𝐆𝐢𝐫𝐥𝐬 | metal family

girls

━━━━━━ ◦ ❖ ◦ ━━━━━━

Finalmente había llegado el tan esperado día, ensayo decenas de veces lo que debía decir cuando la bonita chica de pelo negro y él se vieran a la salida del instituto, y no podía permitirse fallar, no ahora cuando le declararía sus sentimientos. Todo debía salir a la perfección, nada podía salir mal. Ya se había encargado de que su hermano Heavy estuviera lo bastante ocupado en todo el día, para no repetir lo mismo que pasó el primer día en el que se vieron en persona y también para que no se enterara sobre lo que planeaba hacer hoy, no quería que Heavy lo tachara de ser alguien cursi y romántico por declararséle a la chica que le gustara en un día como este; el día de los enamorados.

Caminaba de regreso a su salón ya que el receso ya había terminado. Sabía lo que le esperaría al estar sentado en su sitio. Cada año era lo mismo, recibía cartas de chicas que ni conocía y lo único que podía hacer era llevarlas a su casa y quemarlas en su patio. No le interesaba leer lo mucho que decían que lo amaban o lo guapo que se veía cuando hacía aunque sea el más mínimo movimiento. Le parecían simples tonterías. Entró al salón y, como lo suponía, unas cuantas cartas de diferentes colores chillones y formas se encontraban en su mesa debajo de uno de sus libros. Suspiro. Junto todas las cartas y las guardó en su morral, cuidando de no aplastar el regalo que le daría a Lif.

Apoyo sus codos en la mesa cuando noto que entre las páginas de su libro de historia había un sobre de color negro sobresaliendo. Algo curioso, Dee tomó el sobre y lo abrió. Cuando estaba apunto de sacar la carta alguien detrás suyo carraspeó, haciendo que volteara rápidamente, ocultando la carta debajo de su mesa.

- Hola Dee - saludó la chica con una sonrisa relajada -, ¿más cartas de admiradoras secretas?.

El rubio rodó los ojos y negó con su cabeza - Nada de eso te debería importar, Oksana - contestó el muchacho mientras sacaba un libro de su morral. Dee creía que la chica se iría de ahí pero notó como lo seguía mirando fijamente -. ¿Qué es lo que quieres? Suéltalo de una vez. 

- Bien, bien. Me atrapaste - la rubia se sentó en el asiento vacío a un lado del chico y se acercó un poco a él con intención de contarle lo que tanto quería -. Te quería preguntar si podrías entregarle esta carta a una personita, ya sabes, por el día de San Valentín.

Dee chasqueó la lengua molesto - ¿Y por qué debería de hacer eso? No me interesa ser el mensajero de nadie, y menos el tuyo.

Oksana río secamente y volvió a mirar al rubio a los ojos - Escúchame, Dee, tómalo esto como un pequeño favor que te estoy haciendo al no delatarte con la directora por... el incidente de hace unos meses - Dee maldijo en voz baja. Hace unos meses, lo habían descubierto descargando ilegalmente las respuestas de los exámenes de la computadora de un profesor, Oksana fue la única que lo vio y se fue de ahí sin decir nada. Desde ese entonces, Dee la había mantenido vigilada, no quería que lo delataran y lo metieran en problemas, pero con el pasar de los meses nadie a excepción de Oksana sabía del incidente. Ahora la muchacha de cabello castaño claro usaba aquello a su favor. -. Pero, bueno, supongo que iré a contarle sobre esto a la directora. 

Oksana se levantó de la silla y caminó hasta la puerta del salón. Cuando estuvo a punto de irse, la voz del de ojos azules la detuvo - Bien, entregaré la estúpida carta. - dijo cediendo ante el chantaje de la chica, quien sonrió victoriosa y caminó resonando sus botas en el piso hasta su mesa para sacar de su mochila una carta.

- Genial, quiero que dejes la carta en el asiento de una chica de cuarto año - la ucraniana le entregó la carta a Dee en las manos, quien miró el sobre con una ceja arqueada, jamás se hubiera esperado que su compañera estuviera interesada en las chicas, pero poco le importaba sus gustos y le desagradaba ver el brillo en los ojos de su compañera -. Ella saldrá de su salón en el siguiente receso, suele sentarse en la tercera fila al fondo y al lado de la ventana. Tú solo deja la carta ahí y yo me encargare del resto.