuitiva. Nunca tuve expectativas con Adam, siempre viví bajo su capricho, pero con Abraham siento otras cosas, como si tuviera derechos. Es absurdo, porque nunca he sido egoísta.
¿Y si él fuera Leroux?
La pregunta regurgita en mi cabeza mientras Cand sigue observándome como si me hubiera salido un cuerno de unicornio en la frente. Esta noche es mi segunda sesión y ya quiero que llegue ese momento. Si fuese cierto.
¿Qué pasaría con nosotros?
No tiene lógica, pero a la vez... sí.
―¿Podemos hablar?
Quien nos interrumpe es Natalie. Ambos le miramos, Cand le frunce el ceño.
―No la vez que está conmigo ―le dice echándome su brazo al hombro, y mirándola con gesto antipático.
Natalie pone expresión de aburrida.
―No te lo he preguntado a ti ―espeta dirigiéndose a mí.
―¿Quieres hablar con ella? ―me pregunta al oído.
Observo a Natalie y luce toda omnipotente. La verdad es que no me gustaría hablar con ella, pero sé que le interesa Bledel y a lo mejor sabe algo. Además, no quiero contarle a Cand nada de eso, daría un veredicto y sé cuál es, porque en el fondo tendría sentido, sino, ¿Cómo llegó su tarjeta a mi casillero?
―Sí, tranquila, nos vemos después.
Cand achina su mirada.
―Si intentas molestar a Elia, te las ves conmigo fresita ―le advierte y yo lanzo un gruñido.
Natalie ni siquiera debe entender por qué le ha dicho eso. Ella finalmente se va y Natalie me pide que la acompañe a una mesa libre en la cafetería. Es la primera vez que me junto con ella, así que se siente raro.
―¿Qué quieres hablar conmigo?
―Es sobre lo que te he pedido.
―¿Y qué es? ―pregunto con indiferencia.
―No te hagas la tonta, lo sabes bien.
―Bueno, en ese caso tengo que preguntarte por qué tanto interés. No he sido yo quien se ha lanzado al ruedo, él me ha escogido ―expongo y ella se muestra incómoda.
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Quiéreme por favor
Ficção GeralElia es una chica joven que estudia artes y trabaja como modelo artística para pagar sus gastos. Está enamorada de Adam; y sabe que es un amor no correspondido, algo que él le ha dejado claro; sin embargo, hay algo que los mantiene juntos y a ella l...