Torneo

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Kazuki Kurusu, un joven omega de 28 años con un vínculo roto. Su anterior pareja, una joven mujer alfa, se había ido de su lado en un trágico accidente.
Kazuki juró no volver a enamorarse, para él solo existía espacio en su corazón para su difunta esposa y su cachorro que jamás llegó a conocer.

O eso creyó hasta que un alfa pocos años más joven que él llego a su vida de sorpresa. Al principio eran simples compañeros de trabajo, Kazuki mantenía su distancia y el alfa no podría importarle menos la presencia de alguien más. Parecía que jamás se llevarían bien, eso hasta que apareció una pequeña cachorro de bellos cabellos castaños. Kazuki no podía sentirse más que encantado, su omega interior estaba saltando de alegría cuando la pequeña llegó a sus vidas.

Kazuki hizo todo lo posible para mantener a esa pequeña a salvo, la alejo de su madre biológica, no podía creer que una omega pudiera odiar tanto a su propia cachorro, Kazuki contuvo su coraje lo más que pudo. La pequeña Miri estaría bien a su lado.

Eran solo Kazuki, Miri y bueno... Aquel alfa.
Rei era escéptico ante la repentina aparición de Miri, él no tenía ningún tipo de instinto como el de un omega con un cachorro, los alfas solo sienten ese instinto de protección ante su propia manada.

Aunque eso no tardaría en cambiar.

Se volvió loco en cuanto descubrió los sucios planes de su padre, ahí se dio cuenta, se había encariñado tanto con la cachorro y aquel lindo omega de preciosos ojos rubí.
Miri no era su sangre, Miri no era su cachorro de sangre, pero ya la amaba. Miri era parte de su manada, Kazuki era parte de su manada.

Ya tenía algo que proteger con su vida.

Tardo en darse cuenta de lo mucho que adoraba a Kazuki, aquel día en el que se fue se dio cuenta de cuanto necesitaba al rubio en su vida, no solo en necesidades del hogar, sino también en presencia. Extrañó su olor, su brillante sonrisa, su voz tan llena de alegría que molestaba sus oídos.

Amaba a Kazuki, su alfa interno gritaba por ir a reclamarlo.

De manera poco discreta molestaba al omega, colocando su ropa en el cesto incorrecto de ropa, diciéndole a Miri que fuese a la habitación de "papi Kazuki" a dejar prendas suyas y de Rei regadas por la habitación.

Creyó que sería buena idea usar a Miri como una excusa, pero la pequeña era tan inocente que confesó el crimen.

“Papá Rei me dijo que te dijera que yo puse la ropa cuando quería jugar a hacer una casita de ropa”

Kazuki claro que lo encaro, sin embargo salió mejor de lo que esperaba, el omega se confesó expresando cuanto amaba sus pequeñas muestras de cariño.

Todo salió bien, oficialmente comenzaron a salir. Miri explotó de felicidad, ¡papi Kazuki y papá Rei estaban saliendo! Al día siguiente lo presumió con todo aquel que se le atravesará.

Rei estaba avergonzado mientras Kazuki reía de la expresión de su ahora novio.

Aman a su pequeña familia, no la cambiarían por nada en el mundo. Kazuki volvió a amar, Rei conoció el sentimiento de ser amado, Miri tiene una familia feliz.

______________

— ¡Ya llegué! — Exclamó el omega sosteniendo una bolsa de supermercado —.

Fue recibido por un pequeño "Ey" de un perezoso azabache. No le molestó, estaba acostumbrado a la actitud fría de su prometido.

Miri se había quedado a dormir en la casa de una de sus amiguitas, Kazuki tardo en despedirse de su niña, era la primera vez de la pequeña durmiendo en casa ajena.
“No olvides ir al baño antes de dormir, recuerda cepillarte bien los dientes, recuerda que no puedes ir a la cama después de las 10, pórtate bien, también recuerda..."

Torneo. [ ReiKazu - Buddy Daddies ] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora