El Juego de la Mafia | DongHae

🥀 Capítulo 16: Adiós

La joven, contenta, fue a ducharse y a descansar para lo que se vendría en la noche.

Cuando se estaba duchando, al momento de enjabonarse, se dio cuenta de pequeñas marcas que empezaban a notarse sobre sus muñecas.

Luego de bañarse y enrollar la toalla sobre su pecho se fue a su habitación en busca de ropa. Sacó una musculosa negra y unos jeans blancos y los dejó sobre la cama. Después de secarse bien y ponerse su ropa interior y el pantalón, se paró enfrente del espejo para colocarse la remera cuando notó otras marcas que antes no se había percatado de que las tenía.

Sobre su clavícula izquierda una marca cortesía de Donghae y cerca de su abdomen derecho tenía otro. Al ver en el que estaba en el abdomen sus ojos de desviaron a otras más chiquitas en su cintura.

Su cabeza empezó a recopilar todos los recuerdos de la noche anterior y una sonrisa recorrió su rostro.

Se colocó la musculosa sin darle mucha importancia a las marcas y se acostó en su cama. Se sentía cansada por lo que decidió no secar su cabello.

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"No puede ser... ¿No irá a esa cita o si?... Por su sonrisa parece que le gustó la idea... Pero no creo porque después de todo le gusto más yo ¿no?..."

Varios de estos pensamientos cruzaron por la mente de Donghae mientras estaba sentado en su sofá inclinado hacia delante con sus codos en sus piernas y las manos juntas, él no dejaba de mover la pierna.

-Pero a mí que me importa- se levantó de golpe del sofá -no es como si fuera algo mío... Solo nos acostamos un par de veces.

La mente de Donghae viajó a esas noches y sintió como algo iba despertando en su entrepierna.

-Pero aún así... Ella es la que logra ponerme de esta forma- siguió hablando con el mismo. Soltó un sonoro suspiro -¿qué hago?.. no puedo dejar que vaya- empezó a morder su labio inferior pensando en algo.

Luego de un rato de estar pensando y dar vueltas en círculo por su sala decidió ir a su puerta.

Moon ya estaba a punto de dormirse cuando escuchó el timbre.

Quejándose y tirando varios insultos por el camino se calló al abrir y ver quien era.

Sin darle tiempo a que pregunte que hacía ahí, él simplemente la besó mientras entraba.

-Donghae- dijo entre besos.

-Quédate conmigo el resto del día... ¿si?- la volvió a besar, Moon iba a responder pero la interrumpió -no pienso aceptar un no como respuesta.

-Per..- la interrumpió con un beso, un beso que sabía que no podía rechazar, un beso cargado de posesión y determinación.

Moon cayó totalmente ante el beso, si antes pensaba decirle que no, ahora solo pensaba en decirle que sí. Los besos, caricias y abrazos de Donghae tenían un efecto en ella y ella no tardó en darse cuenta de eso.

-Shhh... Solo di sí- Donghae mantuvo sus ojos cerrados y dejó sus frentes unidas.

Una sonrisa llego a él cuando la sintió asentir en respuesta.

La volvió a besar mordiendo ocasionalmente en los labios de ella. Sus pasos empezaron a dirigirse a la habitación de la joven, sin dejarla de besar y sin soltar su cintura.

Llegaron a la cama y Moon lo empujó hacia abajo para que se siente. Él lo hizo y pasó sus brazos bien trabajados por las piernas de ella, atrayéndola más hacia él. Moon pasó sus manos a la nuca de Donghae y mientras acariciaba suavemente lo seguía besando.

Luego de unos minutos estaban acostados en la cama, ella de espaldas a Donghae y Donghae abrazándola por detrás. Moon jugaba con los dedos del brazo que pasaba por debajo de su cabeza y Donghae trazaba círculos en el estómago de ella. Sin darse cuenta una hora pasó.

-Moon... No deberíamos hacer más esto- las palabras de Donghae congelaron el ambiente y la respiración de Moon -digo- hizo una pausa -deberíamos dejar de vernos así... yo... yo no...

-Esta bien- dijo seca interrumpiéndolo -no pasa nada, no necesito explicaciones- al no recibir respuesta siguió -no es como si fuéramos novios o algo, apenas y nos conocemos- trató de que su voz sonara firme.

-Moon... no es- trató de seguir pero lo volvió a interrumpir.

-Ya te dije que está bien- dijo calmada y se levantó de la cama.

-¿A dónde vas?- se sentó Donghae en la cama.

-Tengo cosas que hacer y se me va a hacer tarde si no me cambio ahora.

Sacó una remera y una campera liviana y se fue en dirección al baño. Donghae pensó que ella se enojo por lo que él dijo entonces decidió quedarse a esperarla en la sala.

Moon se sorprendió al verlo ahí sentado y serio.

-Te enojaste ¿verdad?- preguntó Donghae dejándola un poco desconcertada.

-Emmm... No- respondió algo divertida después de entender a qué se refería.-¿tendría?... Aunque si tendría- se respondió a ella misma -después de todo el señor muy decidido decía cosas como "eres mía" y "te voy a hacer gritar de quien eres"... Sabes te contradices tú solito- dejó salir un poco de su verdadera personalidad y puso la cabeza de lado, dejando ahora a él desconcertado.

Donghae se quedó sin habla después de todo fue él el que dijo eso, fue él el que hizo una casi escena de celos, fue él el que la fue a buscar a su departamento y sin decir nada besarla mientras pedía que se quede con él y después de una hora decirle que dejen de verse de esa forma.

-Es que...- salió su voz insegura -AHHHH- dio un grito mientras miraba el suelo y se rascaba la nuca -¡es tu culpa!- soltó de la nada.

Moon sin entender porque era su culpa iba a reprocharle pero su celular sonó y se dirigió a el en silencio.

-Hola- dijo después de atender y llevarlo a su oído -si ya se... Tengo algo que hacer, voy a llegar un poco tarde... Sí ya se- su voz empezó a sonar irritada -BUENO DESPUÉS LOS ALCANZO- elevó su voz y luego corto.

Guardó su celular en el bolsillo de atrás del pantalón y miró a Donghae.

-Mira no se en que tengo la culpa pero mejor arregla lo que sea que tengas en tu cabeza- se fue hasta la puerta -y si quieres que dejemos de vernos no hay problema, solo me cogiste dos veces, cuando te vayas cierra con llave y déjaselas al portero, adiós- sin más cerró la puerta.

Moon se había enojado por la llamada y Donghae se quedó sin palabras e inseguro por primera vez en su vida.

Era obvio que para Donghae, Moon, era la primera persona que lo dejaba así y para Moon era obvio que no le costaba decir adiós a alguien o algo.