CICATRICES [FINALIZADA ✓] |+18|

EXTRA: RECUERDOS

RECUERDOS DE THOMAS -

PARTE 3

Esperaba a Daniel para pedirle algo muy importante.

—¿Que es eso que tan importante que necesitas? —me miró mientras se sentaba, pero levantó una mano —ya sé, quieres ayuda con Sam. Te dió pánico verla de nuevo —sonrió.

—En realidad... —le mostré el anillo.

—Tom —se sorprendió —lo lamento, pero quiero a alguien más —echó a reír.

—Idiota —lo seguí. —quiero cenar con Sam y proponerle matrimonio —miré el anillo.

Suspiré meditando un momento.

—Pero creo que sea poco probable que vaya si se lo pido, ¿Puedes ayudarme?

—¿Por qué no iría? Todos vimos esa dinámica en la boda de Adam. —mencionó y sonreí al recordar ese momento muy particular que parecía habernos conectado de nuevo.

—Aún así...

—Está bien, ese anillo esperó mucho tiempo. Déjamelo a mi, jamás se negaría a una cena de negocios mientras nuestro padre “hace un corto viaje ” —asintió —pero... ¿Estás seguro con esto? Ha pasado tiempo y esto es el gran paso.

—Todo este tiempo la respeté, mis sentimientos no han cambiado en lo más mínimo solo debo saber los suyos. Me arriesgaré a todo o nada, estoy completamente seguro de lo que haré —confirmé lo último con una sonrisa.

—Muy bien cuñado, tienen mi completo apoyo, pero es mi hermanita —de pronto se puso melancólico —aún así merece ser feliz con quien ama.

...

Terminaba de alistarme en el lugar de la boda mientras suspiraba continuamente con ansiedad por ver a mi futura esposa.

—Cariño... —sonrió mi madre llegando.

—Intenta calmarlo, mis intentos fueron inútiles —dijo mi padre con un suspiro.

—Todo saldrá bien, Sam está igual que tú —tomó mis mejillas —mi pequeño está apunto de casarse con la mujer indicada, no puede haber mayor felicidad —se emocionó.

—Mamá... —sonreí con calma para abrazarla.

—Emma, no eres de mucha ayuda —mencionó mi padre.

—Es que no comprendes que es un momento muy emotivo y especial —sonrió recuperándose.

Momento después entró Daniel, él junto a Adam eran los padrinos de la boda.

—Miren al poderoso Thomas Rogers apunto de dar el gran paso —me señaló con una sonrisa —¿Quieres que te tomé las manos y te tranquilice como lo hice con Sam?

Negué riendo haciendo que me relajara al instante.

—Me siento mejor —miré a mi madre.

—Te estoy entregando a mi hermana, mi padre la entregará en el altar. Todos estamos muy felices por ustedes, pero imagina que su respuesta sea un no —rió por mi expresión al igual que mi padre.

—¡Daniel! —lo regañó  mi madre.

—Estos muchachos —mencionó el mayor.

—Solo bromeo, relajate hermano. No hay porque estar nervioso, solo darán el sí delante del sacerdote, cosa que todos sabemos... —miró el móvil —llegó, prepárate.