🎴Interruptor emocional 🎴

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Nori

Izana permanece atado al cabecero de su cama, con las manos aprisionadas con las esposas.

Al principio sentí la rabia en su mirada, odiando que le tuviera en esa posición pero, poco a poco, fue cambiando su expresión por una de excitación.

Su pálida piel ahora ha adquirido un ligero tono rosado y su pecho se contrae fuertemente, subiendo y bajando. Sus intensos ojos violetas desprenden deseo y necesidad.

Sí, confío en ti.

Escuchar esas palabras una vez más y en esa posición en la que se encuentra, me encienden. Tengo que controlarme si no quiero perderme en este hombre. Acabaría siendo una más, como las chicas a las que miraba en la fiesta con desdén el día que le conocí. Como si fuéramos de usar y tirar o estuviéramos a su disposición siempre que él quisiera. No. Yo no era así. Ya no.

Contrólate, Nori.

A pesar de intentar autoconvencerme para retomar el control de mis pensamientos, mi cuerpo parece moverse solo.

Me estoy arrastrando por la cama, gateando hasta volver a colocarme a horcajadas sobre el cuerpo de Izana, que me espera impaciente.

Incluso estando en ropa interior encima de él, sus ojos no se desprenden de los míos. Puede mirarme cualquier parte del cuerpo pero él se mantiene fijo ahí, en mi mirada. Izana es una persona poco común y lo hace demasiado interesante y... excitante.

Me acerco a su rostro y él, sin ser consciente, abre su boca ligeramente, dejando escapar un suspiro.

Vuelvo a colocar mi mano sobre su mejilla, acariciándole. Parece que eso le gusta.

Saco la punta de la lengua y la paso sobre su labio superior, recorriéndolo lentamente. Después hago lo mismo con el inferior, el cual acabo atrapando entre mis dientes y estiro con cuidado.

Agh... Nori... — Izana deja escapar su aliento y veo cómo cierra los ojos por un instante, perdiéndose en el placer que le provoca eso.

—Izana... Dime, ¿te gusta esto? — Noto cómo su respiración se acelera y me mira dubitativo. Tarda unos segundos más de los necesarios en responder.

—Sí.

Retiro las manos de su rostro para apoyarlos ahora sobre sus hombros y vuelvo a repetir la acción. Deslizo mi lengua sobre su labio superior, luego el inferior y finalmente muerdo.

Y, aunque veo que le gusta, su reacción no es la misma que la primera vez.

—¿Qué ocurre? — Me mira sorprendido, cómo si pensara que no me iba a dar cuenta de ese pequeño detalle. Pero sí, ya le iba conociendo lo suficiente como para fijarme en eso y, al final, estas clases se trataban de eso: aprender el uno del otro.

—Tus manos... — Toma una bocanada de aire antes de continuar hablando, como si le costara decirlo. — Esta vez... No me has acariciado.

No pude evitar la sorpresa. Sé que le gusta eso pero no pensaba que prácticamente fuera una necesidad para él.

Sonrío mientras deslizo mis manos suavemente por su cuello, subiendo hasta volver a su rostro y acariciar sus mejillas. Izana cierra los ojos y respira profundamente al sentirme.

—Es verdad. Lo siento. — Vuelvo a sonreírle.

Me dedico a observar y disfrutar esos segundos, simplemente viendo cómo algo tan simple para mí puede provocar en él estos efectos. Izana es realmente atractivo.

Nori, no. Otra vez no. Quita esos pensamientos. Ya.

Abre los párpados y su mirada vuelve a encontrar la mía.

MASTER OF SEX ~ Izana Kurokawa 🔞 ~ Tokyo Revengers Donde viven las historias. Descúbrelo ahora